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El Meister en el Concierto de Bienvenida de la Universitat de València.
El Meister, magisterio musical que camina entre las bestias

El Meister, magisterio musical que camina entre las bestias

El Meister, alter ego de Javier Vielba (Arizona Baby, Corizonas), presenta 'Bestiario', su debut en solitario, en el Festival de Benvinguda de la Universitat de València

Susana Godoy / @alquimiasonoraw

Lunes, 20 de octubre 2014, 12:41

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Como ya es habitual, el curso académico de la Universidad de Valencia comienza con algo más que libros, apuntes y clases. La música es protagonista otro año más en la bienvenida a los estudiantes con una cuidada selección de propuestas al alcance de todos los públicos y a precios muy asequibles, que además suponen un aporte económico a la campaña Pobreza Cero. Solidaridad y música unidas de nuevo en varias citas a lo largo del mes de octubre.

El viernes era el turno de El Meister, alter ego de Javier Vielba, voz, compositor y frontman de bandas tan sobresalientes como Arizona Baby y Corizonas. Segundo concierto del Festival de Benvinguda en el Jardín Botánico de la Universidad de Valencia, marco incomparable de esta ciudad que dota a los conciertos de un aura diferente, fuera de las cuatro paredes de una sala y con la atmósfera que se crea al estar rodeados de naturaleza.

El resto de condicionantes son responsabilidad del músico que se sube al escenario, y Javier Vielba los puso todos desde el principio. Cercanía, sencillez y la presentación de un primer trabajo en solitario que va más allá del sonido de sus bandas. Bestiario supone el paso al castellano y su confirmación como artista inquieto que no deja de buscar nuevos caminos.

El Meister, heterodoxo cantautor, comenzaba la presentación de esta colección de relatos sobre la condición humana sin ni siquiera estar presente. Chupacabras, bestia imaginaria, sonaba en el Botánico mientras El Meister se aproximaba con paso tranquilo por los caminos del jardín y se subía al escenario. País del Alce y Los Perros Ladran vienen precedidas de muestras de su característico humor, con el que crea un ambiente distendido que disipa la distancia física que se produce con el público en este tipo de conciertos. Doce de cada diez eligen al Meister, y, para los que estábamos allí, la afirmación cobra sentido.

Vielba repasó los temas del breve Bestiario, al que aún le falta cierto rodaje en directo que es suplido con oficio y personalidad. Más cómodo e intenso en las versiones y remaisterizaciones, los temas de su debut en solitario poseen fuerza más que suficiente para brillar en su repertorio en un suponemos que muy breve futuro.

El Oso completa el trío de cortes sobresalientes de la colección de bestias, junto a País del Alce y Los Perros Ladran. Gallo Rojo, Gallo Negro (versión del himno de la lucha antifranquista de Chicho Sánchez Ferlosio) supone el momento más emotivo de la noche, con una interpretación sentida y coherente que pone por momentos variadas emociones en la superficie.

Las remaisterizaciones, versiones tamizadas por su personal visión de la música, le reafirman como músico de variadas influencias. No solo nos deja entrever el punk que lleva dentro, sino que aprovecha para reivindicar la música hecha en nuestro país, defender los grupos de Valladolid y el legado musical de la tierra. Para ello, nos regala tres cantos de vendimia en una oda al vino, en la que la jota castellana se reinterpreta con hechuras de hombre del Mississippi. Excelentes versiones de Los Ganglios (VHS) y Parálisis Permanente (Autosuficiencia), a las que se une Sueño con Serpientes, de Silvio Rodríguez, incluida en Bestiario.

La noche marca su punto de inflexión con el último bis, en el que El Meister se libera de ataduras y presume de fuerza a ambos lados del escenario. A la citada Autosuficiencia se añaden dos temas propios que le llevan a poner un gran broche al repertorio. Logia Personal, el primer tema que compuso en castellano y que se quedó fuera de Bestiario por concepto, brilla en su guitarra y deja entrever que su aventura en solitario contará con nuevos e interesantes capítulos. Autómatas le hace abandonar definitivamente el escenario para entregarse por completo en un baile robotizado y lleno de energía que le funde con el público.

Un cierre cargado de adrenalina y música que deja la noche en un punto álgido que contrasta con la paz del recinto, perturbada momentáneamente por el magisterio de Javier Vielba. Las bestias, mientras tanto, descansan y aguardan entre las páginas de un antiguo códice.

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