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La colección Lladró busca museo

La colección Lladró busca museo

La firma lleva las obras al almacén de Madrid y estudia propuestas para que itineren por España

NOELIA CAMACHO

Miércoles, 3 de agosto 2016, 20:11

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Los seis siglos de pintura que están representados en la colección artística que posee la empresa valenciana de porcelana Lladró, uno de los conjuntos pictóricos de carácter privado más importantes del país, han vuelto a ser guardados en un almacén de Madrid.

Después de que hace más de un año la firma decidiera clausurar el museo instalado en la propia empresa en la localidad de Tavernes Blanques, 70 de las 200 piezas que conforman la colección -«las más representativas», según la directora de la pinacoteca Lladró, Carmen Tarín- se salvaguardaron en un espacio bajo estrictas medidas de conservación. En su momento, la firma alegó que iban a modificar el discurso expositivo del centro, por lo que era necesario almacenar las obras.

Pero como adelantó LAS PROVINCIAS, Lladró no quería que las piezas estuvieran ocultas. Así que, tras negociar con Fundación Bancaja, firmaron un acuerdo en el que la muestra Colección Lladró. Seis siglos de pintura recaló en la institución desde noviembre del año pasado hasta, concretamente, el pasado domingo.

Ayer mismo, aún estaban desmontando la exhibición, que ha llegado a congregar a más de 32.000 visitantes durante algo más de medio año. Sin embargo, las impresionantes piezas propiedad de la firma de porcelana regresan al almacén. Según fuentes consultadas por este diario, aún no se han materializado las propuestas para que la muestra itinere por otros museos de España. La colección se despide de Valencia a la espera de poder instalarse en otros espacios. A raíz de su paso por Fundación Bancaja, otras instituciones se han interesado por albergar la exhibición, que tuvo que ser prorrogada en el centro expositivo valenciano para llegar a más público. No obstante, aún no hay nada cerrado, por lo que las pinturas han vuelto a donde se guardaban.

Además, hay que tener en cuenta que el Museo Lladró, situado dentro de la Ciudad de la Porcelana, tampoco tiene fecha de apertura. Cuando se clausuró, sus responsables alegaron que lo hacían «dentro del proceso de reorganización de sus instalaciones, en un contexto en el que las ventas están muy paradas y tiene que haber un ajuste continuo entre gastos e ingresos». Fue en junio de 2015 y, desde entonces, se desconoce cuando volverá a ser accesible. Pero la colección no puede regresar allí, por lo que ha vuelto a embalarse para trasladarse a la capital de España.

Arte con mayúsculas

La colección Lladró recorre seis siglos de arte. Desde el Retablo de la Virgen María del conocido como Maestro de Cubells, una pieza del siglo XV y que fue la primera que adquirieron los hermanos Lladró, a obras de Juan Rexach, el maestro de Artés, Alonso Berruguete, Juan de Juanes, Juan Ribalta, José de Ribera, Rubens, Francisco Herrera el Viejo, Francisco de Zurbarán y Vicente López, entre otros, la colección es arte con mayúsculas.

Mención merecen los siete sorollas y cinco pinazos que también forman parte de las obras que compraron los dueños de la firma junto con creaciones de José y Mariano Benlliure, Cecilio Pla, Julio Vila Prades, Víctor Moya y Juan Bautista Porcar. Esta revisión se completa diez esculturas históricas de la empresa.

Pese a su extensa colección, la firma lleva bastantes años que no adquiere ninguna pieza. La compra de pinturas fue iniciada por los hermanos Lladró en los 80. Su intención era recuperar las creaciones de artistas valencianos para regresarlas a la Comunitat. A partir de 2005, no se ha comprado nada más y, aunque la firma atraviesa dificultades económicas, la presidenta de Lladró, Mª Luz Lladró, aseguró en noviembre que «jamás se ha pensado en vender ninguna obra porque es un tesoro de la familia».

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