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Consuelo Císcar, en el interior de la sede del Consell Valencià de Cultura. :: manuel molines
La Generalitat Valenciana pide a la juez del caso IVAM incautar las obras de arte de las hijas de Consuelo Císcar

La Generalitat Valenciana pide a la juez del caso IVAM incautar las obras de arte de las hijas de Consuelo Císcar

La acusación solicita el decomiso de manera urgente de las piezas ante el riesgo de que se oculten o se transmitan a otras personas

A. RALLO

Miércoles, 22 de febrero 2017, 20:31

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El cerco judicial alrededor de las dos hijas de Consuelo Císcar se hace cada vez más estrecho, aunque siguen sin ser investigadas en el procedimiento judicial.

La Generalitat, que ejerce la acusación particular, ha tomado la iniciativa en la última diligencia solicitada a la juez que investiga la gestión de la exdirectora del Institut Valencià d'Art Modern (IVAM).

La Abogacía del Consell ha pedido el decomiso de las obras de arte -en un principio se habló de siete piezas- que supuestamente se encuentran en poder de las descendientes de la directora pero que, en realidad, fueron compradas por la propia Císcar y posteriormente regaladas en cumpleaños y otros acontecimientos sociales. La investigada ya anunció en su día que no disponía de las facturas de estas adquisiciones y adelantó que tampoco tiene obligación de conservar los tickets.

No resulta habitual una medida de este tipo. No obstante, la Generalitat considera que coinciden en este supuesto indicios de que los bienes «tienen su origen en la actividad ilícita de Consuelo Císcar». Las obras de las hijas pertenecen en su mayoría a los artistas Carmen Calvo y Ramón de Soto. El escrito apunta una serie de sospechas para sostener la hipótesis anterior. Por ejemplo, que la investigada carezca de los títulos de adquisición de esas piezas y que, además, coincidan con las compras que en su día hizo el IVAM.

En este sentido, la acusación particular recuerda un hecho especialmente significativo. Císcar propuso en su día al museo la compra de una obra de Soto titulada 'Puerta de Thanatos II'. El Facebook del artista, sin embargo, precisaba que la pieza se encontraba en un monasterio. Y finalmente, en la documentación del IVAM, no consta el nombre de la obra por la que la institución abonó 58.850 euros. «Curiosamente» una de las obras de la hija de Císcar es 'Mesa de Thanatos' y tiene un valor de 60.000 euros.

Falta de control

La Abogacía de la Generalitat llama la atención acerca de las respuestas de las hijas y de Císcar a los requerimientos practicados por el IVAM. De ahí se desprende una falta de control y vigilancia sobre las obras de arte «que cambian de manos de forma encubierta y sigilosa no dejando rastro alguno del tránsito y ubicación de los bienes». Recuerda, además, la facilidad con la que pueden ser ocultadas o transmitidas a terceros. De ahí el carácter urgente de la petición para evitar que las obras terminen desapareciendo.

Ahora es la juez la que deberá decidir. La Fiscalía ya ha informado a la instructora de que no se opone a la solicitud de la Abogacía de la Generalitat que pide que las piezas sean depositadas en un museo hasta que los supuestos propietarios puedan demostrar con documentación que se adquirieron de forma lícita y legítima.

A todo lo anterior hay que añadir las conclusiones de determinados informes de la Intervención que revelan graves irregularidades en la compra de obras de arte a precios «inusualmente altos». En otros supuestos no consta ni siquiera que las piezas terminaran entregándose a la institución cultural.

La investigación no se detiene en ese punto. La acusación quiere indagar en las adquisiciones del IVAM a Ramón de Soto. Reclama que la juez remita un oficio a la institución para que informen de todas las piezas compradas desde 2004. Exactamente la misma diligencia solicita para las piezas de Carmen Calvo, una docena de obras por las que el IVAM pagó 250.000 euros.

Las hijas de Císcar no son los únicos familiares que se han visto salpicadas por la causa judicial sobre los diez años de gestión de la exdirectora. La investigación también afecta al hijo de su matrimonio con Rafael Blasco, hoy preso en Picassent por el desvío de fondos destinados al Tercer Mundo.

El hijo artista

Los agentes de la UDEF sospechan que Rafael Blasco Císcar, con el nombre artístico de Rablaci, aprovechaba las exposiciones del IVAM en el extranjero para montar sus propias muestras a través de las contratistas habituales de la institución cultural. El hijo de la directora, con apenas 30 años, había expuesto en numerosos centros en el extranjero. Casualmente estas exhibiciones eran en muy próximas en tiempo y lugar a las muestras que el propio Institut Valencià d»Art Modern montaba fuera de España.

De igual modo, otra mercantil habría costeado los catálogos de algunas de estas exposiciones. Císcar trató de exculpar a su hijo e informó al juzgado que fue ella a título personal la que pagó los gastos de Rablaci. Pero no conserva las facturas.

Las pesquisas no dejan de deparar novedades. La semana pasada la magistrada dictó un auto por el que dirige la investigación contra Jorge Reyes García y Pilar Mundina. La instructora imputa un delito continuado de malversación de caudales públicos, prevaricación y delito de falsedad documental. Los mismos ilícitos atribuidos a Císcar y a su cúpula directiva. La juez aprecia indicios de criminalidad en Jorge Reyes y Pilar Mundina al participar «en la trama delictiva urdida», según el escrito judicial, por la exdirectora.

En el auto se detalla, además, que en el domicilio de Mundina se entregaron catálogos de Rablaci y se constata que la asesora gestionaba «las reservas de vuelo con la empresa Sakvitur», relacionada con otro de los investigados en la causa. Los investigadores apuntan que Císcar impuso la contratación de Jorge Reyes García para supervisar el transporte de obras de arte en las exposiciones del IVAM en el extranjero pese a que él «no tenía cualificación necesaria para sumir dicha responsabilidad».

La exdirectora creó «un puesto ex profeso para Jorge Reyes García para presuntamente facilitar la consecución de sus fines delictivos». Tanto en el caso de Mundina como de García se le entregaron en su domicilio trabajos efectuados por la Imprenta (empresa editora) para Rablaci, algo que «demuestra la estrecha relación con Císcar», según el escrito de la magistrada. La juez ha pedido al IVAM que entregue a la UDEF copia de los ordenadores de ambos.

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