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LA TATA

ARANTZA FURUNDARENA

Martes, 21 de noviembre 2017, 10:44

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Con siete piernas y una bacalada en cada mano, el dibujo de Reme, la tata de los Dominguín Bosé, más que retrato psicológico es un fresco sociológico con tintes de manifiesto. No sé si el comunista Picasso pensó en la lucha de clases cuando lo esbozó, pero desde luego esa imparable mujer representa a la perfección la figura de la típica chacha de la época; de la chica para todo, de la esforzada empleada doméstica que trabaja a destajo y sin horarios para una 'familia bien' que generalmente la quiere y la explota a partes iguales y con la que ella ha contraído un evidente 'síndrome de Estocolmo'. Leo la historia de Reme y es el paradigma de la criada. Criada en sentido literal, porque llegó de jovencita a servir en casa del todopoderoso torero Luis Miguel Dominguín y la rutilante actriz italiana Lucía Bosé, que la 'criaron' a cambio de que luego ella criara a sus tres hijos. Notable desproporción. Cuando el matrimonio se iba de viaje (algo frecuente), Reme se encargaba de la prole. Lo que no podían hacer entre dos se lo encomendaban a una sola.

Reme era el remedio para todo. Curiosamente lo ha sido hasta después de muerta. Vivía entregada a esa familia y nunca formó una propia. Los ojos negros de Picasso, punzantes como taladros, supieron verlo y la retrataron en 'La chumbera' como una 'curranta' integral... El pintor quiso indicar por escrito a quién iba destinado el dibujo: 'Para Reme'. Así que la propietaria era ella. Y si en algún momento decidió regalárselo a Miguel Bosé o a su madre, tendría que haberlo hecho ante notario, porque un Picasso no es un misal ni un álbum de fotos.

Una casa donde hasta la chacha tiene un Picasso no es una casa cualquiera. Pero resulta elocuente que al final hayan sido los señores quienes se han 'pulido' el Picasso de la tata para engrosar su cuenta corriente. Algo que ella en sus 50 años de servicio no hizo, con haber tenido bastantes menos recursos. Quizá Reme nunca sospechó el valor de aquel singular dibujo. O tal vez sí, pero prefirió que lo tuviera esa familia a la que tanto creía deber y tan agradecida estaba... Seguro que los Bosé trataron muy bien y quisieron mucho a Reme. Ahora bien, ¿le habrían regalado ellos un Picasso, de los muchos que tenían?

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