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Parker Schnabel se hizo cargo de la mina familiar cuando tenía 16 años. A sus 23, ya ha extraído 13 millones de euros del subsuelo canadiense. R. C.
Los nuevos mineros de Klondike

Los nuevos mineros de Klondike

Discovery Channel estrena este domingo la octava temporada de 'Fiebre del oro',un 'docushow' que muestra la forma en que se extrae el valioso mineral en pleno siglo XXI

MIGUEL ÁNGEL ALFONSO

Martes, 14 de noviembre 2017, 00:15

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La imagen popular que se tiene de los mineros del Klondike, al noroeste de Canadá, es la de un grupo de buscavidas desarrapados y en blanco y negro. Sin embargo, la extracción del oro ha cambiado mucho desde las migraciones que produjo su búsqueda de una costa a otra de Estados Unidos a mediados del siglo XIX y que movieron a más de 100.000 personas. Ahora, el canal Discovery Channel revive 'La fiebre del oro' (este domingo, 22.00 horas) con la octava temporada de un 'docushow' protagonizado por varios equipos de trabajadores que en pleno 2017 han dejado el pico y la pala aparcados y se valen de máquinas monstruosas para conseguir el valioso metal. Entre ellos el joven Parker Schnabel, de sólo 23 años. Él busca fortuna en Alaska soportando encuentros con osos poco amistosos y temperaturas que a veces llegan a los 40 grados bajo cero.

«Es normal que la gente me pregunte, pero no sé lo que me impulsa a dedicarme a la minería de oro. Creo que no se trata de dinero, aunque eso es bueno, pero probablemente sea la libertad que gozamos y nuestro estilo de vida. Realmente disfruto con la minería en el Klondike. Es un lugar hermoso», explica el minero.

La minería de oro actual es un negocio de riesgo en lo económico, en el que es fácil arruinarse. Las tierras se suelen alquilar durante una temporada de seis meses con un precio que oscila entre los dos y tres millones de euros, pero eso no garantiza el éxito de la apuesta. Con 16 años, Schnabel tomó las riendas de la mina familiar, demostrando que tenía el suficiente valor como para dirigir a trabajadores que le doblaban la edad. Ya ha cosechado 13 millones de euros en el subsuelo del Klondike.

En esta temporada de 'Fiebre del oro', la rivalidad entre los distintos equipos de extractores alcanzará cotas inéditas, convirtiendo lo que hasta ahora era una dura competencia en una guerra a cara de perro. «Me he llegado a apostar cien onzas de oro, unos 100.000 euros, con otros mineros por ver quién extrae más mineral. Te pones un poco nervioso porque es mucho dinero, pero si es a trabajo duro nadie me gana», confiesa Schnabel.

Relaciones humanas

- Es usted todo un hombre de negocios...

- En realidad soy terrible para medir los precios del oro, ser capaz de hacerlo bien, así que ese definitivamente no es mi fuerte. El oro ha sido un metal precioso durante miles de años y creo que continuará siéndolo, con cualquier política mundial, pero se puede jugar a esto de buena y mala manera.

- ¿Va a seguir siendo minero el resto de su vida?

- No creo, hay muchísimas cosas que quiero hacer y en algún momento lo dejaré, cuando vea que ya no disfruto con esto.

- ¿Por qué cree que algo como la minería tiene tanto éxito televisivo?

- Cada uno de nosotros aportamos algo muy diferente al programa. Todd es un gran conversador y soñador. Y Tony es una persona fascinante, uno de los tipos más interesantes que he conocido, y que probablemente encuentre. Creo que al final a los espectadores les interesan las relaciones humanas, sobre todo en un lugar como este. Tienen curiosidad, aunque yo no estoy aquí para emocionarme.

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