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Banda icónica. Fotografía gigante de Mick Jagger.
El arte simpatiza con el diablo

El arte simpatiza con el diablo

Una exposición recorre la historia de los Rolling Stones con obra de Warhol, Hamilton y la agencia Magnum

CARMEN VELASCO

Miércoles, 25 de junio 2014, 00:00

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valencia. «No se puede escribir la historia del arte de los siglos XX y XXI sin los Rolling Stones, Sex Pistols o Nirvana». Sus Satánicas Majestades cumplen 50 años, una efeméride propensa a celebraciones y reflexiones. La muestra 'Sympathy for the Stones', que inauguró ayer la Fundación Bancaja, cumple ambas aspiraciones. Una oportunidad para postrarse de rodillas ante un «mito contemporáneo» en el que fijaron su mirada Andy Warhol, Ricard Hamilton y fotógrafos como Ebet Roberts, Barrie Wntzel, Guy Le Querrec y Rene Burri (estos dos úlitmos de la agencia Magnum Photos).

Mick Jagger, Keith Richards, Charlie Watts y Ron Wood, que suman más de 280 años, se apoderan del Centro Cultural Bancaja, pero no están solos. Por las impresionantes fotografías de la época a los ahora se les ve acompañados por John Lennon y Yoko Ono, Iggy Pop, Bob Dylan o Bruce Sringsteen. Algunas de las instantáneas evidencian que los abuelos del rock, que hoy ofrecen en Madrid su único concierto en España, se divirtieron como pocos y sobrevivieron a la ingesta de todo tipo de sustancias, como una en la que se aprecia a Keith Richards (con una botella de Jack Daniel's) junto a Tina Turner y David Bowie, ambos amorrados a una botella de champagne. El comisario de la exposición, Fernando Castro, bromeó con que en un futuro debería estudiarse a los Stones desde «un punto de vista anatómico, genético y antropológico» para conocer cómo a los 70 años continúan subiéndose a un escenario. Sin duda, «han hecho un pacto con el diablo», aseguró el crítico de arte.

Esa 'Sympathy for the devil', además de una canción, es una filosofía de vida transgresora y de gozar el tiempo presente. «La grosería de los Rolling resulta ahora elegante y el idealismo de The Beatles se antoja hasta ñoño», destacó Castro. Los primeros nacieron como alternativa a los británicos y, 50 años después, el espíritu contestatario, desagradable y provocativo de los Stones está aún vigente. Sus Satánicas Majestades no abdican y aún son un «emblema de la contestación». Un carpe diem que se articula en las canciones: salta, baila y diviértete.

La exposición 'Sympathy for the Stones', que permanecerá abierta hasta el 2 de noviembre, es mucho más que el homenaje a un grupo aún en activo. Aborda «la importancia cultural del rock and roll», en palabras del comisario, quien en la presentación de la muestra vistió una camiseta negra con la lengua roja diseñada por John Pascher.

Mito contemporáneo

Los Rolling Stones son un «mito de la contemporaneidad», como Marilyn Monroe. El comisario de la muestra defiende que la mítica banda «es mucho más que rock & roll» y que su música «es la banda sonora de finales del siglo XX y principios del XXI».

La existencia de Sus Satánicas Majestades es inseparable de la cultura, el arte, la fotografía y el cine de los últimos 50 años. La Fundación Bancaja de Valencia, que muestra más de un centenar de piezas que se recopilan «por primera vez» gracias a coleccionistas privados y museos, exhibe la obra 'Swingeing London III', del artista contemporáneo Richard Hamilton, cedida por el IVAM, inspirada en la detención de Mick Jagger por posesión de drogas; reproducciones de grabados que Andy Warhol realizó a partir de sus fotografías a Mick Jagger y una serie de collages creados específicamente para esta exposición por el artista Avelino Sala.

En el Centro Cultural Bancaja también se exhiben fragmentos de las películas 'Gimme Shelter', centrada en el trágico concierto de Altamont en 1969 y en el que un joven fue asesinado durante la actuación del grupo; 'Sympathy for the Devil', dirigido por Jean-Luc Godard en 1968 y que refleja la revuelta política de final de los 60, y 'Shine a Light', en la que Martin Scorsese recoge su actuación en Beacon Theatre de Nueva York en 2006 a la que asistieron desde Bill Clinton a Cristina Aguilera.

No es una «exposición para eruditos ni fans del grupo», concluyó el comisario, aunque los seguidores agradecerán las carátulas de discos (como la de 'Sticky Fingers' o las imágenes de conciertos, ensayos y momentos en el 'backstage. Es una muestra que anima a la insatisfacción vital, a la desobediencia y al placer. Y suena. Suena a 'Gimme Shelter' o 'Street fighting man'.

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