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Santos Blanco, la estrella de Locomía, murió en un albergue

Santos Blanco, la estrella de Locomía, murió en un albergue

Miles de fans despiden al bailarín rubio, que falleció en Gijón a los 46 años

MIGUEL ROJO

Sábado, 16 de junio 2018, 12:43

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Murió en Gijón, donde vivía desde hace unos años después de dejar atrás su etapa artística. Aquel joven sensible, un gran bailarín a decir de sus compañeros, entró a formar parte del exitoso grupo Locomía en 1991, obteniendo gran notoriedad con sus llamativos atuendos, sus enormes hombreras y sus escenografías con abanicos. Apenas un año después, la formación se disolvió para volver más tarde con nuevos integrantes, pero ya sin este rubio por el que suspiraban sus muchos fans. Todos ellos se volcaron ayer en despedirle a través de las redes. El gran éxito de Locomía en Sudamérica y en España ha hecho del fallecimiento de Santos Blanco López una noticia de repercusión internacional.

El fallecimiento se produjo el miércoles por la mañana, en el Albergue Covadonga de Gijón. Un centro que recibe a transeúntes, pero en el que su presencia no era en absoluto habitual. Según los que le trataron en sus últimos días, era un chico «muy amable, educado y tranquilo». «No se despertó por la mañana», confirmaban a EL COMERCIO desde Tarré Managemente, la oficina artística del actual grupo, que fueron quienes hicieron pública la noticia en la madrugada de ayer. Explicaba Jordi Tarré que, tras su éxito en Barcelona e Ibiza, donde eran auténticas estrellas, los miembros de Locomía que dejaron la formación fueron a buscarse la vida en otros campos, y Santos acabó en Gijón, donde vivía en los últimos años «por motivos profesionales» y se empleaba en un trabajo relacionado «con la rama sanitaria». Y seguramente fue algún mal golpe del destino el que le llevó a pasar sus últimas horas en el albergue en el que le sorprendió la muerte «por causas naturales», a los 46 años.

«Santos llegó a Locomía en un momento álgido y de gran éxito del grupo. Su aparición fue clave para brillar como nadie en ese inolvidable festival de Viña del Mar, en 1992. Su rostro angelical y su cuerpo apasionado por la danza le hicieron inolvidable en este concepto. Por mala suerte, hoy toca despedirse de un ser único que dejó una huella imborrable. El cielo se viste de gala para recibir a un ángel que danzará y brillará con luz propia. Descanse en paz», le despedía desde sus páginas oficiales el grupo al que perteneció. «Todos los integrantes están destrozados», explicaba su mánager, quien confirmaba que la familia, que también había sufrido un duro golpe, había decidido ayer despedir al joven en una ceremonia íntima, tras la que su cuerpo fue incinerado.

Los miembros originales de Locomía fueron Xavier Font, Luis Font, Gard Passchier y Manuel Arjona, pero la formación cambió en varias ocasiones y Santos Blanco se sumó a finales de 1991, sustituyendo a Juan Antonio Fuentes, otro chico rubio que ya no era de los fundadores. Un año más tarde el grupo se separó tras una denuncia del mánager de aquella época, que reclamaba la propiedad de la marca y, tras el proceso judicial que dio la razón al grupo, este se formó nuevamente con nuevos integrantes, pero no logró el mismo éxito y volvió a disolverse. Sin embargo, Locomía sigue actuando hoy en día, con cuatro jóvenes integrantes.

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