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ARTURO CHECA
Viernes, 14 de octubre 2016, 00:06
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El día en que cambió su vida está muy cercano. El próximo 27 de octubre se cumplirán 15 años de la fecha en que un menor sin carné, con el coche de papá, se subió a una acera en Archiduque Carlos y se llevó la vida de Pablo. Tenía cuatro años. «Mi pequeño tesoro», lo llama Ana Novella en la web de Stop Accidentes. La rabia y el dolor se transformaron en lucha por la seguridad vial y concienciación, dos de las banderas de Stop Accidentes, la entidad de la que la valenciana es presidenta nacional, la ong más activa en la lucha contra los accidentes de tráfico.
¿Cómo surge Stop Accidentes?
Del tesón de dos mujeres. Ana María Campo, de Barcelona, que perdió a su hijo una mañana que salió con la bici. Un conductor ebrio lo embistió y lo mató. A los pocos meses, al hijo de la delegada ahora en Galicia, Jeanne Picard, otro conductor lo tiró por un barranco. Ambas montaron un gran tándem. En 2000 se inscribía Stop como asociación. En 2001 me paso lo de Pablo. Después de Navidad ya estaba en la asociación, desde 2003 como delegada en Valencia y desde 2010 como presidenta nacional. Ves que la vida sigue a tu alrededor, que no ha pasado nada. Te produce ira, rabia, odio, impotencia, sentimientos negativos. Ganas de matarte y de matar. A través de la asociación todo esto lo transformamos en positivo, en ayuda a las víctimas y concienciación.
¿Cuáles son sus objetivos?
La batalla principal es la de la educación en las escuelas. Imprescindible formar a los niños antes de que cojan su bici, moto o coche. Luego elevar las penas. Cuatro años máximo de cárcel por matar a una, dos o tres personas, sigue saliendo muy barato cometer un crimen al volante. Falta también más concienciación de los jueces, para que no vean un accidente como un expediente con un número. Se implican más con un asesinato o una violación.
Hacer la entrevista con un dato como el de septiembre, el mes con menos muertos en la historia de España, es esperanzador.
Pero durante todo el año pasado, los accidentes han ido creciendo, creciendo, creciendo. No se puede nunca bajar la guardia. Y para mí la DGT e Interior habían bajado la guardia en seguridad vial, en campañas de concienciación y controles. La seguridad vial no está dentro de nuestra educación y si no están machacándonos constantemente, por desgracia se nos olvida. La prueba está en el carné por puntos, que consiguió un antes y un después en siniestralidad.
¿Llegaremos a la cifra de cero muertos en accidentes?
Nosotros pensamos que sí, no creemos que sea una utopía. Cuando eso ocurra serán realmente accidentes, algo casual, un mareo, un error mecánico, un desperfecto en la vía. Pero esas imprudencias tan salvajes que sigue habiendo hoy y que se llevan la vida de la gente, es lo que ocurre en el 90% de los casos. Miles de personas que podrían estar con nosotros y no están.
La Comunitat es una de las que menos recibe en mantenimiento de carreteras...
También influye. Y falta coordinación, una comisión interministerial que englobe a Sanidad, Justicia, Fomento, Interior. Todos acaban implicados en un accidente. Si no lo que ocurre es que vas por un tramo de carretera y es demarcación del Estado, pasas al kilómetro 103 y es de Diputación, desde el 105 es del Ayuntamiento. Y el descontrol no ayuda a evitar accidentes.
¿La mayor amenaza al volante?
La velocidad. La gente piensa que controla cuando corre. A mí hasta me han dicho que llevan mejor el coche si van más deprisa que si van despacio. Pero el ángulo de visión no es el mismo, tu reacción puede ser buena pero el coche reacciona peor a más velocidad. La velocidad mata. Si a eso le añades la segunda causa, el alcohol y las drogas, el coctel es explosivo. Y los debates abiertos por Tráfico de aumentar el límite en autovías, pues no ayudan. Dejan el mensaje de que la velocidad no importa, y eso cala en la gente.
¿El auge de la bicicleta es un motivo de preocupación?
Debería ser motivo de precaución. Si el conductor del coche, igual que el de la bici, como el de la moto, conducen adecuadamente, no tiene por qué pasar nada, dentro de la fragilidad que supone una bici al lado de un coche. Es un elemento añadido de peligro, desde luego. Aunque cada vez hay más concienciación entre la gente porque cada vez hay más bicis. Nosotros somos partidarios de que fuera obligatorio el uso del casco en todos los ciclistas. No sólo hasta los 16. Lo llevan las motos, ¿por qué no tienen que llevarse en la bici? Es verdad que en las motos la velocidad es mayor, pero la caída es igual de dañina para la cabeza.
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