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Alquimia Sonora / Amalia Yusta
Jueves, 23 de marzo 2017, 18:31
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La profusión emocional que ha ido destilando Glen Hansard desde los registros más naïf de The Frames (Star Star, Ship caught in the bay) a ese huracán de cotidianidad en formato The Swell Season, termina de eclosionar cuando Hansard se presenta en solitario. Así es como se subirá a los escenarios de las próximas citas que tiene en nuestro país: Granada, Murcia, Barcelona, Valencia, Gijón y Ferrol serán las ciudades que se enreden en ese A season on the line (2016) que traerá en la funda de su guitarra. El próximo 29 de marzoLa Rambleta de Valencia recibirá el universo compositivo de irlandés a las 21.30h (apertura de puertas una hora antes), y las entradas podéis adquirirlas en Harmony, Discos Amsterdam y Ticketea a 20 ¤.
Es casi imposible separar al Hansard cinematográfico del Hansard que afina su guitarra sobre el escenario. Imposible e innecesario: gran parte del poso de sus composiciones está arraigado en esa visión cinematográfica de ver y sentir los devenires de la vida. De ahí que Rhythm and Reponse (2012) se pueda contemplar como un guión en el que Song of Good hope o Bird of sorrow se convierten en escenas incómodas de verdades apaleadas. Su amistad con John Carney (bajista en The Frames y director de Once, Begin Again o Sing Street, cintas donde Hansard ha participado delante o detrás de las cámaras) es un ejemplo de la longevidad de esa necesaria relación entre cine y música en la trayectoria de Hansard.
A season on the line es el último trabajo en formato EP que nos llegaba hace aproximadamente un año. Descartes de lo que no pudo entrar en su anterior trabajo, Didnt he ramble. 4 temas que batallan desde el rock-blues de tabaco y slider de Way back in the way back when a los atardeceres ocres que se vislumbran en Let me in o ese increscendo dramático que define algunos de los grandes temas firmados por el irlandés (en cualquiera de sus proyectos) que cierra el EP, Return. Dos mitades en las que se divide este trabajo y que marca la propia naturaleza del mismo (grabadas en las sesiones de Didnt he ramble y en mitad de su gira norteameriana).
Glen Hansard no solo abrió en canal cada uno de los aspectos de su vida como músico en aquel film que coprotagonizó con Markéta Irglová, sino que ha seguido haciéndolo en cada nueva canción que edita. Pinceladas de la relación con su padre, sus inicios en la música, rupturas, heridas y miradas furtivas a su propia trayectoria que se nutren de ese cariz dramático con el que empapa el lirismo de algunos temas. Y más allá de lo que podamos esperar, sobre el escenario Glen Hansard se convierte en ese storyteller que no quiere convencer a nadie pero que sabe cómo dirigir nuestras miradas. Encantador de audiencias, exorcista de pasados no sellados, alquimista del pentagrama.
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