Secciones
Servicios
Destacamos
César Campoy
Lunes, 29 de mayo 2017, 11:48
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Tras más de cuatro meses de idas y venidas al estudio, y con la sombra alargada del magnífico 'Revolver' deslizándose, impasible, por el parqué de Abbey Road, el 1 de junio de 1967 aparecía, chillona y deslumbrante, la portada de 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band' en los escaparates de las tiendas de discos de medio mundo.
The Beatles acababan de crear una de las obras de arte más influyentes de la historia de la música moderna, mientras los expertos se frotaban los oídos al descubrir que los de Liverpool habían sido capaces de volver a superarse, de mirar más allá que la mayoría de los mortales.
Medio siglo después (efectivamente, el 1 de junio de 2017), Luis Prado, Paco Tamarit, Alejandro Climent 'Boli' y Eduardo Olmedo, es decir, Señor Mostaza, se suben al escenario del 16 Toneladas valenciano para rememorar aquel disco. Se trata de una cita única, muy similar a la que tuvo lugar, hace 11 años, en el Colegio Mayor Luis Vives. Aquel 23 de febrero, la banda tuvo a bien, ante un puñado de afortunados, revisitar, precisamente, 'Revolver', un concierto que, tiempo después, recuperó el sello Hall of Fame.
Contrastados conocedores de la cosecha del célebre cuarteto británico, Señor Mostaza (sí, como el 'Mean Mr. Mustard, del 'Abbey Road') se nos antojan como una voz más que autorizada para tratar de comprender, bajo el punto de vista de un músico que ha desmenuzado ambos discos, qué supuso la publicación de 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band', en comparación con 'Revolver'. Luis Prado nos saca de dudas: «Yo creo que es llevarlo todo un poco más allá. 'Revolver' es el primer disco con canciones que jamás llevaron al directo, pero creo que esa intención todavía no estaba ahí. En el 'Peppers' es 'la idea': no somos The Beatles, somos Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band. No son canciones para ir de gira: vamos a aprovechar el estudio hasta que nos explote la cabeza», apunta el músico y compositor valenciano, mientras reflexiona en torno a las novedades compositivas y técnicas que hicieron, de este trabajo, una de sus producciones más logradas, a partir de técnicas de estudio poco frecuentadas: «Lo primero que se me ocurre es lo de Paul currándose líneas de bajo muy barrocas para meterlas al final, en vez de formar parte del primer esqueleto de la canción. Lo segundo, el aprovechar todo tipo de recursos de estudio a lo bestia: los ambientes, las orquestaciones, los coros. En lo compositivo, Paul está lanzado, sigue haciendo obras maestras, como 'Shes leaving home'; Lennon empieza a hacer eso de crear como trozos de canción en vez de canciones enteras, pero como tiene tanto talento, y George Martin tiene hallazgos brutales de producción, funciona muy bien. George (Harrison) está aquí más despegado que en 'Revolver'. Dicho esto, ¡me encanta la hindú!».
Ya salió George Martin. El genio de la producción, parte inseparable de The Beatles, como apunta Luis, juega en esta creación un papel indiscutible, genial. ¿Tanto o más que la propia banda? «Sobre su trabajo, basta con escuchar la demo de 'Good morning, good morning', de Lennon, y compararla con el resultado final, o el duelo de cuerdas con instrumentos indios en 'Within you, without you' para hacerle un monumento. La banda, puede que en este disco fuera un poco menos banda, y está claro que es el momento más predominante de Paul como fuerza motriz. Él está empeñado en esa cosa del 'disco conceptual', y, aunque los demás no acaban de seguirle, funciona».
Un disco "del futuro"
Efectivamente, 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band', que celebrará su cumpleaños protagonizando un documental (de manos de Alan G, Parker) y una remasterización de sus criaturas (y algunas otras, inéditas), supuso, definitivamente, la coronación de McCartney como motor del cuarteto, así como una fuente de inspiración en decenas de formaciones. Prado está de acuerdo: «The Beatles eran 'el grupo', y sacaron 'el disco'; todo en plena eclosión hippie, el estudio como instrumento y no como simple reflejo de singles. Hay canciones y arreglos que parece que vienen del futuro».
