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El director Roberto San Sebastián dialoga con el actor Javier Bódalo.
Humor terrorífico en busca de luz

Humor terrorífico en busca de luz

'La noche del virgen' triunfa en festivales de terror de todo el mundo pero carece de distribución

Daniel Roldán

Lunes, 15 de mayo 2017, 00:41

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Caretas y preservativos en la puerta de una sala de cine. Caretas con el rostro de Javier Bódalo, el protagonista de la primera aventura de Roberto San Sebastián (Bilbao, 1987) en un largometraje, 'La noche del virgen'. Dos regalos inesperados para que el público se meta de lleno en esta nueva aventura, que mezcla el terror, el humor y «alguna escena gore». La última vez que los espectadores se toparon con el presente fue hace una semana en el Festival de Cine Fantástico de Bilbao. Allí, San Sebastián jugaba en casa. La sala se llenó de fanáticos del género, familiares y amigos. «Tenía ganas de que se viera en Bilbao», confiesa el director. Un proyecto que solo se ha podido ver en el festival de cine de terror de la capital guipuzcoana y en el Festival Cineuropa de Santiago Compostela. En cambio, el recorrido internacional es impresionante.

«Fuera llevamos casi veinte festivales, desde México a Helsinki y hemos estado en Nantes o Glasgow», enumera el realizador. La película se llevó los premios a la mejor cinta proyectada en el Nightmares Film Fest de Ohio (Estados Unidos) en el festival de cine fantástico de Buffalo (también en Estados Unidos). En Horrofest de Ciudad del Cabo (Sudáfrica) consiguió el premio al mejor momento gore y en Atlanta obtuvo el premio a la mejor película de horror. Los actores Javier Bódalo y Miriam Martín fueron premiados en Sídney y 'La noche del virgen' obtuvo sendas menciones especiales en el Morbido Film Fest de Ciudad de México y en el Zinema Zombie Fest de Bogotá. «Y en julio vamos a Corea, Eslovenia, Montreal... Tenemos el verano bastante lleno», comenta San Sebastián. Un verano que se puede cerrar con el pase de la película en Sitges, cita ineludible para los fanáticos del terror y del fantástico. El año pasado no se pudo cerrar al no estar la película montada.

Veinte días de rodaje

Lugares muy distintos donde el primer largometraje de San Sebastián ha triunfado gracias a la «honestidad». «La película está hecha sin ningún tipo de complejos, para que la gente se lo pasé bien. Y tienen una última parte que es lo que más gusta en los festivales de este género. No es una película para todos los públicos», explica el director sobre su película, que transcurre en una loca Nochevieja. Nico (Javier Bódalo), un ingenuo veinteañero, quiere perder la virginidad y se ha obsesionado con hacerlo esa noche. En el transcurso de la fiesta para dar la bienvenida al nuevo año se cruza con Medea (Miriam Martín). Congenian y van a la casa de ella, pero todo se tuerce y la lujuria se convierte en la peor pesadilla de Nico.

Una aventura rodada en apenas veinte días en un decorado construido en Bilbao. Una filmación de locos, que incluyó una doble hospitalización de Bódalo y que contó con un presupuesto de apenas 80.000 euros. Dinero logrado con muchos problemas y que es una muestra de las complicaciones que tienen muchos cineastas independientes para sacar sus proyectos adelante y que se vean en salas comerciales. «Sencillamente tenemos la callada por respuesta. Todo funciona a través de las televisiones porque es la forma más fácil de tener distribución. Te encuentras peleando con gigantes, pero en algún momento esperamos encontrar un huequecillo para tener visibilidad», comenta el director sobre una película cuyo humor recuerda a los proyectos de Álex de la Iglesia.

«Nos han dicho que nos parecemos a David Cronenbergh, a 'American Pie' e incluso a Almodóvar», explica el realizador vasco, que no pierde la esperanza. «El negocio es así. No es llorar. Esperamos que todo esta aventura nos ayude a levantar otro proyecto. Además queremos levantarlos aquí en España», remacha.

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