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NOELIA CAMACHONOELIA CAMACHO
VALENCIA.
Lunes, 20 de noviembre 2017
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Que la Diputación de Valencia quiere desprenderse del MuVIM no es ningún secreto. Desde que los actuales gestores de la corporación provincial tomaron el mando de la institución han asegurado en numerosas ocasiones que su objetivo es eliminar competencias o, lo que es lo mismo, adelgazar la administración. Para ello, se han encargado informes jurídicos que analicen cómo se puede llevar a cabo esta idea de forma legal. Es más, tal y como adelantó LAS PROVINCIAS, el primero de los estudios realizados abre la puerta a que la Diputación ofrezca el museo a otras instituciones y que su traspaso «no afectaría al ciudadano».
Bajo esta premisa, fuentes del IVAM manifestaron ayer a este periódico su intención de expandirse a costa del MuVIM. La tan ansiada ampliación del museo de arte contemporáneo pasaría por convertir al centro cultural de la calle Quevedo en su subsede. Según fuentes de la conselleria de Cultura consultadas por este periódico, esa intención es, de momento, un proyecto «embrionario». «Hay muchas posibilidades, y la del IVAM es muy interesante», aseguran desde el entorno del conseller Vicent Marzà. Por su parte, desde el IVAM se ve con buenos ojos que el museo la opción de esta segunda sede.
Pero estos buenos presagios chocan con la versión que sostiene la Diputación de Valencia. Desde la corporación provincial aseguran con rotundidad a este diario que no ha habido ninguna reunión ni toma de contacto para iniciar las conversaciones que dieran como fruto este acuerdo. El diputado de Cultura, Xavier Rius, confirmó ayer a este periódico que ningún representante público se ha sentado con él para hablar sobre este hecho. Rius reconoció que, entre los planes de la corporación se encuentra no sólo delegar la gestión del MuVIM sino de otras entidades para adelgazar la administración. «Desde el primer momento hemos defendido esta intención. Estamos estudiando los informes jurídicos», aseveró.
Con todo ello, y en este cruce de afirmaciones, hay muchos interrogantes. Sobre todo, qué pasará con el MuVIM si al final se convierte en la subsede del IVAM. «Si el museo es transferido, yo no puedo garantizar que se mantenga el proyecto», aseveró Rius a este diario. La Diputación ofrece el espacio a cualquier institución pública que esté interesada en él aunque para ello se sacrifique el proyecto artístico y cultural del espacio. Además, la transferencia debe hacerse bajo dos premisas, según el diputado. La primera, el mantenimiento de los puestos de trabajo de los empleados del MuVIM y, la segunda, que la institución que tome las riendas del centro lo destine a la misma función que desempeña, es decir, que tenga un uso cultural cuya oferta sea «como mínimo igual o superior a la que tenía». «No podemos establecer unas cláusulas de garantías diferentes a estas», insistió.
No obstante, ¿puede Valencia perder un museo para ganar una subsede de otro? Rius lo tiene claro. Según su opinión, ambos proyectos son complementarios en Valencia. Pero él no puede asegurar que el MuVIM siga siendo el museo de la Ilustración y la Modernidad que es en la actualidad. Un hecho que sorprende si se tiene en cuenta que el diputado ha estado detrás del nuevo rumbo que ha tomado el espacio. Aunque más bien, debería calificarse como un viaje al pasado. Desde que Rius llegó al cargo hace apenas dos años, el MuVIM ha regresado a sus orígenes. Ha vuelto a reivindicar su proyecto fundacional, aquel con el que el museo abrió sus puertas en 2001 para convertirse en el museo valenciano de las ideas y de la ilustración. El primer paso fue la recuperación de su primer director, Rafael Company, que retornó al puesto que ocupó cuando se inauguró el espacio. Entre sus intenciones estaba rescatar los tres pilares con los que se había concebido la institución: la reapertura de la exposición permanente; la exhibición de la maqueta del padre Tosca; y la reconversión en muestra de la antigua torre islámica del edificio. En la agenda también estaba que el museo fuera el referente del cómic y la animación valenciana.
Todo se ha cumplido. La sala permanente está en funcionamiento; la recreación del mapa ocupa desde el año pasado el 'hall' del museo; los restos arqueológicos son visitables; y el centro mantiene su apuesta por los dibujantes e ilustradores valencianos como se puede ver en la muestra que presentó la semana pasada. Sin embargo, de acuerdo con las intenciones de la Diputación, el proyecto del MuVIM tendrá fecha de caducidad en el momento en que otra institución se haga cargo de su gestión.
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