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Urgente Muere el mecenas Castellano Comenge

El plebiscito

J. SÁNCHEZ HERRADOR

Viernes, 25 de mayo 2018, 10:17

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Pablo 'Perón' Iglesias e Irene 'Kirchner' Montero han decidido consultar a las bases sobre su casa millonaria y su gusto burgués. La pareja, que ha hecho del derecho a la vivienda y de la denuncia de los desahucios uno de sus grandes eslóganes políticos, quiere saber si deben seguir al frente del partido. El chalé de Iglesias y Montero vale un buen pellizco pero la sustancia de la polémica es la fascinación por la parcela y el césped, por el jardín y las columnas, por la piscina y la casita de invitados. Si además se constituye una hipoteca sospechosa, de alto riesgo y fuera de mercado, apaga y vámonos. Lo que pretende la pareja peronista es que los militantes legitimen sus contradicciones y blanqueen su metedura de pata. Todo ello mediante un pulso político al más puro estilo bananero de nosotros o el caos.

El asunto del chalé burgués no es una anécdota y tiene más peso simbólico de lo que muchos creen, pues la pulsión indignada es más difícil de defender desde la confortable mansión que desde las calles y las barricadas. Algunos dirán que los hijos ya nacidos o por nacer lo cambian todo y justifican cualquier inversión, pero Iglesias ya mostraba una conciencia de clase peculiar cuando contaba alguna de sus peleas de barrio y consideraba a los contrincantes como lumpen muy inferior a él mismo.

Que sean precisamente los militantes que han dado la cara por el partido quienes tengan que validar la compra de la mansión capitalista resulta una apuesta que roza el sadismo. Aunque no tanto, porque las bases fueron convenientemente depuradas y convertidas en aparato al servicio de los dirigentes. Si los militantes votan la compra burguesa del chalé habrán autorizado la dictadura futura que los someterá. Con el plebiscito Iglesias y Montero quieren consagrar su régimen definitivo.

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