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Reclutas reciben sus equipos en el último remplazo de la mili en Bétera, en 2001. javier peiró

La última recompensa de la mili

Miles de valencianos buscan su certificado del servicio para alcanzar la jubilación | Haber cumplido con la prestación permite el acceso a la jubilación anticipada a aquellos que se quedan al límite por un año o menos

J. A. MARRAHÍ

VALENCIA.

Miércoles, 4 de abril 2018, 00:32

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Entre las funciones de la Delegación de Defensa en la Comunitat, en el acuartelamiento de San Juan de Ribera, hay una que cobra fuerza: la expedición de certificados de cumplimiento del servicio militar obligatorio a esas generaciones que, durante algún tiempo, cambiaron vaqueros o pantalones de pana por el traje caqui para cumplir con la mili.

¿Qué pretenden? Jubilarse. La Subdelegación de Defensa en Valencia expide alrededor de 1.200 certificaciones anuales del servicio militar obligatorio solicitadas por antiguos reclutas que pueden lograr con el documento un beneficio: adelantar su jubilación.

Desde la Delegación de Defensa aclaran que esos beneficios de haber cumplido el ya extinto servicio militar son de carácter temporal, no económico. «Un acceso a la jubilación con carácter anticipado», explican. El asunto está regulado en varios artículos del Real Decreto Ley 8/2015 de 30 de octubre, que aprueba el Texto Refundido Ley General de la Seguridad Social. En esencia, haber hecho la mili «da la posibilidad de alcanzar el requisito de tiempo exigido de cotización para la jubilación anticipada, 30 o 35 años según la modalidad, cuando falte un año o menos tiempo para ello».

La Delegación de Defensa ya ha expedido 6.000 certificados a ciudadanos interesados en jubilarse

Es decir, el periodo en las Fuerzas Armadas funciona como un pequeño pero útil puente hacia la jubilación anticipada para aquellos que, por edad o tiempo trabajado, se quedan en el límite.

La Delegación de Defensa en Valencia es el organismo competente para la emisión de esta certificación. «Hacemos un ingente esfuerzo para informar a los ciudadanos de sus efectos, con más de 12.000 consultas sobre el asunto durante los últimos cinco años y la emisión de más de 6.000 certificaciones», destaca un portavoz del organismo gubernamental.

Haber cumplido con el servicio militar «sólo tiene efectos de acceso a la jubilación anticipada, pero no repercusión en la cotización», indican desde Defensa. Lo matizan porque «en el momento de la solicitud muchos ciudadanos creen que el tiempo superior a nueve meses (duración del servicio en su último periodo) debe considerarse a efectos de cotización». Con este convencimiento, pretenden de que ese exceso de tiempo tenga efectos económicos sobre la pensión que les corresponda. Sin embargo, es una creencia errónea. «Muchas sentencias del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat dejan claro que no se pueden acreditar cotizaciones efectivas por esa prestación obligatoria».

Sí existe un fleco que puede reportar cierto beneficio dinerario a algunos de los que dedicaron algo de sus vidas a las Fuerzas Armadas. Es el caso de los conocidos en su tiempo como 'reenganchados' o los que, a partir de 1990, realizaron su servicio militar con carácter profesional. Esta modalidad coexistió con la del servicio militar obligatorio hasta su suspensión en 2001.

La mili se extinguió definitivamente en España el 31 de diciembre de ese año. El presidente francés Emmanuel Macron confirmó en enero su intención de restablecer un servicio militar obligatorio. Austria prevé someter la mili a referéndum. Fuera de la Unión Europea, pervive en Suiza, Noruega, Ucrania, Rusia, Serbia o Moldavia.

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