Borrar
Urgente Bertín Osborne y Taburete, entre los artistas de los Conciertos de Viveros 2024
Los jugadores del Madrid celebran su victoria en la Euroliga.
Por fin la ‘novena’
Euroliga

Por fin la ‘novena’

El equipo de Pablo Laso se venga del Olympiacos y conquista a la tercera una nueva Copa de Europa

Amador Gómez

Domingo, 17 de mayo 2015, 01:40

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Ya tocaba. A la tercera fue la vencida y la novena Copa de Europa por fin cayó. Con todo merecimiento y con más hambre que ningún otro equipo, el Real Madrid se coronó en su casa rey del continente 20 después y culminó así el elogiado y envidiado proyecto de Pablo Laso. El Madrid cumplió al fin el sueño de dos décadas y acabó a lo grande, con un baloncesto brillante, aunque el Olympiacos quiso llevarle a su terreno, con lo que era una auténtica obsesión para el club más laureado del continente.

El momento y el escenario eran los propicios y los blancos se consagraron al fin después de tantísimo trabajo y sufrimiento. En una final el que el campeón, como se esperaba, tuvo que padecer, pese a lo que diga el marcador, porque sólo en la recta final logró el equipo de Laso dar la puntilla a tan duro y pegagoso enemigo.

Después de dos frustraciones consecutivas, con un verdadero fracaso el pasado año, el Real Madrid se adjudicó la ansiada Euroliga, con venganza incluida ante el Olympiacos, el rival que le cerró las puertas de la gloria en 2013 y, precisamente, el mismo ante el que había conquistado el título más preciado por última vez en 1995. La Copa de Europa llegó, como los otros títulos anteriores del Real Madrid de Laso, deslumbrando, con un técnico amante del basket ofensivo y espectacular que llegó a estar en el alambre y supo aguantar, y con un equipo liderado en la gran final por el sacrificio, y no por las grandes estrellas, sino por los secundarios.

Porque el Real Madrid que triunfó y no falló a su ilusionada afición fue de muchos que no parecían llamados para tal gesta. Propulsado por el carácter y los triples de Andrés Nocioni, un refuerzo que a algunos les parecía viejo para tan ambicioso reto. También por el tiro exterior de Jaycee Carroll y Jonas Maciulis, decisivos en momentos clave, cuando el Madrid más lo necesitaba. La novena es el broche de oro a la paciencia, el esfuerzo, y la apuesta por una idea a la que nunca renunció Laso y a la que se ha sumado una plantilla que mezcla talento, garra y espíritu ganador.

Con 15 rebotes más

Hasta los blancos, con su defensa colectiva y un juego exterior letal, incluso sobreponiéndose a las tempranas personales de sus pívots (al final el Madrid sumó 40 rebotes frente a 25 de los griegos, cuando tan criticado era su juego interior), lograron enterrar la leyenda de Vassilis Spanoulis con su mujer embarazada. El Madrid no permitió que se llegase a un desenlace igualado y volviese a aparecer por tanto el temido dios heleno.

Spanoulis se despidió con sólo tres puntos y el que alcanzó el cielo fue en cambio un bloque dirigido con maestría en la pista por Sergio Rodríguez en el momento de la verdad, cuando en el último cuarto se juntaron con el canario los héroes inesperados en esta Final Four, como Nocioni, Rivers, Carroll o Ayón, que a los dos minutos y medio y llevaba dos personales pero salió al final para potenciar también una defensa entregada al límite para anular al Olympiacos

El Madrid dejó en sólo nueve puntos a los griegos en el segundo período y en 13 en el último, aunque cuando verdaderamente comenzó a fabricarse la Euroliga fue en el tercero, porque después de sufrir un parcial de 0-12 (40-41), apareció la ametralladora Carroll: tres triples seguidos y 11 puntos en ese período para enfilar el camino al cielo. El estadounidense fue entonces determinante y uno de los jugadores decisivos de la final, y aunque el Madrid, sin continuidad hasta el último cuarto ante tanto guerrero griego, nunca se dejó doblegar, si no es por Maciulis en el segundo...

La remontada, con Maciulis

El Madrid que tan atascado estuvo en el período inaugural y llegó a estar siete abajo (15-21), resucitó entonces gracias al alero lituano, aunque también ya también a la ayuda de Nocioni, cuando los primeros espadas blancos estaban desaparecidos. Maciulis, con dos triples consecutivos y otros tres puntos levantó a su equipo y también al Palacio, para iniciar la remontada con un parcial de 13-4. Perdía el Madrid por siete (15-21) y con el tiro mortal de Maciulis se puso 28-25 y se tranquilizó.

Esa reacción madridista estuvo fraguada, sobre todo, con la segunda unidad y una defensa en zona que desesperó a los griegos: ni siquiera la decena de puntos en el segundo cuarto. Con Olympiacos negado desde el exterior y desde la línea de personales, con 6 de 14 tiros libres al descanso. También comenzó muy nervioso el Real Madrid, en su caso en los tiros de dos, y lastrado porque casi todos sus jugadores, salvo Nocioni y Maciuli, estuvieron mal hasta el descanso, atenazados por la presión y una defensa griega incomodísima. Pero Carroll estaba esperando su momento, igual que todo el Madrid, para potenciar su juego colectivo y volver a reinar en Europa tras tan larga espera y tantísima exigencia.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios