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Reunión. Parte de la Junta directiva de los Amigos de la Poesía.
Guardianes de los versos

Guardianes de los versos

Son unos «románticos» que sobreviven desde 1949 sin apenas apoyo institucional. En la actualidad, van en busca de jóvenes miembros

Noelia Camacho

Sábado, 27 de mayo 2017, 21:55

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Conversar con los Amigos de la Poesía de Valencia es hacerlo con amantes de las artes. Son defensores de lo divino, pero también de lo humano. Tienen la obligación de preservar la producción literaria de los autores valencianos. Se consideran unos guardianes de los versos. Sobre todo, en los tiempos en los que las redes sociales se llenan de microcuentos, Twitter se ha convertido en una nueva plataforma para poetas, frustrados o no, y el 'e-book' forma parte de la vida cotidiana de los lectores.

La entidad sigue peleando contra las inclemencias de la cultura -lo llevan haciendo de 1949, lo que la convierte en la más antigua de la Comunitat- y por la defensa de un género que, aseguran, está a la cola de «los intereses del gran público».

«Compiten» en la región con hasta otras 40 entidades surgidas en las últimas décadas. No obstante, ellos son unos resistentes. Sobreviven por el «esfuerzo y dedicación» de unos 60 socios que suelen reunirse cada semana para organizar recitales, representar obras de teatro y dar visibilidad a los poetas, los «más olvidados» del panorama literario. Trabajan desde la «semioscuridad», manifiesta su última presidenta, la poetisa y compositora Encarna Beltrán-Huertas. Ella, junto a otros tres miembros de la junta directiva de la entidad -Manuel Vélez, Salvador Chapa y Alicia Veracruz- reciben a LAS PROVINCIAS en el momento en el que ultiman los preparativos para organizar la Fiesta de la Primavera, el gran acto que anualmente convoca la entidad.

Y pese a que es inevitable hablar del pasado, del momento durante la posguerra en el que se fundó la agrupación literaria, sus actuales responsables miran al futuro. Se enfrentan a la generación de los 'micropoetas', de esos escritores nacido al calor de las redes sociales, en las que muestran sus textos. Ellos, afirman, siguen siendo unos «románticos», asevera Beltrán-Huertas, presidenta de los Amigos de la Poesía desde hace tres años. Y lo tiene claro: «nosotros hemos sido los primeros que no hemos defendido a los poetas valencianos, debemos implicarnos más y abrirnos, dar cabida a nuevos miembros».

Tanto es así que, en una especie de adaptación a las circunstancias, el colectivo mantiene un blog con plena actividad, donde se recogen todos los actos que organizan, y un perfil de Twitter que, aunque con pocos seguidores -11- también de cuenta de su actividad. En Facebook les va algo mejor. Más de 300 amigos son testigos de sus encuentros, centrados sobre todo en la defensa cada martes de los autores valencianos. También mantienen un blog, actualizado con asiduidad, en el que también informan de su programación.

Sin embargo, en un momento en el que la red se llena de 'hashtag' como '#poetuit' o '#microcuento', durante la conversación, sale la pregunta obligada: ¿Todo el mundo puede ser poeta? Sí y no, es su respuesta. Porque todos ellos, rapsodas de la palabra y el verso, reivindican que «hay que tener una sensibilidad especial», dice Alicia Veracruz, para plasmar incluso los sentimientos más cotidianos.

Todos ellos son poetas. Escriben y, en ocasiones, publican. Es una necesidad para los miembros de esta agrupación literaria. Y pese a ser esos «románticos», no necesariamente lo hacen en un pedazo de papel. «Esta mañana he escrito unos sonetos en el móvil. Se los he enviado a Alicia», comenta Salvador Chapa. Coinciden en que lo hacen «bajo una total libertad». «A veces, incluso, rompemos los sonetos. Te olvidas de la métrica y el ritmo», dice Encarna Beltrán-Huertas. «Son como ráfagas», dice Chapa. Oyéndolos hablar parece que realicen unas composiciones que caben en 140 caracteres. Nada más lejos de la realidad. Son abanderados de que no todo el mundo puede ser poeta.

Y es que, en esa maraña de escritores y poetas modernos, la Agrupación Literaria Amigos de la Poesía tiene un nicho en el que encontrar nuevos miembros. El futuro está más cercano de lo que parece y lo encaran con un reto esencial: la de atraer a los poetas jóvenes. «Los talleres de la Universidad, por ejemplo, también nos hacen la competencia. Nuestro objetivo es volver a contar con los poetas más jóvenes, los que comienzan su carrera. Parece que se espantan cuando nos ven, pero nosotros queremos abrirles las puertas», afirman. Para ello, tienen previsto instaurar unos premios que distingan la creación literaria, que sirvan como acicate para atraer a más miembros. Su objetivo no sólo está puesto en ellos, sino también reivindican que realizan algunas actividades como poesía para niños.

Pero también, insiste su presidenta, en el horizonte se encuentra vincularse de nuevo con las otras asociaciones de estas características del resto de España. «Antes hacíamos viajes, nos movíamos por todo el país. Es el momento de retomarlo», aseguran sus responsables.

Todo pasa por recuperar una visibilización que en los últimos años ha estado, insisten, en la sombra. «Queremos volver a ser el altavoz de los autores», argumentan. No son tiempos fáciles. La competencia, afirman de nuevo, es dura. Pero esta junta directiva, formada por diez miembros, sigue en la batalla. Cada año mantienen la publicación de dos números de una revista que recoge los mejores sonetos de los socios de la agrupación. Es una recopilación, como no podía ser de otra manera, en papel. En ella dan cuenta de las actividades que aún les mantienen en la picota. No tienen muchos medios, cuentan apenas con el respaldo del Ayuntamiento. «Pero para acceder a las subvenciones necesitas una infraestructura, un técnico o un gestor que te ayuda y que conozca los procedimientos de la Administración. para nosotros eso es muy difícil», cuenta Chapa.

Aún así, no tiran la toalla. Intentan buscar el respaldo. Hasta han creado la figura de la Relaciones Públicas, que lleva Alicia Veracruz, para su contacto con los medios y las entidades. «Necesitamos que se oiga nuestro mensaje», reiteran.

Dentro de la valencianía

Su defensa de una literatura más convencional pasa, además, por su apoyo a los autores de la región. «Trabajamos con tesón dentro de la valencianía», asegura Beltrán-Huertas, que lleva tres años como presidenta. También es compositora y ha sido catedrática de Armonía. Para ella, es esencial que los músicos también tengan su hueco en la agrupación literaria. «Antes teníamos un coro, donde poníamos en escena versos de poetas», cuentan.

Son tiempos de nuevas formas de vivir los versos. De romperlos y lanzarlos a la web. El papel parece que no es el mejor soporte. El 'e-book' gana terreno. Pero la Agrupación Literaria Amigos de la Poesía sigue defendiendo el clasicismo de la palabra, la necesidad de los recitales a los que poner voz los sentimientos de los poetas, siguen apostando por las antologías, por las revistas literarias. Tienen redes sociales, pero los guardianes de los versos defienden su importancia social y cultural, con un mayor alcance del que puede tener un simple 'tuit'.

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