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CÉSAR CAMPOY
Jueves, 19 de octubre 2017, 00:27
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A finales de los 80 del siglo pasado, Los Nikis publicaban uno de sus sencillos más recordados. En una de su caras coreaban, optimistas, un pegadizo 'Voy a Benidorm'. En el reverso, se dolían con un agorero 'No vuelvo a ir a Benidorm'. La banda madrileña escenificaba, así, esa relación amor-odio establecida entre el imaginario colectivo y una ciudad, convertida, en los 60, en símbolo del turismo como motor de recuperación.
«Me acusan de reivindicar las virtudes y grandeza de la ciudad. Creen que no hablo en serio cuando digo que Benidorm aporta una solución fantástica al turismo masivo, cuando afirmo que su ubicación geográfica es privilegiada. El 90 % de esas personas que critican Benidorm nunca han estado allí». Quien sentencia de forma tan tajante es Óscar Tusquets, el reputado artista global, arquitecto, diseñador, pintor, escritor, opinador irreverente... Acaba de correr, en La Rambleta, el telón de su exposición 'Gran Benidorm', una muestra compuesta por óleos, acuarelas, dibujos, collages y vídeos, que no tan sólo busca plasmar su famoso 'skyline', sino que va más allá para mostrar la vitalidad de sus calles y de sus habitantes.
«Conseguir sacar algo nuevo de la vieja Venecia es muy complicado, después de tantos siglos y de tanta reinterpretación a través del arte. Benidorm es nuevo, representa una nueva estética. Goza de una belleza diferente. No hay que quedarse, tan sólo, con las postales lejanas que muestran sus rascacielos. Hay que fijarse, también, en sus plantas bajas, en el buen rollo que emana de la gente, en ese caos lleno de vida. Eso es lo que me interesa, y eso es lo que me inspira», asegura. En la línea de opinión de Tusquets se sitúa el realizador valenciano Óscar Bernàcer, autor del corto 'Bikini, una historia real', y el documental 'El hombre que embotelló el sol', retratos de aquella transición hacia el boom turístico, capitaneada por Pedro Zaragoza, alcalde del municipio entre 1950 y 1967: «Fuera tienen un mejor concepto de Benidorm. Aquí hay mucho prejuicio. Formaba parte de la modernidad hasta que, en los 70, el auge de las corrientes ecologistas contribuyó a su defenestración. Ahora está produciéndose un proceso objetivo de revisión de la historia, que está eliminando ese tamiz del franquismo que le perseguía. Creo que la verticalidad contribuye a su sostenibilidad».
Sobre esta última afirmación, Tusquets tiene su teoría: «Mario Gaviria, a partir de razonamientos con criterio y documentados, apoyó mi afirmación de que el modelo de Benidorm es respetuoso con la naturaleza. Se ha construido en vertical, y con ello se ha conseguido liberar una cantidad de terreno increíble para otras actividades. El propio Oriol Bohigas lo ha dicho: No confundamos rascacielos con especulación».
Pero, ¿qué ofrece, más allá del aspecto urbanístico, sociológico y filosófico, el enclave, para un creador? «La orientación de la bahía hace que el sol se refleje en las fachadas de los edificios. Eso genera una luz muy sugerente. Además, la ciudad es muy agradecida para rodar. Es ecléctica e inspiradora. Eso explica que haya tanta actividad audiovisual allí», añade un Bernàcer al cual las cifras de la Benidorm Film Office dan la razón. En los últimos años, las solicitudes de grabación han aumentado una media de un 24% por temporada. Sólo en 2017, han rondado el centenar, entre largometrajes, series y programas de televisión, vídeo-clips y 'spots' de publicidad. Una de las últimas producciones rodadas en la localidad es 'RG02', la cinta de Romain Gavras, hijo de Costa Gavras.
El cine al servicio o inspirado en Benidorm. Tanto como la imagen fija, la música o la literatura. Hace un par de años, el arquitecto y fotógrafo Julio Jiménez Corral presentó, con 'Benikaktus', un modelo urbanístico inspirado en la ciudad; desde hace varias temporadas, allí se celebra uno de los festivales musicales con más demanda de España, el Low Festival; en 2015, el periodista Íñigo Domínguez efectuaba una de sus paradas de su viaje por el 'Mediterráneo descapotable', en Benidorm. Cogía, así, el relevo brindado, a lo largo de las últimas décadas, por Rafael Chirbes, Javier Reverte, Antonio Gala, Almudena Grandes, el británico Giles Tremlett o la estadounidense Sylvia Plath.
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