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CARMEN VELASCO
Jueves, 19 de enero 2017, 20:56
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El fanzine no nació como objeto artístico ni de culto. Al contrario. Su origen perecedero y subversivo lo ahuyenta no sólo de los museos sino del 'establishment' cultural. Así ha sido hasta ahora. El último círculo de la vida del fanzine pasa por su perversión. El papel de mala calidad, con dos grapas y cuatro dibujos dejará de estar fuera de campo y pasará a la vitrina. Este tipo de publicaciones transgresoras afrontan su futuro yendo contra natura. El fanzine sobrevivirá y se perpetuará en los museos. Pasarán de ir contra el sistema cultural a integrarse en él, al menos, las publicaciones más veteranas, es decir, las nacidas en los 70 y 80.
En Valencia, el principal aliado del futuro del fanzine y de su patrimonio artístico es Álvaro Pons. El próximo lunes el experto en cómics donará al IVAM más de 1.200 fanzines de su colección. Con este legado, la pinacoteca creará una 'fanzinoteca' y organizará una exposición con los fondos. «Es una manera de empezar a reactivar la fuerza artística de estas publicaciones», detalla Pons, quien comisarió la exposición 'VLC. Línea Clara'.
El último plazo oficial dado por la Conselleria de Cultura para la apertura del Pati Obert es «antes del verano». Sin embargo, el convenio para convertir el solar del IVAM en un espacio de arte al aire libre no está firmado. Hay un borrador, elaborado a mediados de 2016, pero se han de realizar cambios a petición de la Generalitat. En dicho documento se detallan los compromisos de Cultura y Ayuntamiento, y el IVAM concreta su aportación económica (hasta 70.000 euros anuales) para hacer realidad el Pati Obert (antes Jardín de las Esculturas). En el consejo rector de octubre de 2015 se aprobó la iniciativa de dar vida artística al descampado trasero. En junio de 2016, LAS PROVINCIAS alertó de la paralización del proyecto y a día de hoy, pese a la dotación presupuestaria y la voluntad de las instituciones, el Pati Obert sigue sin existir y sin tener el convenio definitivo.
Otro acuerdo que sufre demora es la colaboración entre el IVAM y las Naves. El retraso de la firma se atribuye a la espera de la fusión de las fundaciones InnDEA y Valencia Crea. Falta la rúbrica de Rafa Monterde.
¿Cuál es el valor cultural de los fanzines? El coleccionista valenciano no tiene duda. En estas revistas los dibujantes de la Comunitat, hoy consagrados, publicaron sus primeros trabajos. Pons cita a Mariscal y 'A Valenciaa', Ana Juan y Ana Miralles, «que aparecieron en Trok de Bak'»; Daniel Torres, Mique Beltrán, y el recientemente fallecido Mirchamaut, entre otros. El IVAM recibirá parte de la arqueología del fanzine valenciano, como ejemplares de 'Ademuz KM 6', 'El gat pelat' y 'El polvorón polvoriento'. Pons, que conserva publicaciones de los años 70 en adelante, también aportará ejemplares de fanzines del resto de España con la que el IVAM «se convertirá en el primer museo del país en crear una 'fanzinoteca'», apostilla Pons. El especialista en ilustración apunta que en el Estado «ha habido iniciativas particulares por catalogar fanzines a través de web».
La donación estará accesible a los investigadores y será objeto de una exposición, que se organizará previsiblemente en marzo en consonancia con la muestra 'La Casa', de Daniel Torres. Pons confía en que su donación y la fanzinoteca sea el punto de inicio de una apuesta firme y continuada por la ilustración y la viñeta. «La idea es investigar el fanzine, catalogarlos e incluso digitalizarlos», apunta. Pons es consciente de que con este tipo de iniciativas las publicaciones 'underground' es «una perversión» en tanto que «se hace oficial la contracultura», pero «ganamos mucho yendo contra natura porque evitamos que las obras de grandes autores se pierdan».
En la colección del experto en cómics figuran multitud de títulos y de tipologías (combativos, provocadores y elitista). Pons, que cita la Fanzinothèque de Poiters o la de Milán como referencias, confía que con la apuesta del IVAM por el cómic otros coleccionistas se animen a legar sus fondos privados y «poder documentar así la historia creativa» de la ilustración. Larga vida al fanzine.
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