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Alexandra Jiménez rueda una secuencia de la ficción. movistar+
«Esta serie  es necesaria  e incómoda»

«Esta serie es necesaria e incómoda»

Alexandra Jiménez es Julia, la médico militar de 'La Zona', la serie de Movistar+ ambientada en una catástrofe nuclear en el norte de España.«Da miedo», dice

MIGUEL ÁNGEL ALFONSO

Viernes, 3 de noviembre 2017, 00:28

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A veces, la reacción del ser humano ante una catástrofe puede llegar a ser peor que la catástrofe en sí. Sobre ese asunto reflexiona 'La Zona', la serie de Movistar+ cuyo segundo capítulo ya está disponible bajo demanda para todos sus clientes, y que se ambienta en medio de un accidente nuclear que tiene lugar en el norte de España. En medio de todo está el personaje de Alexandra Jiménez (Zaragoza, 1980), la médico militar Julia, encargada de atender a los trabajadores que descontaminan el área de exclusión. «Se está constantemente enfrentando a ella misma», confiesa.

- Da miedo pensar que esto podría ser posible.

- Sí, da mucho miedo. La serie no deja de ser una distopía, pero es algo probable y que, de hecho, ha ocurrido en otros lugares como Fukushima o Chernóbil. Conocemos las consecuencias y atemorizan bastante, es algo terrible, sobre todo al ser conscientes de las reacciones de la gran mayoría de la gente.

- Siempre hay quién saca tajada de las desgracias.

- Creo que representa muy bien lo que es el ser humano en esencia ante una situación tan devastadora como esta. Hay quien se humaniza y quien se aprovecha de las circunstancias para sacar beneficio de la situación, pasando por encima de quien sea. Es una reflexión necesaria en estos tiempos. E incómoda, como la propia serie.

- Y en medio de todo, su personaje, la médico Julia...

- Ella se siente muy sola dentro del gran conflicto que le rodea. Además, se está constantemente enfrentando con ella misma. Está al servicio de los afectados por la catástrofe, pero tiene información comprometida que en su momento no ha sido capaz de sacar a la luz por miedo a hacer más daño, y eso pesa en su moral como una losa. Cuando estoy rodando una serie intento buscar un camino y crear un mapa, que muchas veces es diferente al que se transmite cuando ves el trabajo terminado. En este caso hay muchos elementos que cambian lo que tenía pensado de antemano. Creo que han hecho un trabajo que es una pasada.

- ¿Fue duro el rodaje?

- Eduard (Fernández) ha sido la persona que más ha tenido que currar en el rodaje, prácticamente está en pantalla constantemente. Pero, para los demás, el trabajo ha sido muy duro física y emocionalmente, hemos acabado todos cansados.

El juego de las audiencias

- ¿Afecta mentalmente la idea de la radiación, aunque sea cosa de guion?

- Sí, ese mundo contaminado estaba tan bien plasmado, lo hicimos tan real entre todos, que llegaba a casa y lo primero que me apetecía era ducharme.

- ¿Cómo es rodar con los hermanos Sánchez-Cabezudo?

- Trabajar con ellos es una maravilla, porque tienen mucha inteligencia y capacidad de generar datos e información y luego darles forma. Es un lujo poder estar a su lado.

- Esta serie es un ejemplo de que se están haciendo cosas diferentes en televisión.

- Los proyectos ahora son más concretos, ya no hay que satisfacer a todos los miembros de una familia o a los espectadores de una determinada franja horaria. Ahora se pueden contar cosas enfocadas a un público concreto, y que ese público elija ir a buscar ese producto. La televisión ahora es muy diferente a lo que hacíamos hasta ayer.

- ¿En qué se diferencia?

- No lo puedo comparar con nada que haya hecho antes. Es adentrarme en otro universo y dejarme empapar por él. Me he dejado afectar porque era inevitable no hacerlo con la atmósfera tan densa del rodaje. He tenido que aprender a trabajar en esa situación.

- ¿Agradece no tener que estar pendiente de las audiencias?

- Sí, desde luego. Puede llegar a ser algo tremendamente estresante y lo más simpático del asunto es que, por mucho que las mires, no van a subir ni a bajar. Es el juego de la tele.

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