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Urgente Un hombre cae de una tercera planta en Valencia huyendo de la Policía tras discutir con su pareja

UN VESTUARIO NUMEROSO ASEGURA EL ÉXITO FINAL

Con llegada ·

FERNANDO GÓMEZ

Lunes, 5 de febrero 2018, 10:32

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Las plantillas cortas no suelen ayudar a conseguir tus objetivos. Lógicamente, si éstos son modestos, humildes, son más sencillos de lograr, pero cuando son objetivos ambiciosos para la entidad, tener un grupo de jugadores numeroso, de calidad, y que con su implicación plasme, entrenamientos tras entrenamiento y partido tras partido, una competencia interna leal y beneficiosa, casi te asegura el éxito final. Y cuando no quieres tener una plantilla larga, normalmente es para evitar situaciones polémicas con jugadores que juegan menos de lo que ellos consideran deberían jugar. Ayer hablaba Marcelino de las lesiones que el equipo arrastra. Claro, es que hay lesiones, principalmente, producidas por un elevado porcentaje de minutos jugados y una mayor participación de los futbolistas habituales. Se entrena basándonos en una extrema calidad. Y en los partidos, el esfuerzo físico es brutal, mucho más con el paso de los años, con las evoluciones tecnológicas, el progreso analítico actual y las exigencias tácticas del juego. Una plantilla mejor y más larga siempre será mucho más positivo. Y llegó el mes de enero, la Liga y la Copa, y se nos complicó. Me gustaría, eso sí, que la temporada que viene, jugando también la Champions, y así lo digo porque no debería ser otra competición europea la que el Valencia disputase, la plantilla sea más larga y competitiva.

Aun así, el equipo no perdió la cara al encuentro en el Metropolitano, y jugará el jueves el partido de vuelta de las semifinales de la Copa. Imaginad que con una plantilla más larga podríamos haber incluso evitado estos contratiempos pasajeros que nos pueden hacer dudar. Inquietud innecesaria. Buen grupo, buenos resultados y rivales irregulares. A disfrutar siempre. No defendimos mal, pero Oblak no hizo una sola parada. Nos estamos acostumbrando a jugar de esta manera. El propio Marcelino habló de ello también en la rueda de prensa posterior al partido. Está claro que el equipo quiere defender bien y cuando pueda, sus piernas y su acierto se lo permita, atacar, profundizar, crear ocasiones de gol y marcar. Todos queremos lo mismo. A veces se logra y otras no. En Madrid no se consiguió. Un rival, el Atlético, sin hacer un memorable partido, te ganó. Menos mal que Villarreal, Real y Sevilla están como están, si no otra situación bien diferente viviríamos ahora. Llegó el gol de Correa cuando más cómodo estaba el Valencia. Y después pareció querer, pero ya no pudo. Algunas ausencias justificables y comprensibles dado lo que se juega el jueves ante el Barcelona y rendimiento algo bajo de casi todos los futbolistas que participaron. Bien Kondogbia y Neto, los más destacados. El resto discretitos. A darlo todo en la Copa, si se logra, aparcarla hasta la final y volver a rendir en la Liga. Y si no se logra, a apretar los dientes y saber sufrir para estar entre los cuatro primeros.

Mi último comentario y recuerdo para Nacho Barberá y su familia, sobre todo para ellos. Mi más sincero pésame, mi rabia, mi hundimiento, mi apoyo. Una familia ejemplar azotada por tan tremenda desgracia. ¡Mucho ánimo!

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