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El imaginario cultural de Carla Fuentes

El imaginario cultural de Carla Fuentes

La creadora recurre al retrato para «indagar en las vivencias» de cineastas, músicos, actrices y galeristas

CARMEN VELASCO

Miércoles, 5 de octubre 2016, 21:17

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Carla Fuentes (Valencia, 1981) siente nostalgia del pasado. De un tiempo pretérito donde el arte pasaba por las manos de Andy Warhol, Lucien Freud o la galerista Erica Brausen; el cine era territorio de Rita Hayworth o Luis Buñuel; la música sonaba a Chopin o David Bowie; el diseño encumbraba a Le Corbusier; y en las letras reinaban George Sand, André Breton o Lorca. Todos desfilan por el debut literario de la valenciana, es decir, se asoman a 'Ilustres conexiones' (editorial Lunwerg). «Estoy muy vinculada al pasado y, para mí, es mala señal», asegura la creadora.

Entre cineastas de culto, actrices 'it girl', leyendas del boxeo y poetas malditos también se cuelan iconos vivos y referentes culturales para Fuentes, como el artista Eduardo Arroyo o el director Jim Jarmusch. «Son los dos personajes del libro que he conocido en persona. El resto de nombres de alguna forma, profesional o no, me han llegado».

'Ilustres conexiones', que se presenta en la galería Pepita Lumier, no es una relación 'wikipedista' con riesgo de pecar de artificiosa. En absoluto. Los personajes fluyen encadenados. Fuentes asume una de las máximas de Win Wenders: «Si no tienes nada que decir no te sientas obligado a aparentar que sí». La publicación representa una cartografía emocional con la excusa del arte, el cine, la música, la escritura, la tecnología o el diseño. Algunos ejemplos: una profesora de la facultad de Bellas Artes le hacía copiar a Fuentes las obras de Lucien Freud, la ilustradora no lee novelas pero sí biografías y se enganchó a 'Mi último suspiro' de Luis Buñuel; como a Charles Bukowski a la valenciana le gustan los gatos, ella sigue sin saber quién mató a Laura Palmer, etcétera.

Fiel a su estilo

Tan importante son las anécdotas reales y los episodios desconocidos de los artistas como los comentarios y las impresiones personales de la autora, pero sobre todo, no defraudan los retratos de la ilustradora, tan fieles a su estilo: imperfectos, intuitivos, con alma.

Los protagonistas del libro aparecen con la mirada perdida y gesto serio. Algunas ilustraciones las ha peleado bastante. «Con Arroyo opté por uno realizado hace seis o siete años que la gente suele identificar conmigo», apunta la ilustradora. Se esforzó con el del cineasta Jim Jarmusch, «un personaje especial» para ella y que repitió varias veces. También luchó con la barbilla y nariz de Quentin Tarantino.

«El libro podía haber sido infinito», admite la autora. Ha habido numerosos descartes, pero se incluyen 'Ilustres conexiones' los personajes «más interesantes» con los que el lector puede entablar un primer contacto e investigar por su cuenta. «¿Que si hay algo de postureo en la publicación? Ya me parece bastante postureo comprar un libro y leerlo», bromea la ilustradora.

Carla Fuentes con 'Ilustres conexiones' y María Herreros con 'Marilyn tenía once dedos en los pies, ¿el relato ilustrado vive un 'boom' o las editoriales lo han descubierto ahora? Para Fuentes, que fue seleccionada entre los 150 ilustradores más influyentes en 2014 para 'Taschen Illustration Now 5', «es la mejor forma de acercarse al mundo interior de las personas y de indagar en sus vivencias. Lo que está de moda es profundizar en los personajes» y cita el caso de la biografía del pianista James Rhodes. 'Ilustres conexiones' se enmarca en este camino.

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