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LA TRAMPA

CARLOS PAJUELO

Sábado, 14 de octubre 2017, 10:06

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Hoy en día una gran parte del país está siguiendo con angustia el llamado procés.

Llevamos muchas horas con la pregunta colgada de los labios, tanto es así como que el propio Gobierno ha requerido al señor Puigdemont, con papel, sello y firma de la vicepresidenta, a que diga si ha declarado o no la Republica catalana.

Ahí estamos sin saber. Para mí es que sí. La forma sibilina de plantearse la declaración es un ejemplo de eficacia lingüística, es una trampa para zorros.

Es un catalán contra un gallego, si atendemos a la simplicidad del origen de los máximos contrincantes, en esta particular batalla, que arrastran sobre si el convencimiento general de que en el caso del gallego no se sabe si sube o baja y en el del catalán la constante del negocio.

El presidente del Gobierno, gallego, se ve sorprendido por el planteamiento y se pregunta si sube o baja este Puigdemont, que ha inventado un método en el que gana en todo caso. Pensemos un poco más.

Declara y de inmediato suspende sin plazo de renovación. Es obvio que sí ha declarado la República, porque si no fuera así: ¿Cómo podría suspender lo que no existe?

Para evitar la evidente sorpresa de sus socios más combativos, me refiero a los antisistema de la CUP, se saca el señor Puigdemont y sus asesores de la manga un instrumento en forma de documento acreditativo de la proclamación y lo firman todos los diputados adscritos y lo hacen en un despacho adjunto al hemiciclo.

Para no contaminar, digo, una vez más el templo de la democracia adulterada y de espaldas a la Ley en este caso.

En el documento aparece claramente la proclamación y no aparece la suspensión lo que es muy sospechoso. Esconde una declaración de cara a los socios de gobierno para frenarlos. Otra trampa. Si el Gobierno aplica el artículo 155 que permite hasta suspender la autonomía, ya tenemos servidas las víctimas de una parte y de otra los verdugos y si no se aplica se abre un dialogo forzado entre iguales...no siéndolo

¿Cómo hemos llegado a esto? Alimentando los últimos 40 años con nuestro dinero, una serpiente que se ha convertido en dragón.

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