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Sala de vistas durante un juicio.
'La justicia y sus puñetas' recoge historias de «amor, odio y deslealtad» en los tribunales

'La justicia y sus puñetas' recoge historias de «amor, odio y deslealtad» en los tribunales

Paco Pardo y Quico-Tomás Valiente hacen una crítica a este poder del Estado "con ironía, siempre con respeto y, cuando se puede, con humor"

José Luis Álvarez

Domingo, 3 de mayo 2015, 08:06

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Las sentencias más increíbles, las resoluciones y las actuaciones más descabelladas dictadas por los jueces españoles en el presente siglo conforman 'La Justicia y sus puñetas. Nueva antología del disparate judicial' (Plaza&Janés), escrito por dos experimentados periodistas de tribunales, Paco Pardo y Quico-Tomas Valiente. Según explica el primero de los autores, este libro -continuación de la 'Antología del disparate judicial' (Plaza & Janés, 2001)-, es también una radiografía de nuestra sociedad a través de los tribunales. Es la historia humana de muchos jueces, una colección de relatos que conforman una Decamerón judicial donde encontramos historias de amor y odio, de éxito y fracaso, de lucidez e incluso locura, de ambición y deslealtad; en suma, de la vida misma, de la condición humana.

Paco Pardo explica que lo que tratan de hacer es una crítica de la Justicia española como poder público, con ironía, siempre con respeto y, cuando se puede, con humor, aunque otras veces dan más bien ganas de echar a correr. Pero nunca hemos creído que la Justicia sea un cachondeo. Así, en las páginas de La justicia y sus puñetas el lector puede encontrar desde como interpretan el sexo sus señorías a una dura crítica a los jueces cuando son prevaricadores, vaguetes, graciosillos, irrespetuosos con el justiciable, intolerantes, homófobos e incluso, sin vergüenza (en dos palabras), que también los hay.

Los autores no han tenido el beneplácito de los jueces para abordar sus actos, lo que en otros tiempos este libro hubiera constituido un desacato. Sin embargo, en democracia, hay que defender las libertades públicas desde todos los ángulos y como periodistas tenemos derecho a criticar sin los corsés que nos ciñen en los medios de comunicación en los que trabajamos. Derecho a la crítica sí, por tanto, pero también reconocemos que es más fácil nuestro trabajo de juzgar a los jueces que el de ellos de juzgar a los ciudadanos, añade Pardo.

Pese a todo, el libro ha tenido una buena aceptación en la judicatura. Hemos sacado los trapos sucios de los jueces, hemos destapado sus vergüenzas y eso no gusta, lógicamente, pero admiten la crítica, destaca este periodista que inició su carrera en la agencia COLPISA. Incluso una señoría (término que utilizo para no concretar su sexo) que aparece en jueces estrella y estrellados nos ha llamado para pedir más que nada comprensión. Algunos de los jueces expedientados tiene problemas humanos como todo el mundo y muchas veces, desde esa perspectiva, se acaba entendiendo cómo pudieran llegar a resoluciones disparatadas; algunos, como en todas las profesionales, tienen problemas mentales y eso se detecta rápidamente, explica el autor.

El libro dedica un capítulo a los famosos y su paso por los tribunales. Y es que sus casos devuelven la confianza en la justicia, porque han demostrado que también los famosos pueden ir a la cárcel, aunque sus penas fueran pequeñas, pero los jueces han tenido sensibilidad social para determinar que ya no valen algunos usos antiguos que evitaban la prisión para condenados a penas menores y sin antecedentes.

Incluso el fenómeno OVNI tiene cabida en La justicia y sus puñetas. Según Pardo, son situaciones graciosas que evidencian que la realidad supera también no solo la ficción, sino la ciencia ficción. Pero que sepamos, todavía no están aquí entre nosotros, aunque algún juez que retratamos en el libro tenga más que ver con los marcianos que los propios marcianos, si es que existen.

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