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Centenares de corredores aguardan el inicio de la '15K Valencia abierta al mar' de ayer. :: damián torres
Una carrera cum laude

Una carrera cum laude

El junior Jaouad Tougane deja atrás a todos sus rivales en la avenida de Tarongers para llegar en solitario a la meta

MOISÉS RODRÍGUEZ

Lunes, 2 de marzo 2015, 00:11

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«¡Siempre logras lo que te propones!», exclama un joven nada más alcanzar la meta de la '15K Valencia abierta al mar'. Se dirige a su novia. Aún le quedan fuerzas para abrazarla, alzarla y besarla. Ella sonríe, satisfecha. Como Lorena, que no puede reprimir el llanto: «Hace pocas semanas nunca salía a correr. Hacía natación, pero esta es mi primera carrera». Atletas que alzan lo brazos tras completar los 15 kilómetros, otros se limitan a mirar el móvil para analizar su marca, algunos se llevan el pulgar a la boca para dedicárselo al hijo que está a punto de llegar, y hay muchos y muchas que recorren los últimos metros con su bebé en brazos o de la mano de su niño pequeño.

Son historias anónimas. Ejemplos de entrenamiento incansable sólo por afán de superación. Los hay que corren con peluca, disfrazados o con camisetas reivindicativas, como el vencedor absoluto, Jaouad Tougane. Incluso se vio alguna elástica del Valencia y seguro que más de uno, nada más atravesar la meta, emprendió la contrarreloj que suponía ir a casa a ducharse y llegar a tiempo a Mestalla.

La mayoría repetía el patrón: sonrisa y gestos de cansancio. Satisfacción en los miles de runners que alcanzaron la meta de la Marina Real Juan Carlos I. Antes habían sufrido en los 15.000 metros de un circuito que discurrió por el litoral de la ciudad. Desde la avenida del Puerto, por la que se pasó dos veces, hasta las inmediaciones del edificio Veles e Vents, después de remontar el paseo marítimo.

Esa fue la marcha triunfal con un junior con alma de reloj suizo. Muchos se sintieron victoriosos, a pesar de llegar muchos minutos después que Jaouad Tougane. Nadie pudo seguir a un atleta que se marcó una '15K Valencia abierta al mar' de cum laude. Impuso un ritmo vertiginoso de tres minutos el kilómetro y nadie pudo aguantarle más allá de los primeros 5.000 metros.

Él hizo la segunda criba. Porque el primero en colocar las banderillas fue Abderrahim el Jaafari. En cuanto se dio la salida en la avenida del Puerto dio un tirón endiablado que sólo pudieron resistir otros nueve atletas. Impasibles, concentrados. Ni siquiera les turbó el ladrido de un perro que intentó lanzarse a sus pies. Se lo impidió su amo, uno de las decenas de vecinos que quisieron animar a los corredores.

Esos primeros cinco kilómetros fueron al despiste. Aparentemente todos estaban fuertes. Podía preverse otro final al esprint, como el de hace un año, cuando se coronó Adil el Hand. El campeón de 2014 también estuvo en el grupo de los favoritos, aunque no tuvo opciones de llevarse la victoria.

Los corredores de élite fueron quemando metros. Daban la sensación de estar pletóricos. Nada de agua en el avituallamiento de los cinco kilómetros. Mensaje de 'yo estoy perfecto, ¿y tú?'. Pero el que no quiso jugar de farol fue Jaouad Tougane. El marroquí, un atleta que ha irrumpido con fuerza en las carreras populares, no daba un metro de respiro. Cuando se cumplió un tercio de la carrera ya sólo le resistían Abderrahim el Jaafari y, ya unos metros más lejos, Víctor Aravena.

Se sentía fuerte, superior. No tenía la menor intención de aflojar ni de plantear una carrera estratégica que pudiera jugarle una mala pasada al final. Mantuvo su ritmo asfixiante y, al final, ahogó a Abderrahim el Jaafari. También marroquí, no pudo mantener el rimo de Jaouad Tougane, que se doctoró en la avenida de Tarongers.

Transitó en solitario junto a las universidades y ahí se vio que era el hombre más fuerte de la carrera. En el kilómetro 10 sí que cogió agua. Un par de tragos. Despacito. Paladeándolos como el buen vino. Como empezando a saborear su victoria. Detrás ya empezaba a sufrir Abderrahim el Jaafari, que empezaba a notar el aliento de Víctor Aravena. El chileno mantuvo su ritmo y aprovechó al máximo las fuerzas con las que llegó a los últimos 2.000 metros de la '15K Valencia abierta al mar'.

«¡Venga Víctor, vamos!», le gritó alguien ya en la playa de las Arenas. Había dado ya buena cuenta de Abderrahim el Jaafari, el hombre que hizo la primera criba, pero que tuvo que conformarse con el tercer puesto en el podio.

En categoría femenina, el gran vencedor fue el Serrano, club que conquistó un meritorio triplete. Se impuso Isabel Checa, que llegó dos minutos antes que su compañera Marta Esteban, quien con los de ayer ha corrido 151 kilómetros, en su preparación del maratón. Tercera alcanzó la meta Amelia Martín.

Seis atletas se subieron al podio y se embolsaron los premios de la '15K Valencia abierta al mar', pero junto a ello hubo miles de ganadores: todos los que completaron una cita que, bajo un sol primaveral, demostró que ya está asentada en el calendario de la ciudad.

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