Para enfrentarse a tamaño reto, el de tratar de ofrecer, en vivo, y en formato cuarteto, todo aquel maremagno de efectos e instrumentaciones, Señor Mostaza ha tirado de imaginación: «La idea básica para aceptar el reto fue que sonara un poco a nosotros. Si te metes en la espiral de imitación de sonidos, de pregrabados, es otra cosa... que también tiene su punto chulo eso de reproducir en directo un disco exactamente, pero para eso necesitas mucha gente, mucho instrumento, mucho pregrabado. En un principio se me ocurrió hacerlo un poco a lo 'Concert for Bangladesh'; meter mucha gente haciendo coros, vientos y con diversos invitados, pero realmente no había tiempo para eso. Hemos sido un poco suicidas y nos hemos ido a ver si uno de los discos más recargados y producidos de la historia pasa la prueba del algodón interpretado por un grupo básico con un cantante pasable», sentencia Luis.
Con esta cita, Prado, Tamarit, Boli y Olmedo continuarán con una tradición, la de revisitar clásicos del pop y del rock, que comenzó hace un par de décadas, cuando The Flauters (la banda en la que militaban los tres primeros) comenzaron a subirse a los escenarios, y que ha mantenido viva el propio Luis en solitario. ¿Habrá más entregas similares? «Bueno, sabes que nos va un poco la marcha en ese sentido; en el de recrearnos con grupos o gente que nos gusta, aunque nunca yendo a la imitación literal. Hace un par de años me encantó hacer lo de 'Señor Mostaza plays Stones', y siempre ha habido hueco para las versiones en nuestros conciertos». Por supuesto, y por si algún fan de la formación no puede asistir a la cita del 16 Toneladas, el concierto será registrado, y editado posteriormente.
Prado disecciona al sargento
-'Sgt Peppers Lonely Hearts Club Band': «No puede empezar mejor un disco bueno, tal vez sí, pero esas guitarras abriéndose paso etre los ruidos de la gente, la voz de Paul, los coros, las trompas Nada, que no la hay».
-'With a little help from my friends': «Pues parece simple, pero es buenísima y empieza el festival de líneas de bajo».
-'Lucy in the sky with diamonds': «John coge un acorde y va moviendo poco a poco una de sus notas, mientras canta quedándose casi en una sola nota y le sale una maravilla alucinógena. Los instrumentos tienen sonoridades extrañísimas y bellas al mismo tiempo».
-'Gettin better': «La primera que no es inmediatamente un hit; hay unas cuantas. Es rarita, es un despliegue de coros brutal, y nuevamente, el bajo es tremendo».
-'Fixing a hole': «Más rarita aún, y más me gusta y la guitarra de George es buenísima».
-'Shes leaving home': «Si decimos que McCartney es un genio, en parte es por canciones como esta. Al igual que en 'Eleanor Rigby', es él solo con los coros de John y George, y un arreglo de cuerdas y arpa simplemente genial. La conexión música-letra es insuperable».
-'Being for the benefit of Mr. Kyte!': «Una de esas canciones que sólo podría estar en este disco. John ve el cartel y le sirve para hacer un tema peculiar, le dice a George Martin que quiere que suene circense, 'oler el serrín', y montan el follón de los trocitos de cinta con órganos antiguos y del bajo, ya, ¡ni hablamos!».
-'Within you, without you': «Me compré el disco en un verano en Irlanda, con 15 años, y mi 'familia' irlandesa me dejaba amablemente estar un rato solo en el salón, que era donde estaba el tocadiscos, para que pudiera escucharlo tranquilamente. Escuchar esto mientras entraba algo de sol era, sencillamente, flipante. ¡Vivan ambos Georges por esto!».
-'When Im sixty-four': «Y luego llegaba esto, tan british y yo seguía mirando la hierba y la callejuela, con sus casitas, y seguía flipando, pero ya de otro modo. Me llama la atención lo bien puesto que está todo: coros, clarinete, la campana cómica».
-'Lovely Rita': «Y como no he hablado de Ringo, éste es un buen momento. ¡Cómo camina esta canción! Mención de honor para el solo trucado de piano de George Martin».
-'Good morning, good morning': «Me chifla, pero me moría de risa cuando oí la demo de John, y la cara que tuvo que poner George Martin al escucharla. Rara y con una letra que tiene ritmo por sí misma».
-'Sgt. Peppers reprise': «Ya lo tenemos muy machacado, pero esas frases cantadas a tres voces son perfectas. No se me ocurren 80 segundos mejor aprovechados. El momento en que entran todos después de la intro de Ringo yeah!!».
-'A day in the life': «Cautivadora, bella, extraña, como inacabada John le dice a Martin que quiere un orgasmo sonoro para incorporar el trocito de canción de Paul, y se saca de la manga la madre de todos los crescendos orquestales. Yo me quedé clavado en mi sofá irlandés mientras mi 'familia' irlandesa se preguntaba si sería un buen momento para entrar».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
¿Cómo llegó una valla de obra a lo alto del Acueducto?
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.