El nuevo desafío del correcaminos

El pasado 22 de febrero, cuando cruzó la meta del Ultraman de Florida, hubo un antes y un después en la vida de Miguel Ángel Tortajada. Acababa de entrar en un selecto grupo de devoradores de kilómetros. Una proeza inimaginable en 2012, cuando ni practicaba el 'running'. Pero le atrapó el deporte de alta resistencia y comenzó a dar pasos de gigante. Ahora puede presumir de ser el primer deportista de Valencia en competir en esta exigente modalidad de triatlón. Un logro que le ha marcado a nivel personal. Y que ha quedado grabado en su piel. Al finalizar con éxito aquella prueba estadounidense, se tatuó en el tobillo una frase: 'The time is now' ('el momento es ahora'). La expresión se ha convertido en su lema, en su nueva filosofía. Una mentalidad que le ha llevado a poner los cinco sentidos en otro desafío: el Mundial de Hawaii.

Ya ha finiquitado los trámites de inscripción al Campeonato del Mundo, que se celebrará entre el 27 y el 29 de noviembre. Tiene una plaza garantizada. «Cuando terminé Florida me dijeron que casi seguro me seleccionarían para el Ultraman de Hawaii. Y efectivamente me han aceptado. Me toca otra vez entrenar mucho, pero voy a muerte. Y encima en Hawaii, la meca del triatlón. Quedan meses para prepararlo bien y mejorar las cosas que fallaron en Florida», explica Tortajada.

El pasado mes de febrero se convirtió en el primer ultraman de Valencia. Y en Hawaii, donde habrá sólo dos españoles entre los 40 participantes, será el único representante de la Comunitat. Coincidirá con el catalán Toni Marsal.

Tortajada, de 30 años, debe mentalizarse para su próximo reto: «Cuando empecé con esto hace dos años, veía vídeos de gente que había hecho ultraman y pensaba: 'qué pasada'. Aún no he asimilado lo que conseguido hacer, prepararme durante tantos meses y finalizar el Ultraman de Florida sin lesionarme ni nada. No soy consciente».

Se trata de una de las pruebas más duras del mundo. Se divide en tres días: el primero son 10 kilómetros nadando y 145 en bicicleta; el segundo, 276 pedaleando y el tercero, 84 corriendo a pie. En total, 515. Y hay un tiempo límite de 12 horas para concluir cada jornada.

«En Florida casi todos eran más mayores que yo. Y con un curriculum envidiable. Yo era el segundo más joven. Conocí a Juan Craveri, que lleva 10 ultramans, 48 ironmans e infinitas pruebas durísimas. Había estandartes del deporte de resistencia. Se hace como una pequeña familia». Tortajada acabó en mitad de tabla: «Quedé en el puesto 20 de 40. Si no terminabas un día dentro de las 12 horas permitidas, te dejaban seguir pero ya no eras 'finisher', sino participante».

Se muestra orgulloso: «Cada día estuve sobre unas 10 horas y media. El tiempo total de los tres días sumados me salió a 31 horas y media clavadas. Muy bien, no pensaba que me iba a salir tan buen tiempo. Y no tuve ninguna lesión grave».

La fortaleza psicológica resulta clave. Y sólo tuvo un momento de flaqueza. «Nunca pensé que no lo iba acabar. Pero el tercer día, el de la carrera a pie, la cabeza me jugó una mala pasada en el kilómetro 55. Fui contando unos postes de madera que había durante la carretera para intentar olvidarme. Al final desapareció ese pensamiento y seguí con normalidad. Es una carrera que te enseña mucho a conocerte a ti mismo y a tu cuerpo. Eres un privilegiado por estar ahí», recuerda.

Será el primer deportista de la Comunitat Valenciana que acude al Mundial de Hawaii. Tortajada se encontrará unas condiciones adversas: «Me imagino que va a ser más duro que Florida. Y Florida fue muy duro. Entrenaré para superarlo». La exigencia resulta máxima en las tres disciplinas.

«La natación es en mar abierto y, con agua salada, la deshidratación es mayor. Los labios y la lengua se hinchan. La bicicleta es bastante más dura por el desnivel positivo. Hay mucho volcán. Y la carrera a pie se hace con una humedad y un calor espectaculares», apunta. Viajará a Hawaii con el nutricionista Carlos Ferrando, el fisioterapeuta Cristian Contador y David Baldoví.

Las pruebas de alta resistencia han dejado huella en la personalidad de Tortajada. «Me ha cambiado la vida. Me estoy haciendo más bohemio. Valoro más el esfuerzo. Es algo que me estoy trabajando yo y lo estoy consiguiendo. Y no soy ninguna súper estrella del triatlón. Sé que no voy a vivir del deporte. De lo que rodea al deporte, puede ser», comenta el valenciano, quien ha abierto un negocio relacionado con el entrenamiento y la alimentación.

Ya ha empezado a confeccionar su calendario de cara al próximo año: «Quiero centrarme más en marchas en bicicletas de montaña, como la Titan Desert. Me gustaría hacer también el Ironman de Lanzarote».

Ha dado un salto descomunal. «La gente me preguntaba: '¿No has corrido mucho?'. Reconozco que a lo mejor tendría que haber esperado más tiempo y saborear un poco más esto. Pero el momento es ahora. 'The time is now'. Por eso me lo tatué cuando terminé en Florida. Esa frase se ha convertido en mi estilo de vida», señala Tortajada.

Un correcaminos que se inspira mientras supera sus límites: «Hay veces que nos centramos demasiado en el futuro o pensamos demasiado en el pasado, en lo que hemos hecho mal o bien, y no vivimos el momento. Y hay que disfrutarlo».