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Cristóbal Soler dirige la Orquesta Sinfónica de Radio Televisión Española. :: Javier Cotera
«Las sociedades musicales deben impulsar el movimiento orquestal»

«Las sociedades musicales deben impulsar el movimiento orquestal»

El músico valenciano Cristóbal Soler, que abre mañana la temporada del Palau de la Música con 'Goyescas', guarda silencio sobre si tiene opciones a tomar el relevo de Yaron Traub

CARMEN VELASCO

Jueves, 13 de octubre 2016, 20:35

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Cristóbal Soler (Alcàsser, 1967) es uno de los directores de orquesta valencianos con mayor recorrido en auditorios de dentro y fuera del país. Tiene proyectos en Japón y en los países nórdicos, pero siempre encuentra tiempo para trabajar en España.

Es el encargado de abrir mañana la temporada del Palau de la Música con 'Goyescas', de Enrique Granados, en un concierto semiescenificado. ¿Siente mayor presión?

Cada vez que salgo al escenario es un reto porque quiero ofrecer lo mejor de mí. El nivel de un artista se mide en la última actuación, es decir, no vale recordar que hace tres años realizó un concierto maravilloso. En esta ocasión se dan elementos de lujo para dar lo mejor de mí porque cuento con un buen coro, una buena orquesta, unos buenos solistas... Es una oportunidad de oro dirigir 'Goyescas', un título que no se representa mucho, y apostar por esta ópera que se estrenó en el Metropolitan de Nueva York en 1916. Seguramente si en lugar de Granados el autor fuera Verdi, la pieza gozaría de mayor repercusión internacional pero aún así Italia y Francia la han recuperado durante este año.

Ha dirigido en varias ocasiones a la Orquesta de Valencia (OV). ¿Cómo evoluciona la formación?

Es una orquesta muy importante y, sobre todo, ha contado con la gente de la cantera, tanto valencianos como del resto de España. Cuando nacen nuevas orquestas es habitual contar con profesionales de fuera especialmente de la sección de cuerda, pero la Comunitat posee excelentes músicos de viento, percusión y, en los últimos 20 años, de cuerda. En las últimas dos décadas se ha notado la transformación de la OV, tiene más nivel y lo ha logrado con gente muy preparada y de la casa, es decir, hay una mayoría importante de músicos valencianos que sienten el prurito de ofrecer lo mejor en tu tierra.

- Enfatiza el hecho de contar con músicos valencianos. ¿Con la OV se encuentra más cómodo que con otras formaciones?

- Colaboro con Valencia durante muchos años y sí, me siento como en casa. Me siento arropado tanto por la orquesta como por el público. Es un placer sentir que tu gente está contigo. Disfruto mucho, vengo muy a gusto y llevo años viniendo al Palau de la Música.

Fundó la sinfónica de la UV (1995-2010), se ha implicado en un proyecto de la joven orquesta de la Federación de Sociedades Musicales y ¿el siguiente paso es dirigir la OV?

El actual titular es Yaron Traub, al que respeto mucho. Tengo buena relación con el maestro y no debo ni quiero posicionarme en esta cuestión.

Pero no sería extraño que si Traub finalmente no renueva al frente de la OV fuera un valenciano quien tomara el relevo, ¿no?

Soy presidente de la Asociación Española de Directores de Orquesta y como tal puedo afirmar que en este momento las formaciones españolas pueden contar con directores del país. Los batutas españoles están avalados por premios internacionales, experiencia en orquestas extranjeras y titulaciones muy potentes, algo impensable hace 20 años. Hace dos décadas apenas había cuatro directores, como López Cobos o García Navarro, a la altura, pero ahora hay una generación de músicos y directores de nivel. Se está dando la vuelta pero en estos nombramientos intervienen los programadores, los gerentes, etc.

Ocupó el cargo de director musical en el Teatro de la Zarzuela de Madrid hasta hace un año. Su salida coincidió con la incorporación de Daniel Bianco como director de la institución. ¿Se marchó o el nuevo equipo no contaba con usted?

Mi salida se hizo oficial con un comunicado donde expliqué la verdad: declinaba continuar por razones de agenda. Hice coincidir mi salida con la incorporación de Bianco, me podía haber ido antes, porque entendía que ya se había agotado mi etapa allí, y no lo hice. Bianco me propuso una renovación de cuatro años y la rechacé. Mi intención no era quedarme en el Teatro de la Zarzuela al que le estoy muy agradecido porque ser nombrado director musical de esta institución en 2010 fue todo un reconocimiento de mi país a mi trayectoria y a mi experiencia. A Bianco le propuse continuar colaborando con el Teatro de la Zarzuela para no perder la relación, pero yo quiero abordar otro tipo de proyectos e intensificar más los títulos de ópera.

- En octubre de 2015, debutó en Les Arts al frente de 'Katiuska', es decir, zarzuela...

- Sí, me invitó el Palau y yo acudí encantado, pero de volver a Les Arts preferiría dirigir ópera. Los artistas a veces nos podemos quejar porque nos encasillan, sucede y es real, pero es el propio artista el que ha dar el paso para que esto no suceda. Si me etiquetan en director de zarzuela, mi voluntad será alejarme de ella.

¿Tiene posibilidades de dirigir óperas en Les Arts?

Dependerá de Davide Livermore. Yo estaría encantado. Ojalá.

¿Podría trabajar en Les Arts y en el Palau de la Música?

No son excluyentes. Enriquece a la ciudad tener dos maravillosas instituciones que otras ciudades querrían tener. Les Arts profundiza en el repertorio lírico y operístico por eso tiene el espacio técnico y programa temporadas espléndidas; el Palau de la Música, en cambio, aborda el repertorio sinfónico. Esta especialización no está reñida con que las orquestas líricas hagan su pequeño ciclo sinfónico y, al revés, las formaciones sinfónicas tengan oportunidad de trabajar títulos operísticos, como 'Goyescas', como excepciones.

¿La crisis empieza a notarse menos en las orquestas, auditorios, etcétera?

La crisis está aún encima. Si no ha desaparecido ninguna orquesta ha sido gracias a que el músico ha hecho un gran esfuerzo ajustando sus condiciones, ha sido la persona más afectada. La crisis pasará cuando se recupere lo perdido y y mejoren las condiciones laborales. En algunas sinfónicas de España se ha recortado entre un 30 y 35% de las nóminas, aunque en Valencia la situación no ha sido tan drástica.

- ¿Nació musicalmente en una banda y es un firme defensor de las mismas?

- Más que de las bandas, de las sociedades musicales. Creo que el entramado social de estas instituciones puede estar al servicio de la música de forma más integral. La sociedad Santa Cecilia de Cullera disponía de banda, compañía de teatro y orquesta. De los primeros contactos como director de orquesta fue en la formación de esta sociedad musical. En el siglo XXI se ha de impulsar el movimiento orquestal de las sociedades de música, al margen de las bandas.

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