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Urgente Los valencianos acuden en masa a ver a la Virgen en el último día de Fallas

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Empequeñecido y maltratado por un desafortunadísimo edificio de viviendas construido en el tardofranquismo justo a su lado, el palacio de Cervellón, o de Cervelló, en la valenciana plaza de Tetuán, podríamos decir que es, acudiendo al inevitable tópico, uno de los grandes monumentos menos conocidos de Valencia. Y sin embargo, está cargado de historia. En su interior, el rey Fernando VII derogó la Constitución de 1812, 'la Pepa', acabando con uno de los proyectos más ilusionantes y modernizadores de la vida política española de los tres últimos siglos y dando inicio a un nuevo período de absolutismo. Residencia de reyes y personajes ilustres, sus estancias albergaron al mariscal Suchet, a la reina regente María Cristina, a Isabel II y a Amadeo de Saboya. El derribo del Palacio Real durante la guerra de la Independencia le confirió una singular importancia en la ciudad del XIX, adquiriendo la función durante unos años de Capitanía General. El aspecto neoclásico de su fachada, así como su denominación, procede de los primeros años del siglo XVIII, cuando Juan Basilio Castellví -heredero de la familia que adquirió el inmueble original y los colindantes y procedió a su ampliación- contrae matrimonio con la condesa de Cervelló. Tras la proclamación de la I república sufre un periodo de abandono. Ya en la década de los 30, del siglo XX, pasa a ser sede de la Derecha Regional Valenciana primero y, durante la guerra civil, del Partido Comunista. Y durante el franquismo sus usos son diversos, desde simple pensión y academia hasta sede de organizaciones juveniles como la OJE. Declarado monumento histórico-artístico en 1976, el edificio presentaba por aquel entonces un aspecto preocupante, de creciente deterioro. El ayuntamiento democrático muestra su interés por conservarlo y restaurarlo pero no consigue frenar su decadencia. Finalmente, el Consistorio logró salvar un patrimonio que a punto estuvo de venirse abajo, dotándolo de un uso -archivo histórico-municipal y casa-museo- acorde con su valor y con lo que ha representado no sólo en la historia de Valencia sino en la de España. Ubicado, como decía al principio, en la plaza de Tetuán, su fachada se sitúa frente a la de otro hito imprescindible de la ciudad, el antiguo convento de Santo Domingo, posteriormente Capitanía General y actualmente sede del Cuartel General Terrestre de Alta Disponibilidad. Me gustaría que los visitantes de las Fallas de este año -Patrimonio inmaterial de la Humanidad- pudieran admirar en todo su esplendor -provinciano pero orgulloso- el palacio de Cervellón pero va a ser imposible. Una batería de churrerías, 'food trucks' y puestos ambulantes de todo tipo y condición lo impiden. Como impiden admirar otros monumentos de Valencia.

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