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Nuria, Estrella y Susana, durante la jornada sobre violencia machista en Valencia. Irene Marsilla
«Me violó con un cuchillo en la garganta»

«Me violó con un cuchillo en la garganta»

La violencia de género se ceba con las víctimas discapacitadas | Cuatro mujeres narran en un encuentro para apoyar la lucha contra los abusos machistas cómo sufrieron esta lacra

Daniel Guindo

Valencia

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Viernes, 1 de diciembre 2017, 20:14

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«Con 17 años nos enamoramos, con 19 nos casamos y con 21 ya tenía dos hijos. A los 22 llevaba camisas y faldas largas, iba tapada hasta el cuello y no tenía amigos. Me decía constantemente que era una inútil y que no valía para nada. Así aguanté diez años, hasta que fuimos al juzgado a presentar la separación. Una noche, mientras dormía, me puso un cuchillo en la garganta y me violó. Fruto de ello me quedé embarazada y nació mi hija. No la podía amar, por lo que su hermana mayor se ocupó de ella. Siempre le deberé dos años de cariño. Mis hijos me odian porque no les salvé en ese momento, pero ahora sé que los brazos rotos y los puntos no fueron por accidente, también sufrieron la violencia de su padre».

Esta desgarradora historia la ha sufrido en primera persona Estrella y ayer quiso compartirla en un encuentro organizado por la comisión de la mujer del Comité de Entidades Representantes de personas con discapacidad de la Comunitat (Cermi-CV) en la facultad de Ciencias Sociales de la Universitat de València. Esta jornada, organizada en el marco de la conmemoración del 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, ha querido poner el acento en las víctimas discapacitadas, en el papel que ha tenido el Cermi en la confección del Pacto Valenciano Contra la Violencia de Género y Machista (con una serie de aportaciones en defensa de las víctimas con discapacidad que no se habían contemplado) y enlaza, además, con la celebración el próximo domingo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad.

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Estrella, precisamente, forma parte de este colectivo (se ayuda de una silla de ruedas); mujeres que sufren con especial incidencia esta lacra. En concreto, según la última macroencuesta en la materia, la violencia psicológica afecta al 23% de las mujeres discapacitadas (el 15% al resto), la económica al 13% y la física al 11%, porcentajes que descienden al 6,4 y al 4,6%, respectivamente, en relación al colectivo de las mujeres en general.

Y para poner voz y rostro a esta lacra, a Estrella la acompañaron también otras tres afectadas que, al igual que ella, quisieron narrar sus vivencias. Nuria, con una discapacidad física y orgánica, describió el maltrato psicológico al que fue sometida por su pareja durante 25 años. «Era alcohólico y fue empeorando desde el día que me casé. Intenté buscar ayuda para curarle, pero hasta mi suegra me dijo que tenía que aguantar», describió. «Llegué un día a mi casa y mi hija no estaba, la había echado, por lo que le preparé las maletas y cambié la cerradura. Ni mis hijos quisieron ayudarle». A raíz de este trance, Nuria dejó la medicación que tomaba, lo que le acarreó que estuviera tres días en coma. «Me gusta contarlo porque así vacío el saco, pero a mis 65 años sigo teniendo pesadillas».

Susana también compartió su experiencia con el público que llenaba la sala, buena parte de ellos estudiantes de la facultad. «Tengo que agradecerle a mi exmarido ser seropositiva», fue el inicio de su intervención. «Me separé hace 17 años a raíz de haber recibido tortas, de no poder abrir la boca, de decir en urgencias que me había caído. Me llamaba sidosa y aguanté 11 años». «He llorado tanto que se me secaron las lágrimas, intenté suicidarme y como efecto secundario del VIH sufrí un cáncer de mama». «Todavía hoy no hay día que no me acuerde de él. Su familia lo sabía y eso aún te da más rabia», lamentó.

La cuarta interviniente prefiere permanecer en el anonimato y, al sufrir una enfermedad mental, relató que todavía tuvo más dificultades para que la familia la creyera. «Me llamaban paranoica», señaló.

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