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Lunes, 24 de abril 2017, 00:44
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«Esto lo deberían hacer todos los domingos», reclamaba sorprendido uno de los ciudadanos que ayer se encontraron con una pequeña feria de libros en la plaza de la Reina. No se le había dado demasiada publicidad, por lo que la mayoría de personas que se detuvieron en los puestos llegaron seguramente por casualidad, se toparon con ellos mientras paseaban por el centro. Desde el Gremio de Libreros de Lance de la Comunitat Valenciana se reconocía ayer esta circunstancia pero aseguraron que todas aquellas personas que se encontraron con el evento se mostraron satisfechos y les felicitaron por la iniciativa. Fue, por tanto, una sorpresa agradable.
«La idea es que esto sea el germen de una fiesta del libro más grande, en la que tengan cabida todos los integrantes del sector del libro. La mezcla entre libreros de viejo, de nuevo y editoriales ha salido bien. Estaría bien que una vez al año nos uniésemos todos, toda clase de librerías, de editoriales, de instituciones, e hiciésemos un acto más grande, sumando fuerzas, dándole mayor publicidad», explica Miguel Sanz, responsable de la librería El Cárabo, que participó ayer en esta primera iniciativa de trasladar el Día del Libro a la plaza de la Reina.
Un total de quince espacios formaron parte de esta experiencia piloto convocados por el Gremio de Libreros de Lance, que no se limitó a invitar a librerías de viejo. Se fijan en otras ciudades, en las que el Día del Libro toma calles y plazas y piensan que es una imagen que conviene y gusta a todo el mundo. Ayer era pronto para hacer balance de ventas, aunque todos se mostraron conscientes de las limitaciones de una primera vez. Y más con la Fira del Llibre a unos metros, instalada desde el pasado jueves en Viveros.
«Esta ciudad tiene capacidad para albergar distintos actos en torno al libro. Esta no es una iniciativa en contra de ninguna otra, sino complementaria. Nos podemos beneficiar los unos a los otros y hacer una gran fiesta», señala Sanz.
En la Fira se notó que era domingo y que hacía buen tiempo, por la gran afluencia de público, que se espera que se repita hoy al ser festivo. En Viveros uno de los protagonistas fue el escritor valenciano Manuel Vicent, que presentó su última novela, La Regata, de la editorial Alfaguara, en la que el autor vuelve a la Circea de Son de mar para realizar un retrato de la corrupción del Mediterráneo. «Un libro abierto son como dos alas. Leer es una forma de volar», manifestó. Pero la mítica ciudad de Vicent ahora «está más destruida. Por encima de ella han pasado primero la burbuja del cemento, la especulación y la codicia, y después la crisis económica», según informó la organización de la Fira en un comunicado.
Fernando Aramburu, Sarah Lark y Luz Gabás firmarán hoy ejemplares por la tarde en la Fira. El primero acaba de ganar el Premio de la Crítica en castellano, que otorga la Asociación Española de Críticos Literarios. Además se presentará el libro Mercado Central. 100 años de nuestra historia, de Ángel Martínez y Andrés Giménez, en un acto organizado por el propio mercado.
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