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Jennifer Lawrence, durante su tropiezo en la ceremonia de 2013.
Los consejos de la Academia a los ganadores

Los consejos de la Academia a los ganadores

Los nominados reciben unas instrucciones visuales para que realicen un discurso acertado: breve y original

Rodrigo Errasti Mendiguren

Viernes, 19 de febrero 2016, 11:07

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Un discurso de cinco minutos de Greer Garson cuando fue la mejor actriz de 1942 por 'La señora Miniver' originó una nueva máxima en los Oscar. Si suena la música, el premiado de turno debe interrumpir su discurso e irse. Y sin quejarse porque atrona la música. Algunos como Cuba Gooding Jr. se pusieron a gritar por encima de ella, recordando su amor por todo el mundo, en especial por un Tom Cruise que era su compañero en 'Jerry Maguire', hasta que al final consiguieron que el auditorio se levantase para aplaudir su entusiasmo y espontaneidad. Mejor eso que lo que hizo Julia Roberts, que mandó parar al director de orquesta y encima le cambió el nombre: llamó Tom a Bill Conti. Para que esa invitación de despedida no se produzca, a los nominados la Academia les aconseja originalidad y para ello, les entrega un DVD con unas recomendaciones de lo que no deben hacer si ganan.

1. Sin listas ni papeles

En el año 2000, Pedro Almodóvar ganó con 'Todo sobre mi madre' el premio a la mejor película extranjera de habla no inglesa. Penélope Cruz anunció con un "¡Pedrooooo!" al manchego, que después en su discurso pidió perdón por mostrar una lista (esas que le habían recomendado no usar antes de la gala) ya que quería dar las gracias a varias vírgenes y santos a los que su familia (hermanas y madre) había pedido ayuda.

2. Subir por las escaleras

Roberto Benigni, cuando ganó el premio a la mejor película extranjera de habla no inglesa por 'La vida es bella', se paseó pisando los respaldos de los asientos del patio de butacas para subir al escenario. Abrazó a Sofía Loren, que había desvelado el premio con un poco protocolario: "¡Roberto!" El actor y director subió los escalones como un canguro y luego mezcló el italiano y el inglés en su discurso. Al año siguiente, Benigni completó la tradición y presentó el galardón a la mejor actriz principal. Billy Crystal bromeó y le vigiló con una red de pescar.

3. Naturalidad

Cuando Martin Scorsese logró su primer galardón a mejor director con 'Infiltrados' bromeó diciendo: "Por favor, volved a mirar en el sobre". Kate Winslet también confesó que había soñado con el momento muchas veces e incluso practicado con un champú y mirando al espejo su discurso. En él quería dar las gracias a su madre y a su padre, al que el día clave no veía en el auditorio. Le pidió que silbara para poder ubicarlo y su progenitor hizo un sonido que usaba con el ganado que provocó el llanto de la actriz y los aplausos de los presentes.

4. No desvelar secretos

Mejor medir las palabras en los momentos de emoción y no desvelar secretos como hizo Tom Hanks, que tras ganar el Oscar por 'Philadelphia', soltó un emotivo discurso en pro de los derechos de los gays en el que habló de la influencia de uno de sus profesores... que no aún había desvelado su homosexualidad. La película 'In & Out', con Kevin Kline como protagonista, nació de este momento.

5. Cuidado con los excesos

Jack Lemmon tuvo que recoger el Oscar al mejor actor por 'Salvad al tigre' con la ayuda de dos voluntarios... porque había bebido demasiado alcohol antes de la gala de 1973. Por su parte, Adrien Brody, el ganador más joven del Oscar al mejor actor principal, estaba tan nervioso que le dio un beso apasionado a Halle Berry... y el año siguiente, cuando tenía que entregar el premio a la mejor actriz como dicta el protocolo, llevó un spray para el mal aliento.

6. No usar carteles

Muchos ganadores han usado su momento de gloria para apoyar distintas causas. La Academia alucinó cuando Richard O'Barry, conocido por su lado ecologista, aprovechó el premio de 'The Cove' para mostrar un cartel con un número pidiendo donaciones para una campaña en pro de la defensa de los delfines. El realizador de la gala tuvo que estar rápido para cortar. Es una de las razones por las que hay unos segundos de retraso en la señal de televisión desde hace unos años.

