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NOELIA CAMACHO
Jueves, 15 de mayo 2014, 00:06
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Bioquímico, profesor, de biología en las universidades de Kansas, Chicago y Wisconsin, creador y secretario de la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados, máximo impulsor de los actuales Premios Rey Jaime I, presidente del Consell Valencià de Cultura (CVC) y, desde ayer, marqués de Grisolía.
El científico valenciano Santiago Grisolía recibió ayer este título nobiliario otorgado por el Rey. Un nombramiento que se hizo público en el Boletín Oficial del Estado (BOE) y en el que su Majestad destaca «la prolongada y encomiable labor investigadora y docente de Don Santiago Grisolía García y su contribución al conocimiento científico». Por ello, el monarca «queriendo demostrarle mi real aprecio» lo otorga el título para «sí y sus sucesores, de acuerdo con la legislación nobiliaria española».
El también premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1990 confesó ayer a LAS PROVINCIAS sentirse «agradecido e ilusionado» por este título. «Su Majestad el Rey me tiene mucho afecto» afirmó el profesor, después de contar que, antes de que Don Juan Carlos reinara en España y en un reunión celebrada en Nueva York ya compartieron momentos de afecto y se fraguó una larga amistad. «En esa entrevista, su Majestad me mostró su interés por la ciencia, por ello, cuando me planteé volver a España -Grisolía daba clases en Estados Unidos- una de las razones que me incitaron a regresar fue este apoyo y preocupación recibido por el monarca».
El impulsor de los premios Jaime I aseguró que una llamada telefónica le comunicó el nombramiento por la mañana y que ya ha enviado un escrito al Rey para mostrarle su agradecimiento.
«Me siento agradecido, sobre todo por mi familia y mi mujer. Siempre tienes ilusión por recibir cualquier distinción, pero éste ha sido un gran premio», concluyó Grisolía.
«Que me sigan llamando Santiago» aseguró entre risas tras ser preguntado si ahora habrá que referirse a su persona, aparte de como profesor, como marqués.
Junto al científico valenciano, tres personalidades más recibieron ayer tan alta distinción por parte de la Casa del Rey. El cardiólogo barcelonés Valentín Fuster podrá utilizar su nuevo título de marqués de Fuster. Por su parte, el empresario David Álvarez, fundador de la empresa de limpieza Eulen ostentará el título de marqués de Crémenes, localidad leonesa en la que nació y la historiadora madrileña Carmen Iglesias es ya la condesa de Gisbert.
El Rey resaltó de Fuster tanto su «destacado y constante trabajo en investigación cardiovascular»; de Álvarez su «dilatada y fructífera» trayectoria en el sector empresarial; y de Iglesias destacó su «brillante e intensa» labor académica y docente «al servicio de España y de la Corona».
¿Qué es ser marqués?
El título que Santiago Grisolía ostenta desde ayer es honorífico, no le aportará beneficios económicos y él decidirá si lo utiliza como carta de presentación o no.
Así lo explicó el abogado y experto en nobiliaria, Martín de Oleza, quien también ostenta el título de barón de Alcalalí y de Mosquera. Este noble valenciano aseguró que el nombramiento efectuado por el Rey es un «mero derecho de nombre» que pertenece al ámbito privado.
El título nobiliario obliga a referirse al profesor Grisolía como ilustrísimo. Además, es perpetuo y vitalicio y los herederos del marqués recibirán el marquesado cuando fallezca el noble valenciano.
Un título como el de marqués que, según este abogado experto en legislación nobiliaria, «ha de llevarse con honor». «Desde hace unos años se han dado títulos de este tipo a personalidades ilustres», dijo de Oleza en referencia a los otorgados hace unos años al escritor Mario Vargas Llosa y al seleccionador Vicente del Bosque. «Este tipo de condecoraciones ponen de manifiesto el carácter renovador de la Casa Real, si sólo se adjudicarán títulos a los nobles la monarquía estaría desfasada».
No obstante, Don Juan Carlos no es muy dado a repartir estas nobles distinciones. «El Rey es bastante parco a la hora de otorgar títulos, no es como la Reina de Inglaterra», manifestó de Oleza, quien contó como Su Majestad no suele condecorar como Grandes de España a muchos nobles. «Sólo lo ha hecho con las infantas, duquesas de Lugo y de Palma, y con los expresidentes Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo-Sotelo».
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