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J. A. MARRAHÍ
VALENCIA.
Lunes, 13 de noviembre 2017, 00:24
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La Comunitat cerró ayer una semana nefasta en casos de violencia doméstica. Al horror de Alzira se sumó, el miércoles, el asesinato de Jéssyca B. C., la joven asesinada a disparos por su expareja mientras la víctima recogía a su hijo de tres años en un colegio de Elda. La chica había denunciado al homicida en tres ocasiones, las dos últimas por amenazas y quebrantamiento de condena.
En lo que va de año, la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género contabiliza 22 casos en los que los niños se han quedado huérfanos por culpa de los asesinatos de sus madres.
En varias ocasiones, el odio machista acaba afectando directamente a los más pequeños, agredidos o asesinados con el único propósito de dañar a la madre o vengarse de ella. Uno de los casos más recientes, con semejanzas a lo acontecido ayer en Alzira, fue el apuñalamiento de una niña de tres años por parte de su padre el pasado 12 de enero en Benifaió.
El autor fue el excompañero de la etarra Idoia López Riaño, conocida como 'La Tigresa'. Al parecer, existían diferencias por la custodia de la menor, que vivía con su madre en la cárcel de Picassent. En uno de los encuentros con la pequeña, decidió acuchillarla.
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