7. Sin caídas ni ejercicios bruscos

José Luis Garci, pese a la creencia popular por una parodia cómica, no se cayó al subir a recoger el premio por 'Volver a empezar'. Jennifer Lawrence sí se resbaló subiendo las escaleras. 'El lado bueno de las cosas' era la película que le hizo ganar el premio y optó por arreglarlo con una sonrisa y una broma: "¡Yo misma hago todas mis escenas de riesgo!". En 1992, Jack Palance quiso refrendar que estaba en forma cuando subió a por su premio a mejor actor de reparto por 'Cowboys de ciudad' y se puso a hacer flexiones con un solo brazo. Sorpresa para los presentes y gasolina para Billy Crystal, que se salió del guión e hizo bromas con ello el resto de la gala.

8. No interrumpirse y hablar de uno en uno

Cada vez es más habitual ver a varias personas recogiendo un galardón. La productora Ellinor Burkett y el director Roger Ross Williams se pisaron los discursos al recoger su Oscar al mejor documental, aunque seguro que todos recuerdan como Matt Damon y Ben Affleck se interrumpían mientras gritaban en 1998 por 'El indomable Will Hunting' y decían, a voces, que se estaban olvidando a alguien...

9. Escueto... pero no tanto

Alfred Hitchcock, tras recibir el Oscar honorífico en 1969, el único de su carrera, soltó sólo dos palabras: "Muchas gracias" y se dio la vuelta en dirección al lugar por el que había accedido al escenario. Fue su pequeña venganza al menosprecio recibido durante tantos años.

10. Mejor no hablar de política

Michael Moore recogió en 2003 el premio al mejor documental por 'Bowling For Columbine', y tuvo que escuchar críticas cuando gritó: "¡Queremos un presidente de no-ficción!" al hablar de George W. Bush. 25 años antes, en 1978, Vanessa Redgrave criticó al estado de Israel aprovechando su galardón a mejor actriz de reparto y después, según ella misma confesó, tuvo algún problema para encontrar papeles.

11. Emocionarse... con cuidado

Anna Paquin, a sus once años, tuvo un ataque de risa nerviosa cuando recogió el premio por 'El piano' que le tuvo colapsada varios segundos. La emoción embargó también a Charles Chaplin cuando regresó a la ceremonia para recoger su trofeo honorífico, tras ganar un premio por la mejor música original décadas antes y estar casi vetado por sus ideas políticas, y se llevó una ovación de doce minutos, la más larga en la historia de los premios, que casi le provoca el llanto.

Quizá dos de los premiados más originales en estos galardones fueron dos artistas de habla hispana. 'Belle Epoque', en 1994, obtuvo el Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Su director, Fernando Trueba, soltó, con el productor Andrés Vicente Gómez a su lado y en inglés, una frase breve pero impactante. "Me gustaría creer en Dios para poder darle las gracias pero sólo creo en Billy Wilder. Gracias Sr. Wilder". Al día siguiente el famoso director le llamó para darle las gracias: "Hola, Fernando, soy Dios".

El otro galardonado que sorprendió a todos lo hizo en 2005. Jorge Drexler estaba nominado a mejor canción original por 'Al otro lado del río', incluida en la película 'Diarios de motocicleta'. Era la primera vez que se nominaba a un tema en español... pero la Academia no le dejó cantar. Fueron Antonio Banderas y Carlos Santana, más mediáticos que el compositor uruguayo, los que interpretaron la canción nominada; que se impuso a los temas de 'Polar express', 'Los chicos del coro', 'El fantasma de la ópera'; y otro de Counting Crows incluido en 'Shrek 2'. Cuando Drexler subió a recoger la estatuilla, en vez de dar un discurso, cantó dos estrofas de su canción a capella y se despidió con un "Ciao, thank you, gracias" ante la sorpresa de Prince, que entregaba el galardón y al que había hecho una reverencia al saludarlo. Genio y figura.

En resumen, la Academia recomienda ser original y sobre todo breve. Y si algo raro pasa, mejor sonreír... y decir algo natural. Como hizo David Niven en 1974 cuando el espontáneo Robert Opel irrumpió completamente desnudo. "Ese señor sólo ha logrado hacernos reír quitándose la ropa y mostrándonos sus menudencias".

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