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Martes, 9 de mayo 2017, 14:42
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Durante el último partido de la liga escocesa entre el Dundee y el Kilmarnock, el colegiado internacional Craig Thompson, al ver a su propio juez de línea vomitar, le sacó la tarjeta roja ante la incredulidad y la sonrisas del público asistente.
Todo ocurrió cuando el jugador local se disponía a lanzar un saque de esquina cuando el linier se puso a vomitar junto a él. El árbitro se percató de lo sucedido y se acercó a ver lo que ocurría, lejos de mostrar preocupación el colegiado se lo tomó con humor y le mostró lo cartulina roja.
Por fortuna, el asistente se recuperó sin ningún problema y el partido continuó. Al final, el encuentro acabó con la victoria visitante por la mínima.
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