«Es preciso cambiar el modelo fiscal de las bandas de música»

El pasado octubre Pedro Rodríguez fue elegido presidente de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunidad Valenciana (FSMCV) con más del 70% de los votos, sucediendo así a Josep Francesc Almería. Tras ocho años como vicepresidente, Rodríguez conoce de forma cercana el funcionamiento de la Federación, para la cual reclama "más atención por parte de la Administración". Rodríguez, licenciado en Químicas por la Universitat de València y titulado en Gestión Cultural de sociedades musicales por la Universidad Jaume I de Castellón, afirma que su "principal objetivo es cambiar el marco legal de las sociedades musicales".

-¿Cuál es el balance de los seis meses como presidente?

-Es muy positivo. Se ha producido el cambio de manera muy tranquila. Tras las elecciones hemos comenzado a funcionar con normalidad, gracias sobre todo al hecho de que gran parte de los directivos trabajaba en la etapa anterior y tienen mucha experiencia. Estamos esforzándonos al máximo, ya tenemos varios proyectos en marcha y vamos cumpliendo promesas electorales como dar más importancia a los presidentes comarcales o la firma conjunta de un código de buenas prácticas. Además, hemos puesto a disposición de las sociedades musicales un servicio jurídico que ha tenido muy buena acogida y ya hemos negociado con la Administración, creemos que en las próximas semanas se verán los resultados.

-¿Cuál es el principal reto en el que está trabajando la Federación?

-El proyecto estrella es cambiar el modelo de la obligaciones fiscales, laborales y económicas que tienen que cumplir las asociaciones musicales. Nosotros no trabajamos con afán de lucro, por lo que no nos pueden considerar como empresas. Las agrupaciones tienen que pasar los mismos controles que las empresas, presentar el resumen anual del IVA y pagar el impuesto de sociedades. Es evidente que hay que respetar una serie de derechos de los trabajadores y cumplir una serie de derechos laborales, pero que estemos considerados como empresas para todo excepto para pedir ayudas económicas, no es justo. Queremos trabajar con la Universitat de València para estudiar y abrir, con catedráticos expertos en derecho administrativo, fiscal y laboral, un marco diferente para este tipo de entidades.

-¿En qué punto se encuentran las negociaciones con la Generalitat por el retraso en los pagos?

-Cuando tomé posesión nos debían todo el ejercicio del 2013 y 2014. Ya se han pagado dos millones de euros. Tenemos el compromiso de la Generalitat de que pagará a razón de un millón cada mes, si se sigue cumpliendo, se cobrará, aunque con retrasos como todo por la situación económica tan complicada que hay. Lo peor es la incertidumbre de las bandas de no saber cuándo van a cobrar y no poder iniciar proyectos. En algunos casos, incluso, hay muchos profesores que están trabajando sin cobrar.

-¿La financiación para las bandas de música es insuficiente?

-Desde luego. Lo que falta es que la música sea una línea estratégica de desarrollo de la Comunitat Valenciana. La música en general y la música de banda particularmente es la principal actividad cultural de esta tierra, no es algo sólo folclórico. Nosotros hacemos lo que podemos, pero el poder de impulsar esto está en manos de la Comunitat, de erigir la música como estandarte fuera de Valencia y enseñarle al mundo que los mejores profesionales de casi todas las orquestas del mundo son valencianos, porque eso la gente no lo sabe.

-El reconocimiento de las bandas de música en la ley de Señas de Identidad llega tarde?

-Desde hace mucho todos sabemos que son una seña de identidad de nuestra tierra. Pero yo pienso que la ley de Señas de Identidad no sirve para que nos conozcan en el mundo porque entre otras cosas no todos los partidos están de acuerdo con esa ley. Deberíamos ser un tema de Estado, que se pactara y se consensuara para que sea perdurable en el tiempo y realmente podamos conseguir cosas.

-¿Qué proyectos se están llevando a cabo desde la Federación?

-Actualmente estamos inmersos en un proyecto que nos ilusiona mucho, se llama Música y Fallas. Estamos negociando para intentar prestigiar la música de cara a las fiestas. En los Moros y Cristianos, por ejemplo, cualquier filá o comparsa quiere cuantos más músicos mejor y bandas grandes y parece que en las Fallas sólo prima el monumento y la música cada vez pesa menos, y eso es culpa de todos. Por eso, estamos negociando e intentando llevarlo adelante.