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La familia podrá acompañar durante cuatro horas a los enfermos en la UCI

La familia podrá acompañar durante cuatro horas a los enfermos en la UCI

Sanidad permitirá el uso controlado del móvil o la televisión a los pacientes, reducirá el ruido en las habitaciones y las dotará con luz natural y música

Daniel Guindo

Valencia

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Martes, 28 de noviembre 2017

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Por las unidades de cuidados intensivos (UCI’s) valencianas pasan cada año unos 30.000 pacientes que, en la mayor parte de los casos, presentan un grave estado de salud. Máquinas de todo tipo que no dejan de pitar, unas frías estancias y la atención constante de profesionales sanitarios les suelen acompañar en este duro trance. Además, a esta delicada situación se suma la angustia y la incertidumbre de las familias, que apenas pueden ver a sus seres queridos y, en ciertos casos, no terminan de comprender la información médica que reciben.

La Conselleria de Sanidad es consciente de la situación actual y, por ello, se ha propuesto mejorar en la medida de lo posible la estancia tanto de los enfermos como de sus familiares más allegados y hasta de los sanitarios que los atienden en estas unidades. Para conseguirlo ha empezado a implantar ya en las UCI’s el denominado Plan de Mejora de la Humanización en las Unidades Asistenciales de Pacientes Críticos (MhUAC en su simbólico acrónimo) que, entre su batería de medidas, ha previsto ampliar el tiempo que las familias pueden pasar con los enfermos. En concreto, según concretó ayer la consellera de Sanidad, Carmen Montón, el objetivo es que, como mínimo, los allegados puedan estar cuatro horas diarias con sus familiares ingresados, en lugar de los 30 o 60 minutos que, en la actualidad, pueden permanecer en cada visita.

Asimismo, el departamento ha previsto que estas salas incluyan relojes y calendarios, así como incrementar en estos espacios la luz natural, con el fin de reducir la desorientación que suele sufrir el paciente, como apuntó el director general de Asistencia Sanitaria, Rafael Roca. También se controlará el ruido de estas estancias, especialmente el procedente de los pitidos de la maquinaria que ayuda a la atención médica. Los enfermos, asimismo, podrán tener acceso a sus teléfonos móviles o tablets, siempre bajo la supervisión de los sanitarios, así como a televisión, libros o música de ambiente. A nivel de infraestructura, estas tecnificadas salas de cuidados intensivos contarán con decoración para hacerlas más amables.

Por su parte, los familiares de los enfermos, además de incrementar las horas de visita, también tendrán a su disposición una sala contigua donde poder asearse, comer y beber, puesto que estará dotada de máquinas expendedoras, tal y como añadió Carmen Montón, quien concretó que el objetivo es que este nuevo plan esté implantado en el medio centenar de unidades de cuidados intensivos valencianas a lo largo del próximo ejercicio.

En la presentación del plan también participaron varios de los profesionales sanitarios que han participado en su confección, proyecto que ha sido impulsado por Rafael Zaragoza, director del programa de trasplantes de la Comunitat, quien puso el acento en la necesidad de «comunicar mejor tanto al paciente como a los familiares y entre los propios profesionales». En esta línea se mostró también María Ángeles Miralles, enfermera de coordinación de trasplantes del Hospital General Universitario de Alicante. «Debemos usar un lenguaje más comprensible y adaptado a cada caso, ya que damos información muy exhaustiva, pero damos por hecho que la persona lo va a entender y, en ocasiones, presentan problemas de comprensión por la situación de estrés emocional por la que atraviesan», apreció. Carola Giménez , médico del Hospital de la Vega Baja de Orihuela, hizo hincapié en ofrecer un «tratamiento integral que cumpla también con las necesidades psicológicas y espirituales de los pacientes», así como facilitar «el acompañamiento y el apoyo familiar», mientras que Paula Ramírez, doctora en La Fe, destacó que la enfermedad «también golpea a la familia, a la que se excluye», situación que calificó de «estrategia equivocada». Por ello, propone la necesidad de involucrar a los familiares en los cuidados para, por ejemplo, «enseñarles a aspirar secreciones o qué significa el pitido de una máquina».

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