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QUERIDA CLOTILDE

Mª ÁNGELES ARAZO

Miércoles, 7 de febrero 2018, 11:51

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Ya lo sabrán, en los museos Thyssen y Sorolla de Madrid, a partir del próximo día 13 de este mes, se contemplará la hermosa exposición sobre la moda que nos legó Sorolla. En la mayoría de los lienzos aparece la novia, mujer y musa del pintor, Clotilde, la muchacha de la que se enamoró siendo muy jóvenes, compartiendo estudios, éxito, trabajo y ambiciones. La muestra, compuesta por más de 70 pinturas, es una recopilación de la vida íntima de nuestro universal pintor, muy dado a escribir cartas donde confesaba emociones, miedo a los importantes encargos y un irreprimible deseo de sentirla próxima, posando con los trajes que le describía con detalle en las misivas y que le obsequiaba como regalo de sus frecuentes viajes.

Es el Sorolla más desconocido, el cronista de la moda que nadie imagina, el que conoce la textura de los tejidos: batista, organdí, tul, crespón, terciopelo, raso y un largo etcétera. «Pintar y amarte, ¿te parece poco?», escribió en una carta de 1908. Y la respuesta es una misteriosa expresión que nadie descubre. Clotilde García del Castillo, siempre tierna, obediente, distinguida. Etérea con los lujosos atuendos, con la mirada tan llena de interrogantes, con la boca que no imaginamos riendo, con la mirada que incita a pensar tanto en felicidad como en sumisión al hombre brillante que solicitan en salones de monarcas y exposiciones universales.

Fervoroso de la estética lograda en los talleres de los exquisitos artistas, Sorolla dibujaba en cartulinas de menú o en las de programas teatrales, trajes y sombreros que lucían las damas elegantes, conjuntos de alta costura que invitaba a Clotilde a llevar y posar con ellos. Su mujer era la musa que cumplió siempre: llevó desde la pamela con velo blanco que el viento del mar enmarcó su tez pálida, en la más bella escena del Mediterráneo, a los trajes negros, de baile o de procesión santa, que vestía como una criatura esperando un vals o una devota con rosario en la mano y salmo en el corazón.

Sorolla, después del mar y España, en el más amplio folklore, llega en el caleidoscopio de la moda y su querida Clotilde.

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