Borrar
Urgente El precio de la luz sigue a la baja este Viernes Santo: las horas que costará menos de 1 euro

Y la mujer reinó en los Goya

La directora logra el premio a la mejor película, dirección y guión adaptado en un gala repleta de reivindicaciones feministas | 'Handia' logró 10 galardones, la mayoría técnicos

álvaro soto

Madrid

Sábado, 3 de febrero 2018

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Isabel Coixet fue la cara visible de la reivindicación femenina en la noche de los Goya. Suyos fueron los tres premios más importantes, mejor película, mejor directora y mejor guión, y fue la gran triunfadora de la noche junto con ‘Handia’. Y es que la cinta en euskera se hizo gigante en la noche de los Goya con diez premios en una gala de reivindicación de la mujer, con discursos en los que se reclamaron más papeles femeninos en las películas, la equiparación salarial, más visibilidad y puestos más importantes en la industria, reivindicaciones a las que Pepa Charro, la ‘Terremoto de Alcorcón’, puso palabras.

La noche empezó fuerte para ‘Handia’. El primer premio fue para Eneko Sagardoy, mejor actor revelación por esta película. Y los siguientes también: vestuario y montaje. El Goya a mejor sonido fue para ‘Verónica’ y más tarde ‘Handia’ recuperó la senda de los premios con el galardón a dirección de producción, mejor dirección artística, dirección de fotografía, maquillaje y peluquería y efectos especiales.

‘Verano 1993’ también aguantó el tirón de ‘Handia’. Carla Simón se llevó el Goya a la mejor dirección novel, un premio para el que competía con ‘los Javis’ de ‘La llamada’, Javier Calvo y Javier Ambrosi. También para ‘Verano 1993’ fue el Goya a la mejor actriz revelación, con Bruna Cusí, y a mejor actor de reparto, David Verdaguer. ‘El autor’ tocó el éxito de la mano de dos de sus actores. Javier Gutiérrez repitió galardón a mejor actor y Adelfa Calvo fue la mejor actriz revelación. La mejor actriz principal fue, como auguraban todos los pronósticos, Nathalie Poza por ‘No sé decir adiós’.

La racha de ‘Handia’ siguió cuando llegaron los primeros premios ‘grandes’: el de guión original se lo llevaron Aitor Arregui, Andoni de Caños, Jon Garaño y Jose Mari Goenaga por la cinta rodada en euskera. Isabel Coixet consiguió el merecido Goya a guión adaptado. En su primer discurso, la directora catalana, que este año ha estado en primera línea por su lucha contra el separatismo y por los derechos de la mujer, dedicó su premio «a las señoras de pelo blanco que llenan las salas». Leiva, con ‘La llamada’, se llevó el premio a la mejor canción original, pero los Goya volvieron a ‘Handia’ con la música original.

Uno de los momentos más emotivos llegó con el Goya de Honor, que recibió Marisa Paredes. Con el auditorio puesto en pie y aplaudiendo a rabiar, Paredes afirmó que «la vida de una actriz es como un tiovivo, como la ruleta de la fortuna». «Yo he tenido la fortuna de que muchos directores confiaran en mí y ellos han tenido la suerte de que yo también confiara en ellos», aseguró. Recordó que, como presidenta de la Academia, tuvo que dar el discurso del ‘No a la guerra’. «Hoy lo volvería a repetir», proclamó. También fue emocionante el aplauso al gran maestro de los efectos especiales en España, Reyes Abades, fallecido el pasado jueves.

En el resto de categorías, ‘Woody & Woody’ fue el mejor cortometraje de ficción; ‘Los desheredados’, el mejor corto documental; ‘Madre’, el mejor cortometraje de ficción; la chilena ‘Una mujer fantástica’, la mejor película iberoamericana; la sueca ‘The Square’, la mejor película europea; y ‘Tadeo Jones 2. El secreto del Rey Midas’, el mejor largometraje de animación.

Mención aparte merece ‘Muchos hijos, un mono y un castillo’, Goya al mejor documental. Dirigida por el actor Gustavo Salmerón, la película tiene una gran protagonista, su madre, Julita Salmerón, que en la gala se hizo con el escenario con un discurso surrealista lleno de naturalidad.

En esta ocasión, la presidenta de la Academia, Yvonne Blake, no pudo dar el discurso anual, en el que se analiza la situación de la industria. En su lugar lo hicieron los vicepresidentes, Mariano Barroso y Nora Navas. «Somos el cine español, una parte de nuestra sociedad, con sus miserias y con sus virtudes. Entre nosotros hay gente de todas las tendencias ideológicas, políticas y sociales. Como todo el mundo, disfrutamos del éxito y aprendemos del fracaso», señaló Barroso. «Desde la Academia reivindicamos a nuestras cineastas. Desde la Academia vamos a ser una referencia en términos de igualdad, respeto y oportunidad», añadió Navas, y mientras hablaba, los abanicos rojos con el lema #MásMujeres se levantaron al aire.

Humor ‘chanante’

Durante los premios, Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla sacaron todo el repertorio del humor ‘chanante’. «Esta es una gala muy importante para las mujeres. Por eso, la presento yo y Joaquín, que es lo más parecido a mi mujer», dijo Sevilla, que bromeó haciendo alusión al actor norteamericano Kevin Spacey (acusado de acoso sexual), con el sexo de los vascos, con Froilán, con los ‘Javis’, con Penélope Cruz y Javier Bardem... Luego Joaquín Reyes se paseó por la platea. Con la colaboración de Paco Plaza, Juan Antonio Bayona y Emily Mortimer, entre otros, Reyes dejó alguno de los momentos más divertidos de la noche.

Entre los detalles que se han revelado pocas horas antes del comienzo de la ceremonia está el crespón negro que ocupa el asiento del recién fallecido Reyes Abades. Ganó durante su carrera nueve premios Goya y estaba doblemente nominado en la edición de este año por ‘Oro’ y ‘Zona hostil’.

Hasta el exterior del Madrid Marriott Auditorium Hotel, escenario en otras ocasiones de reivindicaciones, relacionadas o no con el cine, se a acercado un reducido número de jóvenes con la esperanza de ver a las estrellas.

.

Entre los detalles que se han revelado pocas horas antes del comienzo de la ceremonia está el crespón negro que ocupa el asiento del recién fallecido Reyes Abades. Ganó durante su carrera nueve premios Goya y estaba doblemente nominado en la edición de este año por 'Oro' y 'Zona hostil'.

Hasta el exterior del Madrid Marriott Auditorium Hotel, escenario en otras ocasiones de reivindicaciones, relacionadas o no con el cine, se a acercado un reducido número de jóvenes con la esperanza de ver a las estrellas.

Volver al inicio
Actualización disponible

Publicidad

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios