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Un niño mira a Yoda. :: reuters
La saga 'Star Wars',
un fenómeno de masas  y un mito cultural

La saga 'Star Wars', un fenómeno de masas y un mito cultural

Los seis episodios ya comercializados han recaudado más de 4.000 millones de dólares, en parte por la profundidad ideológica de las películas

EFE

Lunes, 30 de noviembre 2015, 00:50

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madrid. Pionera en el acercamiento de la ciencia ficción al público de masas, 'Star Wars' es mucho más que un simple producto comercial. La saga galáctica de George Lucas es un mito cultural para varias generaciones, que ha sido examinado a la luz del feminismo, la filosofía oriental o el capitalismo global.

Parte de su éxito radica en esa profundidad ideológica, que varios autores analizan en el ensayo 'Star Wars. Filosofía rebelde para una saga de culto', publicado por Errata Naturae ante el estreno, el 18 de diciembre, de 'Star Wars: El despertar de la fuerza', dirigida por J.J. Abrams.

Lucas ha admitido entre sus influencias 'La fortaleza escondida', de Akira Kurosawa, y lecturas de Joseph Campbell sobre mitología, religión y el concepto del viaje del héroe, y que el casco y la máscara de Darth Vader, se inspiran en el Japón feudal.

La idea de la Fuerza como campo de energía creado por todas las cosas vivientes, tal y como lo define Yoda en su entrenamiento a Luke Skywalker, tiene reminiscencias de lo que los taoístas llaman el tao, una fuerza en continuo cambio que siempre fluye, que puede ser fuerte y débil, controlada y abrumadora.

Yoda también le transmite a Luke enseñanzas de inspiración budista, según observa Julien R. Fielding, experta en estudios religiosos, como vivir siempre «en el presente» y ser controlado, paciente, abnegado, equilibrado y compasivo.

Uno de los intereses temáticos más evidentes de la saga es el poder y la valorización del individuo. Tony M. Vinci, experto en literatura popular y editor del ensayo, desvela el viraje que da Lucas en este sentido desde la trilogía original, apología de la rebeldía individual, a la precuela, mucho más conservadora.

Esa transición reflejaría el profundo cambio cultural vivido en Estados Unidos desde los contestatarios años 70 -la primera cinta es de 1977- a los 90, con el capitalismo global y el conformismo ya asentados. Anakin somete todas sus decisiones al Consejo Jedi. Adiós a la rebeldía.

También se registra una clara involución en el feminismo. La princesa Leia (Carrie Fisher) fue en su momento un icono de una feminidad alternativa. Resuelta y decidida, sarcástica e incluso autoritaria, su osada personalidad se aleja de los estereotipos de cuidadora maternal o damisela inocente.

Por el contrario, su madre Padmé Amidala (Natalie Portman) aparece en principio como una mujer de sabiduría excepcional, entusiasta y responsable, pero no solo acaba reducida al arquetipo lloroso, sino que su pasividad es la que remata la caída de Anakin Skywalker al Lado Oscuro.

Por eso, su rendición/muerte fue vista por muchos seguidores de la saga como una auténtica traición, señala Verónica A. Wilson, doctora en Historia estadounidense y femenina.

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