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Puntales en una de las aulas tras aparecer grietas. lp
Los padres de un colegio apuntalado deciden no llevar a sus niños tras cerrar tres aulas

Los padres de un colegio apuntalado deciden no llevar a sus niños tras cerrar tres aulas

El centro de la Font d'en Carròs sufre problemas arquitectónicos desde hace más de un año y las familias protestan ante la Conselleria de Educación

A. CHECA

Sábado, 14 de octubre 2017, 01:06

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valencia. «Nadie nos asegura por escrito que el colegio sea seguro. Reclamamos una solución urgente para que los niños puedan volver a las clases». Los padres y madres del colegio Francesc Carròs del municipio de la Font d'en Carròs han explotado. Tras más de un año de grietas, riesgo de desprendimiento en el centro y temor entre progenitores y alumnos, las familias se han plantado. Cientos de ellos se plantaron ayer ante la sede de la Conselleria de Educación para exigir medidas ya.

'Tenim por d'entrar a la nostra escola', 'l'escola cau a trossos' o 'volem una escola digna' son algunos de los lemas que padres e hijos lucieron durante su protesta ante la sede de la cartera encabezada por el conseller Vicent Marzà. «La infraestructura del centro no es segura», consideran los progenitores, que a última hora de ayer mantuvieron una reunión en la que aprobaron por mayoría dejar de llevar a los menores al colegio público mientras no se solvente el grave problema. La solución por ahora será reubicarlos en varios edificios municipales.

Inspecciones periódicas

Varios responsables de la administración autonómica recibieron a los afectados en la conselleria, como el director territorial, Santiago Estañán, el arquitecto que visitó el colegio, Enrique Tejerizo, y el subdirector general de Infraestructuras, Jesús García, se encargaron de atender a los representantes del grupo de La Font. Tejerizo aseguró que aunque el informe no esté terminado «no se contempla la posibilidad de cerrar la escuela». Estañán se comprometió a realizar inspecciones regulares del centro hasta que se construya uno nuevo. La edil de Cultura de la localidad de la Safor, Cèlia Escrivà, estuvo presente en el encuentro como representante municipal, además de como madre afectada. «Queremos un documento firmado que diga que no hay peligro», relató la concejal.

El relato que hacen los padres y que ayer recordaron a los responsables de Educación es contundente. El centro escolar presenta notables deficiencias «y una parte está apuntalado». Hace ya algunos años se incrementó la fragilidad en el sótano del edificio, lo que obligó a la conselleria «a reforzar los pilares», como subrayan los convocantes de la protesta.

El presente curso comenzó con más malas noticias. Se tuvo que cerrar el aula de música «por problemas de salubridad» y hace sólo unos días apareció «una grieta en un pilar», lo que cerró las puertas de otras dos aulas.

La reunión de ayer, según explicó la concejal Escrivà, sirvió para decidir el futuro escolar de los menores entre tres alternativas. La primera era dejar que los niños sigan yendo al centro. La segunda, trasladar a dependencias municipales a los alumnos de las aulas más dañadas. Por último, cabía la posibilidad de trasladarlos a otros colegios existentes en la zona.

LAS PROVINCIAS ha venido denunciando el estado del centro escolar. Como publicó este periódico al comienzo del presente curso, algunas clases se imparten en sótanos, ante la falta de espacio de esta pequeña escuela, y tanto docentes como alumnos pasan todo el año sin calefacción. Desde hace 37 años el Francesc Carròs carece de una red que proporcione calor durante los días más fríos del invierno y reduzca la humedad de sus fríos muros.

El colegio presenta un estado «lamentable», como explicó el alcalde de La Font, Pablo Puig, ya que es un recinto que se construyó en 1961, hace 56 años, y «no ha experimentado reforma integral alguna». Ahora queda en manos de la conselleria llevar a cabo esa mejora integral tras la enésima protesta de los padres y alumnos del centro.

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