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NOELIA CAMACHO
Sábado, 28 de marzo 2015, 23:49
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valencia. No era la gala de los Goya, ni mucho menos los Oscars. Pero el Museo Valenciano de la Ilustración y la Modernidad (MuVIM) extendió ayer la alfombra roja para recibir a un numeroso grupo de actores y directores españoles que posaron, como mandan las costumbres, ante los fotógrafos. Un 'photocall' por el que pasaron Terele Pávez, Emilio Gutiérrez Caba, María León, Daniel Monzón, Natalia de Molina y el valenciano Juan Gea. Sin embargo, no vinieron a Valencia a presentar ninguna película. Lo hicieron para contribuir al estreno absoluto de 'De cine. Universos cinematográficos', la nueva gran muestra del museo valenciano que incluye cuatro exposiciones, distintas entre sí, para abordar diferentes puntos de vista del séptimo arte.
El nuevo director del MuVIM, Francisco Molina, debutaba al frente de la institución con lo que el mismo denominó como «el cambio de piel del museo». «El MuVIM respira ahora a través del cine, como antes lo hizo con los videojuegos o el mundo del cómic», dijo durante la 'proyección' de las exhibiciones.
El tributo de la pinacoteca al celuloide se inicia con un merecido homenaje al maestro valenciano José Segrelles. Ya lo aseguraba el viernes el dibujante norteamericano William Stout, cuando lo calificó como el «ilustrador de fantasía más importante del mundo». Stout, quien se inspiró en uno de las imágenes del pintor para realizar el guión gráfico de 'El laberinto del fauno' -una película dirigida por otro amante de la obra de Segrelles como es Guillermo del Toro'-, ha estado varios días en la capital del Turia para reivindicar la calidad artística del genio.
'Segrelles. El laberinto de la fantasía' es la gran retrospectiva que el museo dedica a la vida, y sobre todo obra, de un Segrelles que siempre fue un abanderado de la ilustración. Un sorprendente paseo a través de 260 de sus ilustraciones, acompañadas de las publicaciones en las que aparecieron, que demuestra como el artista se adelantó a su tiempo. Comisariada por Susana Vilaplana junto con Joan Josep Soler, director del museo de Albaida dedicado al artista, la Sala Alfons Roig revive la producción del artista desde las primeras décadas del siglo XX hasta su estancia en Nueva York entre 1929 y 1935 y el regreso a su Albaida natal . Durante ese tiempo se publicaron más de 50 libros con sus obras, entre los que destacan las ilustraciones que realizó para la Colección Araluce, la Historia de España de Seguí, 'Florecillas de San Francisco' de Vilamala o la 'Vida de San José de Calasanz'. También, y convertidas en un icono de modernidad, se incluyen sus ilustraciones de historias universales como El Quijote', 'La Celestina', 'Alí Babá y los 40 ladrones', 'La Divina Comedia' y los cuentos de Edgar Allan Poe. Todo ello, junto con las imágenes publicadas en revistas como 'Cosmopolitan', 'Ilustrated London News', 'The American Weekly', 'The Art Digest' y 'The New York Times'.
Estrellas de hoy y de siempre
El 'hall' del museo traslada al visitante a un día rodaje. Un plató en el que suele colarse el fotógrafo José Haro quien, en 'El sueño de Andrómina' exhibe muchas de las instantáneas tomadas en la grabación de cintas como 'El niño', 'La piel que habito', 'Biutiful', 'Carmina y amén' o 'Lo imposible'. Haro, quien como aseguró pretende dar «una mirada al cine de una forma distinta', ha trabajado para directores como Almodóvar, González Iñárritu, Bayona o Monzón. Diez años de 'flashes' que, sin artificios, descubren al espectador lo que se esconde tras algunas de las cintas más recordadas del cine. «Es una mirada diferente a lo que puede ser un trabajo comercial», contó Haro.
La tercera de las exposiciones que respiran el glamour del séptimo arte es 'Paseantes de Donostia. 60 años del Festival de San Sebastián', un conjunto de un centenar de instantáneas que resumen 60 años de vida del certamen cinematográfico.
Un compendio de imágenes únicas que van asociadas de decenas de anécdotas como la visita que la gran Elizabeth Taylor realizó al festival en 1973. Llegó una hora tarde al encuentro, contó ayer el comisario de la muestra, Pedro Usabiaga, porque le habían perdido la maleta en el aeropuerto. «La gente la recibió entre abucheos por la espera, pero ella sólo agradecía y agradecía a los asistentes. No entendía nada de lo que le decían», rememoró Usabiaga.
Orson Welles, Kim Novak, Alfred Hitchcock, Ursula Andress, Dustin Hoffman, Michael Fassbender... la esencia del mejor Hollywood se ha dado siempre cita en la alfombra roja del certamen donostiarra. Incluso los grandes del cine español como Imanol Arias, Pedro Almodóvar, Carmen Maura oAntonio Banderas pasaron por un San Sebastián que, gracias a esta muestra, se traslada por una temporada a Valencia.
Y es quizás la exposición que pone el 'the end' el recorrido por el cine que realiza el MuVIM la que resume la magia e ilusión que despierta en los profesionales del séptimo arte recibir un galardón o acudir a la ceremonia de los Goya. 'Imagen de un sueño', comisariada por Susana Alfonso, recorre a través del objetivo de Inés Barreda las últimas galas de los premios del cine español. La importancia del fotoperiodista en este tipo de actos diluye la frontera entre lo que es un simple posado y la emoción que supone alzarse con uno de los 'cabezones' que premian a las películas del sector cada año.
'De cine. Universos cinematográficos' estará disponible en distintas salas de el MuVIM hasta el 31 de mayo, a excepción de 'El sueño de Andrómina', que permanecerá en el museo hasta el 10 de mayo. «La sala está comprometida para una exposición fotográfica del certamen Valencia Negra», confesó Molina.
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