Borrar
Dolores Redondo: «Tengo diez novelas en la cabeza»

Dolores Redondo: «Tengo diez novelas en la cabeza»

Tras un año de promociones sin descanso, la última ganadora del Planeta confía en arañar unos días para «reencuentros y lecturas». También para recuperar «amigos abandonados». ¿Dónde? «Soy hija del mar», indica sin dar más pistas

ANTONIO CORBILLÓN

Domingo, 20 de agosto 2017, 00:12

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Todo esto te daré' figura en todas las listas de las diez novelas para no perderse este verano. Pero, ¿dónde se pierde su autora?

- Es sobre todo un verano de reencuentros, con mi familia, con amigos que he tenido medio abandonados en este año tan intenso, con lecturas que han permanecido esperando silenciosas a que tuviera tiempo para dedicarles, con la calma, los proyectos ... ¿Ubicación geográfica? Soy hija del mar, así que es inevitable que en algún momento regrese hasta él.

- No hay tantas diferencias entre el Baztán y la Ribeira Sacra de su última novela ( 'Un escenario de novela y vinos', dice en su Facebook). Le seducen esos verdores de interior. ¿Es más fácil imaginar una trama ahí que en un barrio de Madrid o Bilbao?

- No hay tantas diferencias porque las pasiones y los temores que mueven a los seres humanos son los mismos en todos los lugares del mundo. Quizá ahí resida la raíz de la razón por la que una historia como 'Todo esto te daré' pueda «tocar» a lectores de todas partes. El escenario de una novela, ya se sea pasado o presente, cercano o lejano, fascina cuando conectas con él. Hay una única receta para esto, la honestidad; los lugares, como las personas, hay que creérselos. Me siento capaz desarrollar la acción de una novela en cualquier lugar que me emocione.

- Detrás de un gran estadista, siempre había una gran mujer, se decía. ¿Detrás de una escritora de éxito fulminante, pero con una familia detrás, también?

- El éxito visible puede que sea fulminante, el éxito real siempre proviene de un esfuerzo prolongado en el tiempo, un sueño que no se ha perdido de vista, y un montón de intentos frustrados, ensayos de prueba-error que, lejos de desmotivarte en tus metas, te mantienen ahí. Inevitablemente, los que están a tu alrededor juegan un papel vital en esto para bien y para mal. Han sido tan importantes en mi vida los que me animaban a perseguir mis sueños como los que me decían que eran imposibles.

- Fue una incipiente pero frustrada chef. ¿La excelencia literaria también se cocina a fuego lento?

- Si alguna vez en mi vida alcanzo la excelencia literaria le apuntaré la receta. Solo soy una aprendiz.

-¿Cuál cree que es el 'toque' que la ha llevado al estrellato 'Michelin' de la literatura?

- Creo que puede que esté en el sentido común, que me lleva a huir, como del demonio, de afirmaciones como esa. No me malinterprete, le acepto el piropo, pero mi trabajo es infinitamente más humilde, diario, tedioso, de picar piedra, de ir apuntalando los pequeños hallazgos, y de frustrarse en muchas ocasiones. Todo mi esfuerzo solo sirve a un propósito; contar la historia que quería contar. Soy consciente de que mi éxito proviene de mi único rey, el lector, los lectores, que han encumbrado mi trabajo y lo han hecho todo lo grande e importante que es.

«De nuevo los miedos»

- Ha reescrito su vida con cambios bruscos. ¿La vida acaba siendo un borrador de novela que uno escribe y reescribe encima?

- Nunca me ha interesado reescribir partes pasadas de mi vida, me interesa el futuro. El pasado, con sus aciertos y errores, forma parte de la forja que nos ha configurado como los seres humanos que somos. Tengo diez novelas en la cabeza, sé que la inspiración proviene de la experiencia, de haber sido capaz de ir por el mundo con los ojos bien abiertos para ver la parte brillante, pero también la oscura.

- Después de publicar en treinta y tantas lenguas, ¿no le parece que la literatura puede ayudar más al conocimiento entre países que muchas cumbres políticas?

- Siempre he sentido eso exactamente respecto a la música, y a cualquier arte, la danza, la pintura, el cine... Ojalá el esfuerzo de los que dedican su vida a crear belleza sirviese de verdad, vivo con esa esperanza. A muchos nos sirve para darnos cuenta de que no somos tan diferentes, de que, como le decía antes, nos mueven las mismas pasiones, los mismos miedos.

- Sus obras nos van a permitir tener una 'saga Millenium' nacional. ¿Buscamos respuestas en la novela y el cine 'negros' ante una realidad que no nos las da?

- Esa fascinación proviene de reconocer un impulso que llevamos dentro. La guerra de los Balcanes nos mostró cómo hombres que habían llevado vidas pacíficas se rebelaban como crueles monstruos cuando la circunstancia lo propiciaba. La crisis y la corrupción nos han despertado de un sueño de igualdad y derechos sociales que se desmorona. Y la política, llamada a ser fuente de entendimiento, nos sorprende con errores que ya creíamos superados después del altísimo precio que la humanidad pagó por ellos. De nuevo los mismos chivos expiatorios, los muros, la persecución...

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios