El arte también juega a fútbol

Al ilustrador Jorge Lawerta, «valencianista hasta la médula», le atrajo, precisamente, lo que hay detrás del campo para dibujar. «Me llamaban la atención esas historias del fútbol de los años 20, 30 y 40 que escondían los jugadores, porque no eran profesionales sino que practicaban el deporte porque les gustaba. Con humildad e ilusión pasaron a formar parte de la historia de muchos clubes», relata Lawerta. «Había borrachos, analfabetos, gente con sobrepeso, y aun así se dedicaban cada fin de semana a defender unos colores», apunta. Esa idea de escudos creados hace más de cien años que han logrado traspasar generaciones y aglutinar a tanta gente le inspira. Por eso ha intentado plasmar en sus ilustraciones «el nivel más visual del fútbol», que es lo que se lleva ahora.

Lawerta ha sido responsable del diseño de los dorsales del Levante UD, de las campañas de abonos del Valencia CF y el conjunto granota, además de otros trabajos con revistas y marcas futbolísticas. «Fue un orgullo aportar mi granito de arena al imaginario de mi equipo», confiesa.

Decidió enfocar su obra a este deporte durante su estancia en Buenos Aires y partir de ahí llegaron cientos de clientes, porque «si lo mides por 'likes' o 'retweets' el fútbol y, como consecuencia, las obras relacionadas con él, mueve masas», asegura. «La gente aficionada realmente no valora la calidad de la obra sino la temática. Es una manera de tocar la fibra sensible y llegar a la gente que no le interesa la ilustración», añade.

El fútbol nació como algo popular, ligado a las masas, mientras que el arte ha estado durante mucho tiempo reservado para las élites y una minoría. Pero las cosas parecen estar dando la vuelta en el marcador. «Ahora el fútbol es sólo dinero, con cifras desorbitadas que me han hecho alejarme de él como musa de inspiración», revela Lawerta. «Cada vez me gusta menos, porque quizás yo y mi visión han cambiado, pero sobre todo porque se habla más de lo que pasa fuera del campo que lo de dentro. Mucho cotilleo y poco deporte», explica el dibujante valenciano.

Hay otros artistas como el pintor Antonio de Felipe que pretende con sus piezas «redirigir las reglas del juego». Con su obra 'El beso', entre un jugador culé y otro merengue, quiso «dar normalidad al amor entre enemigos, entre homosexuales y entre España y Cataluña», explica el pintor. «Todas estas cuestiones políticas y morales también están detrás del fútbol y con esta versión de la obra del famoso grafitero Banksy del 'Beso de dos policías' quise sacarlas a la luz y lanzar un mensaje», alega.

Uno de los artistas valencianos más populares del 'pop art' hizo «un triple salto mortal» para crear esta obra. «Salí de mi forma de 'confort' con temática cinematográfica y primeros planos para enfrentarme al fútbol desde un punto de vista muy diferente», expresa. Consciente del morbo que despertaría ver la cara de los jugadores, De Felipe decidió «pasar de lo obvio, que suponía poner a Cristiano y a Messi, para hablar de algo mucho más general». «Además, me parecía que el deporte estaba súper poco tratado en el mundo del arte cuando es algo que ilusiona, emociona y une. Ahora con el Mundial nadie tiene complejo de sacar una bandera de España, por ejemplo. Y eso actualmente solo lo puede conseguir el fútbol», afirma.

El deporte tiene hinchas en las gradas pero no en el arte, «no es un tema muy pictórico», por ello De Felipe quiso ser su defensa y plasmar «esta cultura popular desde un prisma reflexivo», puntualiza. Y es que tal y como asegura todas sus obras «van más allá de lo visual para realizar encuentros inesperados».

Considera 'El beso' una de sus mejores obras, pero no es la única relacionada con el deporte. En el año 2010 inauguró una exposición en el Palau de la Música titulada 'Popsport' cargada de su propia mirada sobre el deporte.

Ser futbolista o artista nace de una «devoción». Muchos intentan justificar estas pasiones para las que a veces no hay explicación racional. Y otros quieren «unirlas para reforzarlas». Es el caso del diseñador Manuel Camacho. «El arte y el deporte se retroalimentan», asegura. «Al principio de los tiempos fue el diseño el que estaba al servicio del fútbol con la creación de camisetas, balones, calzado», explica. Ahora se han pasado la pelota y los artistas lo utilizan para crear sus propios objetos destinados a la sociedad. «Ya no es tanto una relación de encargo sino de inspiración para crear cosas con otras finalidades de uso diario y nada deportivas», argumenta Camacho.

Precisamente esto es lo que quiso demostrar en la exposición que comisarió en el año 2012 en el MuVIM, titulada 'El fútbol (también) es así'. Con productos como piezas de joyería, animación y tipografía, e incluso un embalaje de Cruz Roja y UNICEF troquelado con los tacos del balón que permite su transformación en un esférico, quiso hacer ver que «el fútbol ha llegado a todos los ámbitos del diseño, de modo globalizado». Camacho desde bien pequeño ha sido aficionado al deporte rey, fue jugador semi-profesional y quiso aprovechar este vínculo con el creativo para darle otra lectura a la sociedad.

Cuando llega una cita como el Mundial de fútbol, muchos creadores despiertan el interés por convertir el deporte rey en cultura. Y si según Camacho, Lawerta y De Felipe, la Selección Española tiene «muchas posibilidades para ser campeona del mundo», a la cultura valenciana no la bajan «de cuartos». «Concretamente en el mundo del diseño desde la Comunitat somos muy punteros», afirma Camacho. «Aquí tenemos muchos ilustradores de referencia internacional. Ahora mismo estamos en buena forma y con una cantera de muy buenos artistas», asegura Lawerta.

Algunos de ellos han alcanzado su éxito artístico a través del fútbol. Aunque parezcan escasos este número de casos, «la relación entre las artes plásticas y este deporte ha existido siempre, aunque quizás la temática al ser tan popular nunca ha gustado a los que han dictado qué es arte y qué no», alega Lawerta. El famoso pintor e ilustrador José Segrelles, fue uno de los delanteros valencianos en esta materia cuando en 1924 dibujó los carteles conmemorativos de las bodas de plata del Fútbol Club Barcelona, de cuyo club fue durante varias décadas el cartelista oficial.

En esta era visual de hoy, el mundo del balón necesita más que nunca que los artistas reflejen de una manera atractiva sus marcas, sus escudos, sus equipajes y sus mensajes. «Ahora somos hasta demasiados los que nos dedicamos a hacer cultura del fútbol», concluye el ilustrador.