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Aspecto que ofrecen las instalaciones del antiguo Hospital La Fe en el barrio de Campanar.

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Aspecto que ofrecen las instalaciones del antiguo Hospital La Fe en el barrio de Campanar. Damián Torres

La vieja Fe agoniza tras dos años de espera sin empezar las obras

Los vecinos de Campanar reclaman que se inicien ya las actuaciones para reactivar el proyecto del hospital Espai Ernest Lluch

LAURA GARCÉS

Valencia

Jueves, 10 de mayo 2018

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El proyecto para la reactivación del antiguo Hospital La Fe de Campanar, que pasará a llamarse Espai Ernest Lluch, ha despertado quejas de vecinos del barrio de Campanar. Arremeten contra la conselleria reclamando «celeridad» en la puesta en marcha de las actuaciones previstas y que se anunciaron por primera vez en julio de 2016. Plantean su petición a la vez que señalar que el interés que les impulsa a pedir actuaciones «no es hablar de lo bonito que es el edificio, sino de los servicios que tendrán los vecinos». Mantienen su alternativa, que no es otra que «una ampliación que tenga repercusión hospitalaria».

La Associació de veïns i veïnes de Campanar a través de su presidente, Pep Benlloch, en declaraciones a LAS PROVINCIAS, fue contundente para reclamar a la Conselleria que actúe. Ante lo que «han decidido que van a hacer, lo que pedimos es que se ejecute cuanto antes». El malestar que transmiten les lleva a insistir en que de lo que «queremos hablar es de servicios». Al mismo tiempo lamentan que esté parado, pues aseguran que hasta el momento «no se ha hecho nada». Esta valoración es la que motiva a Pep Benlloch a reclamar a la Conselleria de Sanidad que «ejecuten cuanto antes» en un escenario en el que asegura que «no se ha presentado nada más allá de los proyectos» y donde, recalca: «No se ve actividad. A pie de obra no pasa nada».

La Conselleria de Sanidad presentó por primera vez el proyecto en julio de 2016. Con posterioridad, el pasado enero se volvió a hablar de las actuaciones previstas y se presentaron las propuestas para los proyectos que concurrieron al concurso de ideas del que en marzo se dieron a conocer los finalistas. Estos proyectos son los que definirán las nuevas construcciones, las que está previsto levantar en el espacio hoy libre de edificaciones. Como se dio a conocer en su momento los finalistas tendrán que presentar las maquetas en junio.

Las muestras de descontento que ahora llegan desde la mencionada asociación no son las primeras que se han escuchado. En el acto de enero, cuando se presentaron los proyectos, un grupo de vecinos de la Plataforma Salvem La Fe mostraron su desacuerdo con Sanidad reivindicando «un hospital al cien por cien». El eje de sus peticiones era solicitar un centro sanitario con todos los servicios: «Queremos un hospital porque el Arnau ya no puede crecer más».

La primera vez que la consellera de Sanidad, Carmen Montón, anunció un plan -en tres fases- para reactivar la vieja Fe ofreció plazos que apuntaban que llegar al final exigía esperar dos legislaturas, esta y la siguiente. Los primeros trabajos apuntaban la rehabilitación del edificio recayente a la calle Joaquín Ballester, donde se instalará una unidad de Urgencias provisional. La mejora del estado del pabellón de investigación, que acogerá los servicios de emergencias SAMU y la unidad de detección del cáncer de mama. El edificio destinado a los servicios de informática es el tercero que se recuperará para su uso. Algunos retrasos en plazos anunciados en 2016 han salpicado el proceso.

En esta fase inicial se incluía también la nueva construcción en el área hoy libre de edificaciones: servicio de Urgencias -sustituirá al provisional de Joaquín Ballester-, centro de especialidades con cirugía mayor ambulatoria y una unidad de atención primaria, entre otros servicios. En el marco de las actuaciones se contemplaba como aciones «paralelas» el proceso para retirar el amianto de las antiguas construcciones.

El pasado enero la consellera habló de que la primera fase prevé la puesta en marcha de un centro de salud y otro de especialidades. Las previsiones que anunció en ese momento apuntaban que en verano arrancarán las obras en el pabellón de Joaquín Ballester para que, a finales de año o principios de 2019, funcione un servicio de urgencias, actuación que en el primer anuncio contemplaba el inicio de obras para el tercer trimestre de 2017.

Ahora, transcurrido el tiempo, el presidente de la mencionada asociación de vecinos del barrio de Campanar recalca que «no se ha presentado nada más allá de los proyectos» y echa en falta ver actuaciones a las que da el nombre de trabajos «a pie de obra».

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