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Iñaki López: «Para pelearme soy un desastre»

Iñaki López: «Para pelearme soy un desastre»

Iñaki López presenta 'La Sexta noche'. «Después de cada programa no puedo dormir», admite

FRANCISCO APAOLAZA

Martes, 22 de julio 2014, 00:00

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¿A cuál de todos los tertulianos de 'La Sexta Noche' elegiría para remar en una piragua en pareja?

Probablemente iría a remar con José Aroca. No lo elijo por nada, pero es el que más en forma está de todos.

¿Y con Alfonso Rojo?

Con Alfonso me iría más a un tugurio de apuestas ilegales. A él lo veo más en eso. Para hacer el gamberro una noche sería mi campeón.

¿Y con Francisco Marhuenda?

A Paco Marhuenda lo veo más de guía de un museo arqueológico.

¿Le está llamando viejuno?

No, lo elijo porque sabe mucho de Historia. Es un hombre más templado y muy culto que sabe muchas cosas.

¿Desde que presenta el programa ejerce de moderador en las comidas de familia en Navidad? Ya sabe, las discusiones con el cuñado...

No tengo tanta familia como para tener que ser el árbitro, pero no, me quedo en mi mundo.

¿Ha aprendido a discutir?

Me altera discutir pero cuando creo que tengo absolutamente la razón me cuesta soltar la pieza. Para que salte y ocurra eso, tiene que ser algo flagrante y doloso, porque por lo general soy tranquilo. Por ejemplo, si me hacen una pifia en el coche conduciendo, no sé ni dónde está la bocina. No soy como esos que admiro, que en cuanto les molestan pegan un pitido en un milisegundo. Cuando voy a tocar el claxon, el otro ya va por Burgos. Para pelearme soy un desastre.

¿Teme que le envenene un compañero presentador de televisión para hacerse con su puesto? Ahora mismo es una perita en dulce.

Estamos en un momento dulce, pero este medio es caprichoso. Tarde o temprano alguien de la competencia dará con la tecla y pasará algo. Un año en televisión es como un año para los perros, que equivale a siete en una vida humana. Todo terminará algún día y hay que estar mentalizado de que es así.

Después del programa, ¿se toman unas copitas para amansar las conciencias?

Salimos a las dos y media de la mañana después de una jornada agotadora. La sección más juvenil sí que se junta para tomarse unas cañas. Yo no. Estoy agotado, pero me cuesta conciliar el sueño por el estrés del programa, así que utilizo todos los trucos de siempre: leche caliente, un baño, los programas deportivos.

¿Le habla en sueños Pablo Iglesias?

Por suerte no se meten en mis sueños ni Iglesias, ni Eduardo Inda, ni Marhuenda. Son encantadores, y una cosa es lo que ocurre en directo y otra fuera, en persona. De momento no ha ocurrido que me hablen dormido.

¿Cree que si los invitados tuvieran armas se dispararían?

Dispararse tal vez no, pero echar la mano a la funda del revólver, seguro.

¿Ha pensado en hacer un programa desde un campo de 'paintball'?

Tendría audiencia, seguro, y Alfonso Rojo probablemente sé que se apuntaría el primero, pero a otros no me los imagino dando balazos por El Pardo.

¿Algún día criarán tertulianos en cautividad como sucede en otras cadenas como Telecinco?

Telecinco ha hecho el producto perfecto porque provocan situaciones que comentan ellos mismos. Los tertulianos de 'La Sexta Noche' en 'Supervivientes' darían para una trilogía que ni 'El Padrino'.

¿Se imagina las pruebas físicas?

Estaría la cosa desigual.

Al borde del botulismo

Ahora que está de moda la película 'Ocho apellidos vascos' podría pensar en buscarse una novia andaluza. O un novio.

Soy más de novia. No me he planteado buscar pareja tan lejos, pero los vascos estamos de moda en Madrid y vista la experiencia de algunos de mis amigos, tenemos mucho que agradecerle al director de la película porque hemos ganado mucho crédito.

Me cuentan que es un desastre como cocinero vasco.

El papel de vasco lo hago bien como gourmet. Me gusta comer todo lo bueno y todo lo critico, pero cocinando. No sé cómo no tengo botulismo. El pescadero del mercado no me ha visto la cara en años. No paso de los huevos fritos y de algún empanado gracioso para el pollo. Desastre.

Soltero, famoso y motero...

La moto me relaja mucho, pero no soy un motero de esos que van con un pepino y un mono de colores. Tengo una Harley y doy mis paseos. Me encanta perderme por ahí.

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