Borrar
El escritor Javier Sierra, ganadora del premio Planeta 2017. efe
La literatura corona el Santo Grial de Valencia

La literatura corona el Santo Grial de Valencia

Javier Sierra logra el Planeta con una novela sobre la reliquia que se custodia en la catedral. El escritor ofrece una visión diferente del cáliz que se encontraba en el monasterio de San Juan de la Peña y que Martín el Humano trasladó a la capital del Turia

MIGUEL LORENCI

BARCELONA.

Martes, 17 de octubre 2017, 00:30

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

No es la primera vez que la ficción pone su mirada en el Santo Grial de Valencia, pero ahora un escritor con proyección internacional y con perfil mediático, como Javier Sierra, dedica una novela y justo esta obra, 'El fuego invisible', logra el Premio Planeta 2017. ¿Qué papel juega el grial en el libro? «Es un arquetipo. Todo el mundo cree saber lo que es y casi nadie lo sabe. Creemos saberlo todo y somos unos maravillosos ignorantes. Ofrezco una visión diferente del 'grial', palabra que apareció en el siglo XII en una novela inacabada de Chrétien de Troyes, donde no se dice que sea el grial de Cristo ni la copa de Jesús. Se habla de un objeto que emana una potente luz. No hablo del grial leonés, sino del valenciano, el que se encontraba en el monasterio de San Juan de la Peña, y que Martín el Humano llevó primero a Zaragoza, Barcelona y finalmente a Valencia», responde Sierra.

En la novela que conjugua historia, crimen y misterio, prima este último elemento. «Quiero despertar la curiosidad del lector, enseñarle algo que desconoce. Que mire ciertas cosas con ojos nuevos y enfoque de otra manera cosas que parecen obvias».

David Salas, joven profesor de Lingüística del Trinity College en Dublín, viaja a Madrid en extrañas circunstancias, y allí se verá envuelto en una intriga criminal, en una misteriosa conspiración que derivará en un azaroso viaje en pos del Santo Grial. Así se inicia 'El fuego invisible', la novela que ha convertido a Javier Sierra (Teruel, 1971) en el sexagésimo sexto ganador del premio Planeta. Una aventura narrativa para resolver el origen de una palabra, 'grial', que cambió la historia de Occidente en el siglo XII y que parte de un pregunta troncal: ¿De donde vienen las ideas?. «Trato de resolver este arcano», anticipa Sierra, que combate «los dogmas con las palabras».

«El dogma. Es lo peor. El cáncer de nuestra sociedad. Lo ha sido siempre. Aferrarse a una idea blindada, cerrada. El dogma nos lleva a las guerras, al distanciamiento y la confrontación. Mi lucha personal en todos los niveles siempre ha sido contra el dogma».

Defiende su obra sin fisuras. «Es muy literaria. Está llena de referencias a esa necesidad de explicar de dónde vienen las ideas. Lo hace a través de Valle-Inclán, de Shelley, de Baroja. Me ha costado tres años y medio de trabajo. Muchas páginas tiradas, muchas tramas arrinconadas. No es una novela inspirada ni una revelación. Ha sido muy trabajada. Viene de picar piedra de muchos viajes y recorridos por Madrid, Barcelona y Huesca y mucha investigación».

Sierra recibe el Planeta en un momento muy tenso. «Cuando los creadores de esta tensa situación hagan crítica literaria yo criticaré lo que ellos hacen. Cuando a Alicia Alonso, grandísima dama cubana del ballet, le preguntaron por la política de Cuba, dijo que cuando el comandante hablara de zapatillas de puntas y ballet ella hablaría de política», sostiene. Aún así, considera que la situación en España «se resolverá cuando construyamos un relato positivo y aceptable por todos. Nuestro propósito colectivo debería ser crecer y superarlo. ¿Quién construirá ese relato? Ha de ser alguien con mucho talento. ¿Son nuestros políticos buenos constructores de relatos? Me temo que no, que se lo tienen que hacer mirar».

Nada empeña su victoria con el Planeta. «Está muy bien llegar aquí cuando conoces los mecanismos del éxito literario. No llego deslumbrado, pero sí emocionado. Con 16 años leí mi primer Planeta 'En busca del unicornio', de Juan Eslava Galán. Hace ahora 30 años y ahora él elogia mi novela y me entrega el premio. Se acabaron las decepciones y desconectar el móvil cada 15 de octubre», bromea.

Descarta que la novela se convierta en una película. «'El fuego invisible' está concebida como un artefacto literario. Si se lleva al cine se abarata y se desbarata. Su propósito no es entretener. Quiero enriquecer al lector, llenarlo».

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios