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Cita con el último arte español

Cita con el último arte español

El Centro del Carmen pone a disposición todas sus salas para mostrar más de cien obras -algunas nunca expuestas- de la colección de la antigua CAM

MIKEL LABASTIDA

Sábado, 18 de febrero 2017, 00:29

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valencia. Explicaba Rosa Castells, conservadora del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA), que una colección de arte es algo más que un montón de obras sin orden; que precisa de una reflexión previa; y que requiere unos criterios de actuación y unos referentes que den sentido al conjunto. Es decir, coleccionar no significa apilar, ni comprar por comprar, ni adquirir piezas sin sentido. Para saber si una colección ha sido meditada y pensada convenientemente es adecuado contemplarla en su totalidad. Así es posible comprobar la coherencia y establecer un discurso o varios. No siempre es posible llevar a cabo este ejercicio, sobre todo cuando los fondos son abundantes.

La reflexión la hacía ayer Castells a propósito de la inauguración de la exposición 'Discursos premeditados', de la que es comisaria, y que plantea la oportunidad de poner en práctica todo lo comentado en el párrafo anterior. El Centro del Carmen se ha abierto en canal para acoger la colección de la Fundación Caja Mediterráneo, la antigua CAM. No está entera, pero sí es la primera vez que se exhibe una selección tan importante de los fondos. Se pueden ver 100 de los 213 fondos. «No hay muchos espacios en los que sea posible exponer de este modo», el presidente de la Fundación Caja Mediterráneo, Luis Boyer.

Y es que el antiguo convento, rebautizado ahora como Centre de Cultura Contemporània del Carme, ha dispuesto 3.000 metros cuadrados para que las obras se disfruten en el contexto adecuado y para que dialoguen entre sí. En total son seis salas del recinto las que estarán ocupadas durante dos meses -«tiempo suficiente para llegar a los ciudadanos», según Pérez Pont- por esta muestra que recorre los últimos 40 años del arte español. «Con esta exposición, que irá acompañada de múltiples actividades, comienza de verdad la nueva etapa del centro dedicado a la cultura contemporánea en toda su magnitud», señaló ayer el gerente del Consorcio de Museos, que se felicitó porque esta institución ha aumentado en 300.000 euros el presupuesto para proyectos expositivos para este año, hasta un total de 870.850 euros, un 65,70% más que el año anterior.

Por su parte el conseller de Cultura, Vicent Marzà, la calificó como «la mejor exposición de 2017 en la ciudad de Valencia, que es el resultado del enfoque de la territorialización». Habría que preguntar cómo sienta ese calificativo rotundo en otros museos colindantes, bien sea IVAM o MuVIM.

Lo que es innegable es que la muestra se presenta como una oportunidad única para ver de cerca piezas -algunas por primera vez- de autores de la relevancia de Carmen Calvo, Soledad Sevilla, Santiago Ydáñez, Rogelio López Cuenca, Cristina Iglesias, Daniel Canogar, Cabello Carceller, Joan Fontcuberta, Carlos León, Antoni Abad, Esther Ferrer, Antoni Muntadas, Jaume Plensa o José María Sicilia.

En los fondos están representados 126 autores, de los que han viajado obra de 70 -algunos Premios Nacionales- hasta el museo valenciano.

«La Colección Fundación Caja Mediterráneo abarca un arco cronológico que recorre desde la transición democrática hasta nuestros días: trazando una ruta que atraviesa la euforia y entusiasmo de los años 80 y 90, en un país que se internacionaliza mientras construye un mercado artístico y crea museos y centros de arte. En la década de los 90 cuestiona la propia naturaleza del arte y critica la oficialidad; nace el compromiso; la denuncia de la realidad pero también la identidad sexual o de género», explicó Castells, a propósito de la motivación que llevó a la entidad bancaria para ir conformando su colección.

«Las últimas tendencias se adentran en los planteamientos del nuevo arte conceptual y en dialécticas que reflexionan sobre el individuo, y su posición en el mundo», indicó. «Se trata de un periodo en el que conviven varias generaciones de artistas de forma normalizada como nunca antes había ocurrido, enriqueciéndose mutuamente, aprendiendo de los indiscutibles maestros, y redescubriéndose en los más jóvenes la persistencia de lo imprescindible», añadió ayer la comisaria en la presentación.

Disposición de la muestra

No hay un único discurso en esta 'exposición de exposiciones'. Existe un fondo común, ordenado con distintos fines. El Centro del Carmen presenta cinco propuestas que permiten descubrir tanto a los artistas como las tendencias estéticas y conceptuales del arte español contemporáneo. Bajo el título 'El vacío es un lugar donde apoyarse' (instalada en el claustro gótico y en la recién denominada sala Carlos Pérez) se exhibe la obra de doce mujeres que quieren remarcar el papel de las féminas en la historia reciente del arte español. Se asoman Rosa Brun, Carmen Calvo, Cristina Iglesias, Eva Lootz, Mireya Masó, Ángeles Marco o Soledad Sevilla, entre otras.

Le sigue 'Genealogías silenciosas' o 'Aires de familia' (ubicadas en las salas Contrafuertes y Goerlich) en el que los artistas tienen en común el proceso de creación, que es «un proceso fragmentado, hecho pedazos y que deja ver la estructura de la obra con la sensación de desnudez o desprotección», según los promotores, que han contado aquí con trabajos de Jon Mikel Euba, Pello Irazu o Santiago Sierra, entre otros autores.

'De la naturaleza humana o el arte como espacio de resistencia' (sala Ferreres) busca espectadores críticos a través de obras realizadas con técnicas y soportes muy diversos. Esta parte de la exposición presenta narrativas en torno al cuerpo humano como figura, individuo o fragmento, pero también como suma o multitud y lo hace basándose en obras de Antoni Abad, Pep Agut, Cabello-Carceller, Daniel Canogar y un sinfín más de artistas.

El itinerario continúa con 'A modo de reflexión' (sala temporal primer piso) que invita a la reflexión en todos y cada uno de sus significados, desde la acción al efecto, con obras de Joan Fontcuberta, Joan Hernández Pijuán, Lluís Hortalà, Prudencio Irazábal, Nicolás Munuera, Antonio Murado, José Antonio Orts, Jesús Pastor, José María Sicilia y Darío Urzay.

Por último, 'Arquitectura prematura' (que se puede contemplar en la sala Dormitorio) «surge de la interacción de obras y artistas en torno al descubrimiento de la poética de una arquitectura prematura pero presente y formalmente responsable de crear espacios literarios como escenas aisladas de un sueño». Y en esa habitación se pueden contemplar trabajos de Chema Alvargonzález, Miquel Mont, Pedro G. Romero o Daniel Gutiérrez Verbis, que indagan en «lo que normalmente no miramos o no queremos mirar».

Pinturas, esculturas, fotografías, dibujos, instalaciones o cine conforman las propuestas de esta exposición en la que destacan, por su singularidad, las piezas de Ángeles Marco, la cabina de Jaume Plensa o la instalación de Cristina Iglesias que da la bienvenida a la exposición, ocupando el espacio en el que hasta hace unos días se encontraba el sarcófago de Blasco Ibáñez, que ha regresado al museo de Bellas Artes.

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