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Ferran Gadea, Neus Alborch, Merce Tienda y Rafael Calatayud. :: irene marsilla
Los actores valencianos cuestionan la política cultural ante la falta de resultados

Los actores valencianos cuestionan la política cultural ante la falta de resultados

La asociación AAPV, que premia a Merce Tienda, Ferran Gadea, Neus Alborch y Rafael Calatayud, reivindica un teatro profesional alejado del amateur

CARMEN VELASCO

Miércoles, 29 de marzo 2017, 00:38

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«No se entiende que la cultura no sea una prioridad. No se entiende que Cultura no tenga voz propia en la reunión del pleno del Consell porque no tiene una conselleria propia, no nos engañemos. No se entiende que haya costado dos años tener el organigrama de Cultura completo y no, esto no es culpa de Montoro. No se entiende que no llegue a los creadores nada o bien poco de la supuesta nueva política cultural. Puede ser que no nos entendamos porque hablamos otro lenguaje. O puede ser que hablemos en otro tono». Así se expresó ayer Ximo Solano, presidente del sindicato Actors i Actrius Professionals Valencians (AAPV), durante la gala de la asociación en el Rialto. No acudió el conseller de Cultura, Vicent Marzà, tampoco lo hizo el año pasado (María José Català tampoco asistía a la ceremonia), pero en el patio de butacas estuvieron el secretario autonómico de Cultura, Albert Girona, y el responsable del Institut Valencià de Cultura, Abel Guarinos.

En su discurso, Solano fue reivindicativo, irónico y realista. No cayó en el derrotismo: «Conservamos la paciencia y la esperanza. Venimos de una guerra muy larga», dijo, en clara alusión a la gestión del PP. El responsable de la AAPV cuestionó «la supuesta nueva política cultural» y fue tajante: «Los no resultados son patentes». Se refirió «a los que llenan de titulares los periódicos con todo tipo de planes y proyectos y abandonan a sus creadores». A ellos dirigió un mensaje: «Se ha acabado el tiempo de las dudas» y «tendréis que abandonar la certeza que os protege en forma de plan».

Hubo más críticas al Plan Estratégico Cultural 'Fes Cultura': «No, vosotros no tenéis que hacer cultura, eso es trabajo de los creadores. Vosotros tenéis que poner las herramientas para que el creador desarrolle su trabajo y pueda comunicarse con el ciudadano. Parece que tenemos los papeles cambiados y vosotros pensáis que tenéis la responsabilidad de hacer cultura».

Al margen de poner en duda los planes («he conocido muchos en tiempos pasados»), Solano defendió el oficio y a sus profesionales como único futuro del teatro. «Defendemos el derechos de los actores como personas, como trabajadores, como artistas, como integrantes de la profesión más maravillosa del mundo», dijo Solano. «Hemos de gritar bien alto que somos profesionales, no amateurs. Tenemos el derecho a un trabajo digno y bien remunerado».

Aunque el teatro se siente «solo» e «incomprendido», la gala de la AAPV, dirigida por El Pont Flotant, sirvió para celebrar que las artes escénicas «siguen vivas». Los actores galardonados se mostraron reivindicativos y optimistas. «Debemos continuar luchando y aguantar. Hace falta repensar muy bien las programaciones porque no vale de nada estar cuatro días en un teatro», aseguró Ferran Gadea, que se alzó con la mejor interpretación masculina por 'El sopar dels idiotas'. Merce Tienda ensalzó el talento valenciano y deseó en voz alta que «mejore la situación» porque, dijo, «no salimos de las penurias y las miserias».

El premio Crisálide recayó en Neus Alborch, quien destacó que la gente de la calle «sustenta y mima la cultura». La actriz de 'L'aneguet lleig' y 'Les aventures de T. Sawyer' dio un voto de confianza a los actuales gestores: «Los políticos de antes la maltrataron. A ver los de ahora cómo lo hacen».

Rafael Calatayud, que recibió el galardón Narcís por su trayectoria, lamentó «la interminable crisis», abogó por la «unión profesional y generacional» y reclamó «dignidad» para el oficio. «En esta ciudad todo se ha perdido. Otra vez está todo por hacer. Hagámoslo otra vez», destacó el intérprete, que apostó por «estar al margen de la política y de los políticos para crear».

La gala, que concluyó poco antes de las 22 horas, fue emotiva y tuvo al público como protagonista. Personas anónimas contribuyeron a entregar los galardones y tomaron el escenario desde el principio. En el último acto niños, adultos y personas de la tercera edad, otra vez encima de las tablas, lucieron carteles (con lemas como «ex espectador», «no voy al teatro», «posible espectador») sobre sus ropas reclamando ser público.

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