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LAURA GARCÉS
VALENCIA.
Viernes, 15 de diciembre 2017, 01:22
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La detección de legionela en el Hospital Clínico ha puesto en jaque a un centro sanitario que sufre las consecuencias de la saturación derivada de la falta de su asfixia por falta de espacio y la escasez de personal. La detección de la bacteria llega, además en un momento en el que la dirección del centro tiene abierto un plan de catas para determinar la presencia de aluminosis en las instalaciones después de que se detectara una vigueta afectada por esta patología de la construcción.
La Conselleria de Sanidad confirmó la presencia de legionela en un despacho de la UCI, como también en un acumulador de agua caliente y señaló que en ambos casos se habían adoptado las medidas oportunas. Pero el informe de acciones de control y prevención realizado por Salud Pública, apunta la presencia en distintos niveles de la bacteria en otros tres puntos del centro sanitario.
La localización de la legionela, bacteria que los expertos señalan que suele anidar en cañerías y conducciones de agua, se conoció tras detectarse la presencia de un paciente ingresado infectado y que, por el momento Sanidad no ha podido confirmar si el contagio se produjo en el centro sanitario o fue previo al ingreso. El departamento autonómico en todo momento ha restado importancia a la situación insistiendo en que «no se trata de un brote». Habla de «un caso aislado», además de apuntar que se han tomado las medidas que corresponden en estos casos. Incluso han señalado que no «es excepcional que haya casos aislados». No concretaron cuántos afectados ha podido haber a lo largo de los últimos años, pese a que el informe de Salud Pública refiere «reiteración de casos nosocomiales por neumonía por legionela».
En este contexto siguen aplicando medidas de carácter correctivo y preventivo. De hecho hoy, como confirmaron desde el centro sanitario, se procederá a la limpieza y desinfección de aljibes y acumuladores. Además, el día 23 se procederá a la hipercloración del agua.
La semana pasada Sanidad apuntó que había aumentado las medidas de vigilancia tras la detección -en noviembre- del mencionado paciente con legionela. Pero a la vista del informe elaborado por Salud Pública, la junta de personal constató que ya se habían realizado pruebas extraordinarias en mayo.
Ahora, como ayer apuntó el presidente de la junta, seguirán solicitando información de las razones que llevaron a esa inspección, así como del resto de medidas que se están aplicando. También apuntó el representante de los trabajadores que «justo hoy -por ayer-han colgado en la intranet un informe hasta noviembre que dice que el agua está bien». Respecto a las acciones de mayo el hospital señaló que el «tratamiento de choque se debe a que aquí además del obligatorio anual que prescribe el Real Decreto, hacemos otro». No ofrecieron mayor detalle al respecto.
Mientras tanto, la sala de Urgencias soporta las consecuencias de la presión asistencial que se deriva de la escasez de espacio y la falta de profesionales conforme a las denuncias de los representantes de los trabajadores. La junta de personal denunció el miércoles que por la mañana una treintena de personas esperaban cama para poder ingresar. El hospital confirmó al final de la mañana que eran ocho los pacientes que esperaban un habitación libre.
Ayer, una vez más, en torno a las tres de la tarde, quedaron enfermos en la misma situación. La dirección del Clínico aseguró que eran siete las personas que a esa hora seguían pendientes de que se liberaran camas. La junta de personal aseguró que el miércoles se suspendieron operaciones quirúrgicas programadas para tener plazas disponibles, circunstancia que el Clínico afirmó que no se había producido.
No es la primera vez que llegan denuncias de colapso en Urgencias, así como de falta de personal. Recientemente fuentes sindicales que se habilitó una sala de espera para acoger a ocho pacientes en un espacio destinado a preingreso. La situación llevó a que la junta de personal el miércoles denunciara que de nuevo las Urgencias estaban «colapsadas». La situación se produce cuando la incidencia de la gripe no ha iniciado su curva ascendente, si bien ya en noviembre en este centro sanitario afrontaron una situación preocupante en Urgencias. En los primeros días del mes pasado la unidad se vio saturada por la afluencia de pacientes hasta el punto de que «19 personas se quedaron en los pasillos» a la espera de disponer de plaza para ingresar.
Entonces el Clínico decidió habilitar la sala de espera como espacio para el preingreso, zona que ya el año pasado se dispuso con el mismo fin. Además, como anunciaron fuentes sindicales el mes pasado, el hospital ha previsto contar con camas del centro sanitario de la Malvarrosa si fuera necesario. Pero la junta de personal del Clínico critica que ahora «no se traslada a nadie a la Malvarrosa habiendo camas libres» y también cuestiona que los profesionales trabajan en «unas condiciones pésimas».
Hay más factores que añaden complicaciones al hospital. El pasado verano se detectó la presencia de aluminosis en una vigueta, hecho que desencadenó un plan de catas para conocer la situación del centro sanitario y que Sanidad asegura que están en marcha, pero todavía no dispone de resultados. Todo ello sucede en unas instalaciones que llevan 15 años pendientes de una ampliación que no llega. Ahora puede estar más cerca porque se ha acordado la compra del edificio contiguo, pero después habrá que esperar a la redacción del proyecto.
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