Un escaparate para el arte valenciano

La muestra, bajo el título 'Art contemporani de la Generalitat Valenciana. Primers moments', se inauguró ayer y perdurará hasta el 16 de septiembre. Ocupa un espacio de más de mil metros cuadrados con obras de diferentes disciplinas como pintura, escultura, instalaciones, fotografía, vídeo, murales o técnicas mixtas. Todas ellas guardan un «equilibrio territorial y de género». De las 33 obras, 18 son de hombres y 17 de mujeres, y por comarcas, 9 artistas proceden de Castellón, 11 son de las comarcas de Alicante y 13 de las de Valencia.

Con esta adquisición, para la que se destinaron 512.853 euros, y esta muestra se busca «impulsar, visibilizar y enriquecer el patrimonio cultural valenciano», expresó el conseller de Cultura, Vicent Marzà. «Queremos generar patrimonio», añadió Pérez Pont. «Tenemos un pasado pero si no construimos un legado para el futuro no tendremos la historia de lo que hoy está pasando», apuntó el director del Consorcio de Museos.

Los artistas contemporáneos seleccionados plasman en las obras sus preocupaciones, y por tanto las de la sociedad actual que es el eje que las cohesiona a todas. Pero la exposición, según su temática, se divide en cuatro salas. En el Refectorio se propone una mirada al pasado y al empoderamiento de la mujer, un juego entre el tiempo y la memoria a través de las obras de Joël Mestre, Anna Teresa Ortega o Teresa Cebrián, entre otros. En la sala Carlos Pérez es el turno de las fricciones entre lo cotidiano y lo tecnológico donde el arte no da la espalda a la técnica y algunos como Damià Jordà, Olga Diego o Rosana Antolí reflejan como con ella ha cambiado nuestro día a día. Por último, las salas 1 y 2 reflexionan a través de Xisco Mensua, Inma Femenía o Pilar Beltrán, en torno al binomio individuo-sociedad y su correlativo artista-colectividad, como dos lados de un mismo tiempo.

El comisario de la exposición Ricard Silvestre, miembro del Instituto de Creatividad e Innovaciones Educativas de la Universitat de Valencia, será el encargado de ajustar el formato expositivo de la colección a cada municipio que la acoja como Sagunt y Potries, capitales culturales valencianas hasta abril de 2019; Castellón y Las Cigarreras de Alicante. Y es que la muestra viajará por toda la región aunque no al completo, debido al número de obras y al gran tamaño de alguna de ellas, por tanto su adaptación dependerá de la capacidad del espacio de cada territorio. Cuando finalicen su itinerario las piezas «seguirán vivas». Se conservarán en los almacenes de la Generalitat pero «estarán a disposición de las instituciones y de los propios artistas para nuevas muestras», explicó Pérez Pont. La idea es «darles visibilidad y que lleguen al mayor número de gente. No que se queden permanentes o encerradas en un mismo lugar», concluyó.