Nueva luz para Goya y compañía

Las 'pinturas negras' de Goya son mucho menos oscuras bajo la nueva luz que las baña. El Museo del Prado, aliado con la Fundación Iberdrola, acomete la renovación de la iluminación de la pinacoteca que enterrará poco a poco las agresivas luces halógenas. La revolución lumínica comenzó el miércoles, descubriendo matices ocultos en obras maestras del genio de Fuendetodos y en las de otras artistas. Habrá que esperar dos años para que el 'milagro luminoso' llegue a 'Las meninas'.

'Iluminando el Prado' se denomina el proyecto integral que supondrá la sustitución de las lámparas halógenas que ahora alumbran las joyas del museo por lámparas LED. Iberdrola aportará un máximo de un millón de euros para renovar las iluminación en un centenar de salas. Las dos primeras de las catorce fases del proyecto afectan a las quince salas que albergan las colecciones del siglo XIX y los últimos años de Goya.

El 'milagro LED 'se hacía evidente ante obras icónicas como 'El 2 de mayo de 1808 en Madrid', 'La lucha con los mamelucos' y 'Los fusilamientos', emblemas de la pintura de Goya. «Permite descubrir la propia luz de Goya, ver cómo la utilizó para pintar y todos los cambios de claroscuros y las tonalidades que eligió. Todo se ve con mucha más claridad», se felicitaba Manuela Mena, jefa de Conservación del siglo XVIII y Goya.

Era aun más entusiasta ante las la 'pinturas negras' ahora bajo una luz «que hace que se vea que no todo es negro». «Existe un colorido muy variado, con tonalidades claras que emergen en toda su riqueza», dijo Mena, quien destacó como la luz LED altera las miradas de los protagonistas de estas pinturas «mostrándolas tal y como quería Goya». Lo mismo ocurre con 'Saturno devorando a su hijo' en la que emerge «con toda su expresividad la preciosísima delicadeza de la luz de Goya».

Habrá que esperar a finales de 2017 para que la iluminación LED llegue a 'Las meninas' y las demás obras de Velázquez, culminando un proyecto que además de aportar eficiencia energética supondrá un ahorro del 75% en el consumo eléctrico y mejorará la conservación de la obras al favorecer su disfrute en condiciones que los expertos sitúan como muy próximas a la luz natural.

Miguel Falomir, futuro director adjunto Conservación e Investigación del museo, se felicitaba por la nueva iluminación que mejora la percepción de las obra y muestra los colores con mucha mayor naturalidad y potencia, «más nítidos y más diáfanos». «La iluminación halógena apaga los segundos planos y exige rebajar la intensidad para no dañar a las pinturas, lo que le da una luz amarillenta».

'Fusilamiento de Torrijos y sus compañeros en las playas de Málaga', la gigantesca tela de Antonio Gisbert, ha sido la obra elegida para que se puedan apreciar las grandes ventajas de la iluminación LED en comparación con la halógena, de modo que ambas convivirán sobre ella durante un tiempo.

Carmen Recio, responsable de la Fundación Iberdrola para el proyecto, asegura que permitirá mejorar la conservación de las obras al reducir en un 20,4% el factor de daño. Cuando se culmine, evitará la emisión a la atmósfera de 320 toneladas de CO2 cada año. Reducirá sensiblemente los gastos de mantenimiento ya que la vida útil de los dispositivos LED es de 50.000 horas frente a las 1.000 horas de las lámparas halógenas. Otros grandes museos como la National Gallery de Londres han completado ya el cambio de la tecnología halógena a la LED.